Golpe de autoridad del Newcastle ante un Tottenham que sigue a la deriva

Si ya es complicado ver cinco goles en un partido de fútbol profesional entre los dos equipos, piensen en lo difícil que es ver la famosa 'manita' por parte de uno de los dos. Y podemos ir un paso más allá, imaginen lo poco usual que es meter cinco tantos en la primera parte... y si rizamos el rizo, marcar cinco goles a los 21 minutos de partido, una media de gol cada cuatro minutos. Sí, no parece real, pero ocurrió hoy en St. James Park y el equipo que los recibió fue el Tottenham.

Aquellos que se estaban preparando el almuerzo para ver tranquilos un partido de Premier League se perdieron, con casi toda seguridad, los dos primeros goles del conjunto de Howe. Primero fue Murphy tras un rebote de Lloris y después fue Joelinton con el primero de los golazos del partido, un control 'zidanesco' y una definición digna de Ronaldo 'O Fenomeno'. En seis minutos el partido ya estaba casi liquidado, pero el Newcastle quería más.

El Tottenham parecía un equipo 'amateur'. Los de Stellini perdían balones clave en campo propio, no era capaces de hilar tres pases seguidos y para colmo, cuando llegaban con claridad, su capitán y gran referente, Harry Kane, no acertaba de cara a la portería local.

El conjunto local, aupado por su gente, que gritaba y vibraba, cantaba el tercer gol de Murphy, este desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Lloris. Pero no se olviden que en el Newcastle juega el segundo jugador con mejor promedio de gol de toda la Premier League, un ex de LaLiga, Aleksander Isak.

El sueco se sumaba a la fiesta con un doblete. Primero aprovechando un pase digno del mejor Modric de Willock con el exterior de su pierna derecha, para poner al exjugador de la Real Sociedad cara a cara con Lloris. El delantero no falló y amplió el marcador, aunque quería más y unos minutos después, nueva jugada por la banda derecha de las Urracas que finalizaba Isak tras un gran taconazo de Longstaff. Manita en 21 minutos, baile legendario en St. James Park.

Stellini, ante tal situación, tuvo que hacer algo, cualquier cosa. Sarr había fallado en los goles que abrieron el marcador, pero la culpa no había sido solo suya, aunque el italiano decidió quitarle del campo para meter a Davinson Sánchez y que el equipo vuelva a defender con tres centrales. A partir de ahí, pudo llegar el sexto gol de los locales, estuvieron más cerca de marcar ese gol que el Tottenham de descontar, pero la fortuna se alió por un momento con los Spurs y el sexto no llegó.

Estar en el vestuario visitante de St. James Park en el descanso debió ser un espectáculo, aunque eso no quiere decir que lo sea para bien. Cuando los equipos volvieron al terreno de juego, haciendo recuento, no vimos a Hugo Lloris, capitán y uno de los referentes del equipo. En su lugar entraba Forster, el portero suplente. La decisión de Stellini va a traer cola y las explicaciones del italiano serán claves para para entender la situación.

Con Lloris fuera, el brazalete de capitán se lo puso Harry Kane, que en los primeros minutos de la segunda parte intentó levantar a su equipo con el primer gol del Tottenham en el encuentro. El inglés es uno de los máximos goleadores como visitante en el campo del Newcastle y se le da bien jugar contras las Urracas.

Isak ya es ídolo del club. La actuación del sueco demuestra que lo pagado por él ha sido una inversión totalmente razonable. Pero por él entraba Miguel Almirón, el jugador paraguayo que volvía de una lesión y había sido muy importante en el primer tramo de la temporada con 11 goles, de los cuales marcó ocho antes del parón por el Mundial de Catar.

Los cambios de Howe surtieron efecto un minuto después de producirse. La jugada de Almirón se envenenó tras un rebote de Cristian 'Cuti' Romero y el otro delantero que entró con Almirón, Callum Wilson, marcó el sexto tanto del equipo local.

Casualmente, la peor derrota de la historia del Tottenham en la era Premier League fue ante el Newcastle United, también en St. James Park pero por 7-1 un 28 de diciembre de 1996. La derrota de hoy no igualó aquél récord pero deja muy tocado a un Tottenham que tendrá que replantarse los seis partidos que le quedan en Premier, aunque no tendrá mucho tiempo ya que el próximo jueves tienen un encuentro clave frente al Manchester United.