Gritos contra Levy y empate agónico del Tottenham ante el Manchester United

Redebut de Mason, que ya había sido el entrenador más joven de la historia de la Premier League. Tras la aventura italiana con Conte y Stellini, la derrota histórica contra el Newcastle, los Spurs necesitaban demostrar ante su gente que eso no puede pasar más, que las cosas tienen que cambiar.

Pero claro, en frente había otro grande, otro equipo golpeado, el Manchester United. Los de Ten Hag sufrieron una dura derrota contra el Sevilla en la vuelta de cuartos de Europa League, pero consiguieron la victoria por penaltis el fin de semana en FA Cup para clasificar a la final. Una de cal y otra de arena para un equipo que vivió de altibajos en todo momento.

En lo que respecta al partido, el ambiente del Tottenham Stadium era muy tenso. Tras el gol de Sancho a los seis minutos tras una gran jugada individual, los aficionados de los Spurs empezaron a gritar: "Fuera del club, Daniel Levy, fuera del club. Queremos a Levy fuera". El inglés, dueño del Tottenham desde 2001, es el propietario que más tiempo lleva al mando de un equipo de la Premier League.

Como contraposición a los gritos contra Levy, llegaban los gritos a favor de su capitán, Harry Kane. Casualmente el Manchester United está muy interesado en el fichaje del inglés, pero los aficionados locales quieren que su hombre emblema siga muchos años más en el equipo.

El equipo de Mason no está en un buen momento y las muestras de fragilidad se ven en momentos clave. Tras el gol de Sancho, el Manchester se vino un poco abajo y el Tottenham intentaba el empate. Richarlison buscaba el gol, pero no estaba acertado, mientras que son y Kane no se encontraban.

A pesar de eso, Perisic estuvo muy cerca del empate pero De Gea se iba convirtiendo en la figura del partido, hasta que en una contra, con espacios, Rashford sí que no perdonó y batió a Forster para poner el 0-2 en el marcador y decepcionar aún más a los hinchas locales.

Pero a pesar del mal primer tiempo, la salida del Tottenham en la segunda mitad fue digna de elogio. Porque con todo en contra, los Spurs buscaron el gol que les metiese en el partido y lo encontraron de la mano de un español, el carrilero Pedro Porro, que se encontró un balón suelto adentro del área y lo puso en la escuadra izquierda de la portería de un De Gea que protestó fuera de juego posicional pero finalmente no hubo nada.

Las segundas jugadas eran todas de los Spurs y así creaban peligro, a pesar de que de nuevo, en un despiste, Bruno Fernandes pudo hacer el gol de la jornada tras un caño increíble en el borde del área y el posterior remate al larguero.

El gol de Porro fue un soplo de aire fresco para el Tottenham. Si el equipo londinense hubiese jugado así en los últimos meses, la cosa sería diferente. Porque con un poco de empuje y ganas, el estadio coreando a sus jugadores, las ocasiones llegaron. Once oportunidades de gol en media hora en la segunda parte.

Y tras intentarlo mucho, llegó el gol. Porque De Gea despejó largo, el Cuti Romero la ganó, Danjuma cedió a Kane y el capitán del equipo habilitó a un Son que metió el segundo del partido para los Spurs y empató el partido. Ahora nos quedaba otro encuentro en los últimos minutos.

Los dos equipos estaban muy cansados. Hacían intentos a la desesperada, pero se cuidaban, defendían, esperaban. Parece que se conformaban con el empate, mejor ganar un punto que intentar llevarse tres y perder. Tras 26 partidos en el Tottenham Stadium sin empates, hoy los dos equipos firmaban las tablas. Los aficionados locales aplaudían a sus jugadores, los jugadores visitantes se iban un poco contrariados.