Una plataforma audiovisual ofrece un millón de euros para el primer futbolista de élite que salga del armario

"Me han ofrecido más de un millón de euros si conseguía el reportaje. Para una plataforma. Imagínate el morbo que suscita. Un millón de euros, la plataforma más conocida [ríe]. Pero yo les dije que aunque yo le diese un millón de euros a un futbolista de primera línea, para ellos es una tontería". Miguel Ángel López, director de Zero a principio de los 2000, recibe con frecuencia llamadas para preguntarle por sus múltiples intentos de que algún futbolista de élite reconociese su homosexualidad. En ocasiones, como la llamada de Relevo, son puramente informativos, un recuerdo, pero no pocas veces el intento implica la búsqueda de algún nombre que dé el paso.

Las últimas semanas pudo pasar en Alemania, pero el tren descarriló de nuevo. Se sigue esperando el gesto como Penélope esperaba a Ulises. López muestra cierta sorpresa de que esta vez tampoco haya sido de momento la definitiva: "Me ha llamado la atención porque fíjate cómo son los alemanes de colectivistas, ¿no? Esto ya lo hicieron con el mundo del cine. En el cine alemán se hizo una salida colectiva del armario donde ciento y pico actores alemanes firmaron un documento y se presentaron a los medios diciendo que por supuesto que en el cine había homosexualidad y que ellos querían dejarlo dicho para que no hubiera especulaciones y contribuir a la normalidad diciendo que eran gays y tal", explica.

Eso mismo suena a lo que se intentaba entre los jugadores, pero no ha fraguado: "Parece que querían repetir la fórmula con el fútbol y supongo que se habrán estropeado por presiones o por lo que haya sido".

Zero se hizo famosa por sus portadas, las salidas del armario de celebridades o de profesiones muy conservadoras, por agitar el árbol para llamar la atención sobre el colectivo y tratar de normalizar su existencia. López, sin embargo, no cree que cuando un futbolista de élite salga del armario, vamos a dar por hecho que sucederá, vaya a optar por esa fórmula. "Probablemente ya no se producirá de la manera que nosotros creemos, con el estilo de Zero, con una portada y una cosa mediática. Será una cosa más discreta, como pasó en la política. En la política también se esperaba en aquellos momentos que saliese un gran político a decir "soy gay", como en las películas. Al final, Miquel Iceta, que fue el primer político en España que de alguna manera más se destacó, dio una rueda de prensa muy discreta y no fue con el impacto de otras portadas de la revista en aquellos años. Entonces probablemente pase con eso", reflexiona.

López cuenta con que en algún momento alguien dará el paso, aunque por su experiencia personal sabe que en el mundo del fútbol ha sido tanto el rechazo que ha podido casi expulsar a muchos homosexuales. "En el fútbol masculino hay menos homosexuales que la media. Esto es una opinión, no hay encuestas, pero yo he vivido mucho dentro del deporte y conozco la realidad LGTBI porque ha sido mi profesión toda la vida. Es un deporte que no gusta entre los homosexuales, no tenemos prioridad por los deportes de equipo y menos en ambientes donde de alguna manera hay machismo, estructura patriarcal, ese valor de la masculinidad y lo patriarcal", comenta. "Somos más adictos a los deportes individuales y quizá a ciertas estéticas, mi intuición es que hay menos que la media, pero haberlos haylos y los hemos conocido", cuenta.

Los casos reconocidos se circunscriben a categorías menores, futbolistas no profesionales o iniciativas concretas. Algunos casos tienen más que ver con el activismo que con el propio deporte, aunque son relevantes. "Hoy en día es una normalidad, que no está verbalizada en el fútbol. Hay clubes LGTBI que es algo más social, para socializar, es bonito porque ellos trabajan mucho el deporte de base, vienen de clubes locales y desde niños y está bien que existan, para que deje de ser tabú en las categorías inferiores. Se habla de ello, cosa que no pasa todavía en la élite".

Porque el hecho de que no haya salido un futbolista nunca a la palestra es, evidentemente, un problema para las generaciones siguientes. En eso, López sí ha visto cambios recientes que llevan a pensar que algo se ha mejorado. "Si al final sale lo de Alemania será un paso importante, igual que se ha dado pasos en clubes alemanes, ingleses… donde hay gay-friendlies, como el portero del Bayern, Neuer, que no siendo gay apoya la causa. Ya son referentes que están cambiando la mentalidad, que al final es por lo que nosotros trabajamos, no por el ruido mediático sino por la visibilidad. Yo creo que eso ya está haciendo que los niños, que las nuevas generaciones, por lo menos tengan referentes que promueven, que apoyen esa diversidad", relata.

Miguel Ángel López espera que la sociedad siga dando pasos en esa dirección, en la de la normalización, aunque no todo le invita al optimismo. "No podemos negar que la cuestión del LGTBI en los últimos años ha tenido un gran avance, aunque esta y otras luchas como el feminismo están siendo cuestionadas por las fuerzas políticas ultraconservadoras que han venido a traer a la sociedad un panorama cierta involución, al cual se ha sumado un porcentaje muy alto de la población. Lo hemos visto con la aprobación de la ley transexual en esta última legislatura", reflexiona.

Durante todo este texto se ha hablado del tabú de la homosexualidad en el fútbol, pero es necesario especificar que esto es un fenómeno exclusivamente masculino. En el fútbol femenino no ocurre y, además, el crecimiento que experimenta es un punto de ayuda para que el deporte entero se normalice. "Son causas hermanas. Tanto lo LGTBI como el feminismo son dos correcciones del statu quo universal. Son dos respuestas en ajuste de la maquinaria social humana. Siempre ha habido un dominio, un patriarcado, una masculinización de la sociedad y toca equilibrar eso y que la igualdad real, exista", explica antes de lamentar que los jugadores masculinos españoles se desentendieran de las reivindicaciones de sus compañeras de la selección femenina. "Eso demostró el machismo que hay entre los propios jugadores. Ya no solamente se pueden echar las culpas a la junta directiva, a los representantes. No, es que los propios jugadores parecen tener un machismo recalcitrante", remarca.