El poder del palco del Bernabéu termina expuesto en un museo: "Creo que el Madrid ha impregnado a la ciudad de cierto optimismo"

Lo de que el arte se fije en el poder está muy lejos de ser algo nuevo, o a ver qué se creen que son Las Meninas. Antes era una cuestión de supervivencia, o se retrataba a reyes, nobles o de la alta burguesía o no había comida en el plato. Con el tiempo la sociedad cambió y el arte también, los ricos, o los poderosos, palabras distintas que tienden a converger, pasaron a ser un sujeto del arte por otras cuestiones: curiosidad, protesta, fascinación...

Una exposición en el Museo CA2M observa Madrid, la comunidad, y las distintas capas que tiene esa cebolla. En una de las salas se puede ver una imagen que genera polémica año tras año: el palco del Santiago Bernabéu, con una serie de círculos que señalan algunas caras, gente de la empresa y la política allí congregadas para observar algún célebre partido.

¿Y por qué? Bueno, es que ese palco tan aseñorado también es Madrid. "La exposición gira alrededor de los imaginarios y símbolos del Madrid actual y uno de los espacios, donde se ubica la imagen, tiene que ver con aquellos organismos, artistas u objetos que dibujan de alguna manera este Madrid más oficial. Aparece el Tribunal Supremo, el Banco de España, una de las cuatro torres o el Instituto de Metrología, y también quería incluir el Real Madrid como una de sus instituciones más relevantes como irradiador de imaginario", explica David Bestué, prestigioso artista que ha tenido instalaciones incluso en el Reina Sofía y que ha ideado esta exposición tan de la capital.

Vale, el Real Madrid tenía que estar, como indudable representante de la ciudad, pero ¿por qué las corbatas y los trajes? "La primera idea era exponer una reproducción de la Copa de Europa pero finalmente me decanté por una imagen del palco", cuenta el artista.

No es inocente que sea esa imagen y no cualquier otra, claro, porque es una potente idea la de juntar lo que es la afición de muchísimos con el poder de solo unos pocos. "En el palco de Bernabéu, como en el del Camp Nou en Barcelona o en otras ciudades, se reúnen en cada partido agentes relevantes de Madrid del ámbito deportivo, pero también económico o político, como bien se exponía en el artículo de El Confidencial, por eso sí que puede ser una, no la única, imagen de poder de la ciudad", cuenta Bestué, señalando el artículo del periódico online en el que se encontraban los circulitos. .

El propio Bestué, cuando se le pregunta, asume que la imagen es algo tópica, un recurso obvio para encontrar ese poder. "Sí, al fin y al cabo hablar del palco del Bernabéu para hablar de esa concentración de poder es un cliché. Seguro que hay muchos otros lugares y acontecimientos donde se reúnen, aunque no con tanta visibilidad", cuenta.

También hay cierta lógica en que sea el del Bernabéu precisamente, pues para entender lo que se quiere contar es importante que el espectador, el visitante en este caso, conozca el contexto y tenga claros los referentes que visibiliza la obra. "La exposición va sobre estos clichés o lugares comunes, también hay una Menina de Manolo Valdés, por ejemplo, que se complementan con obras de artistas contemporáneos", cuenta el comisario de la exposición.

Bestué no entra a contar mucho lo que le remueve ver esa imagen, plena de empresarios mirando el fútbol: "No solo se trata de empresarios, también hay políticos, deportistas,... Lo que me sugiere es esa concentración que comentaba antes de personas relevantes de la sociedad madrileña".

El caso es que la exposición no deja de ser una mirada sobre la ciudad, sus luces y sus sombras, la capital como "centro geográfico, político, económico y simbólico de España", como explica el dossier que la acompaña. Y hablar de Madrid sin el Madrid es estar contando el libro sin alguno de sus capítulos:

"Mmmm, me resulta muy difícil imaginar Madrid sin el Real Madrid, creo que hay algo de su arrojo, de su épica, sobre todo la de los últimos años, que ha impregnado a la ciudad de cierto optimismo a pie de calle", explica el artista.

Es raro, claro, porque el fútbol y el arte suelen transitar carreteras paralelas, siempre condenadas a no juntarse. Pero cuando Bestué pensó en Madrid, que no deja de ser el corazón de lo expuesto, con sus diversas salas y sus diversas versiones de la misma ciudad, no podía dejar de lado al club que representa tanto a la capital como a su poder.