Braulio Vázquez, uno de los 'autores' de Osasuna: "No soy ni podré ser nunca Monchi, ni Valdano"
El club navarro camina sin saber dónde está su techo. Séptimo en la Liga, a tres puntos de Champions y en semifinales de la Copa.
![Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna./NORTE DE CASTILLA](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202301/28/media/cortadas/braulio-osasuna-RmuvURzjWRxludOHWdSIZcI-1200x648@Relevo.jpg)
Como siempre debería ser, los profesionales del campo, el técnico Jagoba Arrasate, y los jugadores, personalizados preferentemente en los diez de la casa y en el incombustible Chimy Ávila, son los héroes de este Osasuna que se supera cada año sin conocer muy bien dónde está su techo. Detrás de todos ellos, en la sombra, apareciendo lo justo y sin sacar pecho para que no se lo hundan, se encuentra Braulio Vázquez. Un gallego de 50 años que ejerce de director deportivo y también tiene mucho que decir cuando se recitan las bondades del equipo navarro.
Buen conversador, gallego de los del tópico, de los que no se sabe si sube o baja, enamorado perdidamente de su profesión, con 30 años de experiencia a sus espaldas y padre de futbolista que apunta alto, Jesús Vázquez (Valencia, 20 años), Braulio saborea su sexta temporada en Osasuna. "En ningún otro club seré nunca tan feliz como lo soy aquí. Estoy convencido de ello. Se trabaja muy bien. Puede que llegue a estar en otro club que dispute la Champions, ya lo hice en el Valencia, o en otro que no se plantee la salvación como primer objetivo de la temporada, pero nunca alcanzaré la felicidad que ahora tengo. Es algo que lo llevo dentro. Esta es mi familia. Si tenemos que sufrir, pues sufrimos juntos. Me siento muy bien pagado. Para qué voy a ir a un sitio donde a lo mejor no me dejan hacer lo que yo quiero hacer. Yo he visto a amigos míos estar en grandes clubes y no disfrutar, estar tristes y llegarte a decir que aquello era una mierda ¿Quién? No lo voy a decir. Pero se notaba simplemente al saludarle".
Llegó con el club en Segunda (2017). Tiró de revolución con ascenso incluido y ahora la gente, en Tajonar, en El Sadar, por las calles de Pamplona... le hablan de la final de Copa, de clasificarse para la Champions. Él se ruboriza y agacha la cabeza mientras no puede retener una pequeña sonrisa de satisfacción. "Coño, parece que lo estamos haciendo bien". Sin más. Sin sacar pecho. Sin querer ser lo que no puede ser. Ajustado a sus 69 millones de presupuesto y 52 de limite salarial, el 13º de la categoría, o lo que es lo mismo, de gastos de plantilla. Con jugadores del primer equipo que cobran un pellizco menos de los 166.000 euros del sueldo mínimo tasado para la Primera división y cuyas fichas más altas no se va ninguna más allá de los dos millones brutos que cobran los futbolista franquicia.
Moi Gómez por Baena
Esta temporada su adquisición más cara ha sido Moi Gómez, 1,8 millones de euros. El fichaje tiene su historia. Quería a Baena. Insistió por activa y por pasiva con su íntimo amigo Emery, con quien comparte paellas en verano y horas y horas de conversación en Irún. No pudo ser. El chaval, internacional Sub-21, se iba a quedar en el primer equipo del Villarreal y por lo tanto se abría la puerta de otro centrocampista, Moi Gómez. En cuanto se puso a tiro, lo cerró. "Los clubes con pocos recursos no podemos entrar en las pujas con casi nadie. Si estoy convencido de algo, me lanzo a por ello. No me entretengo. Nos ha salido bien. Es un jugador muy técnico, pero de los que le gustan a Jagoba porque recorre 12 kilómetros por partido. Sin correr esa barbaridad es muy difícil jugar en Osasuna. Tengo que reconocer que mi amistad con Emery me ayudó en este fichaje. Estuve ahí antes que los demás".
La obsesión de Braulio es invertir en su cantera. Convencer a los chicos de Tajonar de que como en Osasuna no van a estar en ningún sitio y, de paso, también pueden ganar su dinerillo. No es fácil. En su momento ató a Moncayola por 10 años, hasta 2031; a David García por cinco. Este curso ha retenido con buenas ofertas a Unai García, a Kike Barja, a Juan Cruz... y a la penúltima perla de la cantera: Aimar Oroz. A quien le ha puesto una cláusula de 28 millones, más acorde con su nómina de la temporada próxima. En esta aún tiene ficha del filial y no pasa de loa 200.000 euros.
