Klopp, ante la incertidumbre: el último mercado del Liverpool que conocemos
Será la última ventana de traspasos con los ideólogos de este proyecto.

Antes de comenzar el partido, las cámaras apuntaban a la grada. Allí se encontraba Cody Gakpo, flamante nuevo fichaje del Liverpool. Como ya es costumbre, los Reds cerraron un traspaso importante sin tener que abonarse a las prisas de los últimos días, incluso horas, de los mercados de fichajes. En la primera noche de Gakpo en Anfield, los de Klopp sufrieron para ganar al Leicester (2-1). De hecho, lo hicieron gracias a un doblete en propia puerta de Faes. Un encuentro que fue el prólogo del último mercado del Liverpool que conocemos.
Desde que Fenway Sports Group, propietaria del club, llegara a Anfield, se apostó por lo que en Estados Unidos ya era tendencia: la estadística avanzada. Si en su día la película Moneyball se hizo famosa, en el bando rojo de Liverpool se instauró el Merseyball. Y, a pesar de tener todas las papeletas, Klopp no fue su Brad Pitt. Desde la sombra, Michael Edwards y Julian Ward edificaron al Liverpool campeón del futuro.
Si algo tiene de fuerte el Liverpool de Klopp es que logró plantarle cara al Manchester City de Guardiola, uno de los equipos más dominantes de la historia reciente en Inglaterra. Y lo hizo con una política de fichajes más austera. Como mínimo, hasta los últimos años. Apoyados por un grupo de científicos deportivos liderados por Ian Graham, Michael Edwards y Julian Ward, fueron los encargados de convertir el agua en vino. Ellos detectaban el talento. Klopp lo elevaba.
La fórmula ganadora
Primero, aumentaron el grado de competitividad del equipo. Luego fueron sumando talento a la fórmula ganadora del técnico alemán. Y, finalmente, iniciaron una lenta transición hacia el Liverpool del futuro. A pesar de que en las últimas temporadas el precio a pagar fue más alto de lo normal, los fichajes nunca fueron de demasiado relumbrón.
Del primer mercado con Klopp, Mané (desde el Southampton) y Wijnaldum (del entonces descendido Newcastle) se convirtieron en piezas capitales. En verano de 2017, el Salah de la Roma con el recuerdo agrio de su paso por Stamford Bridge llegó a Anfield. También lo hizo Robertson, desde el Hull City. Por contra, en invierno dejaron ir a la hasta entonces figura del proyecto, Coutinho. Donde unos vieron pérdida de ambición, Edwards dilucidó una vía de crecimiento. Van Dijk y Alisson paliaron el mal endémico de la defensa Red, mientras que Fabinho fue el elegido para liderar la sala de máquinas.
Diogo Jota inició el cambio
El fichaje de Diogo Jotainauguró la segunda etapa. Con el equipo definido, era el momento de aumentar la competitividad interna para no permitir que la relajación se colara en Anfield. Thiago, por su parte, ofreció otra mirada al equipo. Unos meses después, con Luis Díaz comenzó la tercera etapa, la de la transición. El colombiano cayó de pie en la ciudad de los Beatles a mitad de temporada y, al final de ésta, Sadio Mané cerró su ciclo como jugador del Liverpool. Darwin Núñez y Gakpo fueron los últimos. Presente y, sobre todo, futuro.
Michael Edwards dejó el cargo el pasado verano. La herencia del puesto de director deportivo quedó en Julian Ward, su aprendiz. Éste, sin embargo, ya anunció que al acabar el curso también abandonará Anfield. Klopp se queda sin los escuderos que, desde un segundo plano, elevaron su proyecto. Con el club a la venta, el Liverpool que conocemos inicia su último mercado de fichajes.