Chelsea y Tottenham, mismos objetivos, mismas frustraciones

Cuando comenzó la temporada, el Chelsea era dirigido por Tuchel y el Tottenham por Conte. Hoy, en mayo de 2023, el Chelsea tiene de entrenador a Frank Lampard y el Tottenham, a Ryan Mason. Pero, además, ellos a su vez sustituyeron a Graham Potter en los 'blues' y Cristian Stellini en los 'spurs'. La vida da muchas vueltas en pocos meses.

El Chelsea inició la temporada con cambio de propiedad, con ganas de asaltar la Premier League y Champions, pero la cosa no cuajó. A pesar de los millones y millones invertidos en verano y en invierno, los puntos no llegaban y los técnicos y jugadores, cambiaban. Jornada a jornada, los puestos de Champions para el Chelsea quedaban más lejos y los de descenso, más cerca.

En la competición europea, en FA Cup y en Copa de la Liga, las cosas tampoco marcharon bien: eliminación en cuartos de Champions sin paliativos contra el Madrid, derrota en tercera ronda de FA Cup contra el City y también derrota en tercera ronda de Copa de la Liga contra los 'citizen'.

En la otra parte de Londres, el Tottenham. Levy, dueño del club, está en entredicho. Los fans quieren que se vaya, no les gusta su gestión en los últimos años y así se lo han dejado ver. Con Conte, la temporada comenzó bien. El equipo ganaba, tenía tramos de buen fútbol, Kane marcaba goles... pero llegó el Mundial y la vuelta a la competición no fue buena para el equipo, que empezó a sufrir.

La lesión de Bentancur fue el punto de inflexión: desde que el uruguayo se rompió la rodilla, el equipo no fue el mismo. El centrocampista era el enlace entre defensa y ataque, el hombre que equilibraba el mediocampo y nadie pudo sustituirlo. Desde ese entonces, derrotas, broncas de Conte a sus jugadores y destitución. En octavos de final de Champions, fuera tras perder con el Milan, derrota en quinta ronda de FA Cup con el Sheffield y derrota en tercera ronda de Copa de la Liga con el Nottingham Forest.

Chelsea y Tottenham se encuentran en estos momentos fuera de posiciones de Champions League, el verdadero objetivo cuando comenzó la temporada. Los blues están undécimos, en tierra de nadie. El Tottenham es sexto pero ya no tiene posibilidades matemáticas de llegar a la cuarta posición. No cumplir el objetivo va a repercutir de manera negativa en las finanzas de ambos clubes y esto puede conllevar ventas importantes, sobre todo en los spurs, que tienen a una figura como Harry Kane que es deseada por medio mundo.

En el Chelsea son todo rumores. Pochettino corre con ventaja y es el máximo favorito a ser el nuevo entrenador. Si llega el exentrenador del PSG, ¿se quedará con todas las figuras del equipo? ¿Intentará quedarse con Joao Félix? ¿Buscará otro '9' o le dará una oportunidad a Lukaku si vuelve? ¿Renovará Kanté? ¿Seguirá Thiago Silva? Y un largo etcétera.

En el norte de Londres, muchas preguntas del mismo estilo. ¿Seguirá Levy o intentará vender el club? ¿Quién será el nuevo director deportivo? ¿Continuará Harry Kane siendo el emblema? Si se va Lloris, ¿fichar a un nuevo portero o apostar por Forster de verdad?, ¿será Richarlison el futbolista que ficharon para ganar títulos?, ¿continuidad de Mason o un nuevo entrenador?

¿Qué conclusión se saca de todo esto? Que el dinero de la Premier League no trae la felicidad. El proyecto importa y los casos de Newcastle, Brighton o Aston Villa le demuestran a estos clubes, con más peso en los últimos años en Europa, que es importante la planificación y ser fiel a tus creencias. Todd Boehly y Daniel Levy tienen el mismo problema en casa y no saben cómo solucionarlo.