A Braulio lo que le gusta es que su club tenga nueve canteranos en la primera plantilla, solo cuatro extranjeros (Chimy, Darko, Budimir y Abde) y le resto nacionales. Está orgulloso de ser el tercer equipo de la Liga en porcentaje de minutos disputados por los jugadores de la cantera, un 29,9 por ciento. Solo con el Athletic (56,5) y la Real Sociedad (40,1) por encima y mirando hacía abajo al Barcelona (28,2) y al Real Madrid (24,6). Ese tercer puesto le permite ser el sexto de las cinco grandes Ligas, donde por delante también tiene al Olympique de Lyon, Montpellier y Friburgo. "Nuestro gran éxito es que estamos pudiendo renovar talento. Si sacamos dos o tres jugadores por año y se nos van uno tras otro, llegaría el día que se agotarían. Ahora los chicos quieren jugar en Osasuna. No digo que no se escapará alguno, pero cada año tienen más alicientes. Ahora, sin ir más lejos, jugarán las semifinales de Copa".
![Braulio (a la derecha), el día de la presentación de Jagoba Arrasate. EFFE](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202301/28/media/cortadas/brauilo-jagoba-U77533623743FUT-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Amistad con Jagoba
Como su método le funciona, no quiere imitar a nadie. Admira a muchos colegas, pero lo tiene claro: "Yo siempre seré Braulio. No soy Monchi, ni Valdano... No lo podré ser nunca. No se puede ser lo que no eres y como no me va mal, no quiero copiar a nadie. Sé donde trabajo, mis limitaciones, los gustos de mi entrenador. Nos hemos jurado amor eterno, pero los dos sabemos que llegará un día en que nos tendremos que separar. Jagoba es mi amigo fuera del terreno de juego. Cuando hace años aposté por él en aquel momento tan difícil, no lo hice por amistad, sino por creencia. Hablamos mucho. Mucho es todos los días mañana y tarde. Le digo cosas, pero hace siempre lo que le da la gana".
Tiene sus manías y sus códigos. Cuando pierde, reconoce, se pone insoportable y no llama ni a su mejor amigo ni a su madre. La noche de después de los partidos no se duerme hasta la madrugada y al día siguiente recurre a la siesta para volver a ser él. En el palco intenta esconderse lo más posible de las cámaras porque se pone muy nervioso. Tiene una cláusula de rescisión "no muy alta", pero no se ve ejecutándola. Ha tenido ofertas para dar el salto a otro club con más caché, pero no las ha utilizado ni para mejorar o ampliar su contrato. Huye de las decisiones populistas porque está convencido de que conducen al error. Asegura que antes era más impulsivo que ahora. Cada vez que puede se escapaa Valencia a ver jugar a su hijo Jesús. Prefiere callarse, pero no termina de comprender que no le dejen salir en esta mercado de invierno... aunque sea cedido.
El mejor Osasuna
Su ideal de club, en cuanto a la composición de la plantilla, es el que tiene en Osasuna. "Nuestro presente y nuestro pasado pasar por invertir en cantera. No tengo nada contra de los extranjeros, todo los contrario. Son el complemento perfecto a la cantera. Tenemos cuatro, los justos. Budimir fue el fichaje más caro de la historia del club, ocho millones. Para fichar extranjeros me gusta, si puede ser, que conozcan la Liga. No me puedo permitir el lujo de tener que esperar un tiempo a que un jugador se acople a nuestro fútbol. Mejor conociditos. Con los de fuera no me puedo equivocar".
Nunca echará la zancadilla al talento. De hecho tira de él cada vez que cae en sus manos, pero está convencido de que el presente y el futuro más cercano del fútbol pasa por el físico, por los jugadores fuertes, atletas. "Nuestra idiosincrasia exige que el talento vaya acompaño del físico. Aimar ha cogido ocho kilos de músculo en dos años y no ha perdido un ápice de su talento. La diferencia es que ahora gana duelos, antes, no, sin un buen físico no sobrevives por muy bueno que seas. Además, en Pamplona gusta ese fútbol de ida y vuelta. Gusta que sus jugadores rasquen y lo dejen todo. El esfuerzo aquí no se negocia. Por eso este equipo llega a la afición, le da lo que quiere y además, gana. Creo que este el mejor Osasuna de estos últimos años".