LIGA F

Crnogorčević, la futbolista todoterreno: sueña con tener una cafetería en su terraza y tiene una empresa de granola

La exfutbolista del Barça es el flamante fichaje del Atleti, donde no ha podido aterrizar con mejor pie.

Ana-Maria Crnogorčević durante su presentación con el Atleti. /Atlético de Madrid
Ana-Maria Crnogorčević durante su presentación con el Atleti. Atlético de Madrid
Sandra Riquelme
Nagore Domínguez

Sandra Riquelme y Nagore Domínguez

Fue en marzo del 2021. Tras unas cuantas entrevistas, era el turno de Ana-Maria Crnogorčević. Alguno de los cámaras, que no la conocían en persona, ya flipaban. Porque tiene un aura. Llegó, se sentó y soltó: "¿En qué idioma queréis hacer la entrevista? ¿En inglés, en español o en catalán?" La charla duró poco más de 15 minutos y sus respuestas no dejaron indiferente a nadie. Cuando acabó, se despidió con un "adéu". La del Atleti -y exfutbolista del Barça habla cinco lenguas: español, catalán, inglés, suizo y alemán. Y croata... para comunicarse con sus padres.

"Los medios de comunicación estaban encantados con ella, por su simpatía y porque acostumbraba a salirse de los tópicos", cuentan quienes trabajaron estrechamente con ella durante su etapa en el Barça. "No recuerdo a una extranjera que aprendiese español tan rápido", añaden. En aquella misma entrevista, Ana Mari -como la llamaban, cariñosamente, los aficionados del Barça- confesó cómo, y en cuanto tiempo, había aprendido a hablar español... y catalán. En tres meses y en el vestuario, autodidacta.

«¡Vamos a tener un sobrino en el equipo»!

Cuando el Barça anunció su salida del club, una rescisión del contrato de forma unilateral, las redes sociales se inundaron con mensajes de cariño hacia la futbolista suiza. "Es una tía súper cariñosa", cuenta Lucía Ibarra, la mujer de Irene Paredes. Ellas dos, Laia Codina, Mariona -que era su vecina en Barcelona- o Jenni Hermoso son parte de su familia española. Unas personas que se convirtieron en sus confidentes en apenas unos meses.

"Nos conocimos por casualidad. Nada más casarnos, nos fuimos de viaje a Ibiza y, en la playa, coincidimos con varias jugadoras del Barça. Fue justo el verano previo a que Irene fichará por el Barça", recuerda Lucía. "Ana estaba allí, yo no la conocía de nada. Yo tenía un bombo gigante y ella estaba emocionada desde el principio. Decía: '¡Qué bien! ¡Vamos a tener un sobrino en el equipo! ¡Qué bien, lo vamos a cuidar entre todas!'", cuenta, entre risas.

El regalo de Irene Paredes, Lucía Ybarra y Mateo a Crnogorčević por su cumpleaños.  IG Crnogorčević
El regalo de Irene Paredes, Lucía Ybarra y Mateo a Crnogorčević por su cumpleaños. IG Crnogorčević

Se referían a Mateo, por supuesto, el hijo de Irene y Lucía. O "su novio", como decía -de forma cariñosa- la felicitación que ambas le enviaron a Ana por su cumpleaños, que fue ayer. "Cuando estábamos con la mudanza, de lado a lado, ella nos ayudó muchísimo. Se iba a dar un paseo con la perra y Mateo para que Irene y yo pudiéramos hacerla", destaca Lucía. "Hemos podido contar con ella para todo siempre", añade.

Una cafetería en su terraza y una empresa de granola

Una de sus pasiones es el café. En Barcelona, inició -y culminó- una búsqueda exhaustiva del café perfecto y de la mejor granola. Que para eso es la copropietaria de una empresa suiza de compra y venta del producto.  

Quienes la conocen, y más tiempo han compartido con ella en Barcelona, también cuentan que el año pasado se le pasó por la cabeza montar su propia cafetería en la terraza de su casa en Barcelona. De hecho, se pasó todo el curso buscando cafeteras, haciendo comparaciones, etc...

Así, conociendo la vida que llevaba en Barcelona, es más fácil entender el dolor que sintieron tanto ella como su entorno cuando el Barça prescindió de ella -a la que le restaba un año de contrato- a apenas unas semanas para el inicio del curso.

Madrid, el piso, pintar...

Y, también, su acogida en el vestuario del Atlético de Madrid, su nuevo club. "Todo lo que habíamos escuchado de ella era buenísimo, es muy fácil llevarse bien con ella", cuentan algunas de sus compañeras. A pesar de que Ana aterrizó en Madrid la semana en la que empezaba la liga, le han bastado unos cuantos días para hacerse querer.

En su lista de tareas fuera del campo, la primera es la de encontrar un piso. Las prisas y la sucesión -precipitada- de los hechos, complicaron la misión. Más allá del piso, Ana no se aburre en su tiempo libre. "Le gusta hacer muchas cosas. A veces, pintar cuadros", comentan desde el vestuario rojiblanco.

Ana ya ha disputado tres partidos con el Atleti, con actuaciones destacadas. Partió desde el banquillo en los dos primeros y no fue hasta el tercero cuando salió desde el inicio. Además, ante el Levante, en la jornada tres, marcó gol nada más saltar al campo. La futbolista suiza, como ya hizo en el Barça, está llamada a dejar huella en la capital.