El Leicester roza el abismo siete años después del título

Fue el título más sorprendente de la historia de la Premier League. Así de claro, sin ningún tipo de exageración, es lo que logró el Leicester City en 2016.

Siete años después de haber conquistado el fútbol inglés, incluso de haber disputado la Champions League o de haber intentado colarse entre los mejores equipos del país -durante varios años invirtieron y planearon para ser una alternativa al Big 6, como demostraron con su título de la FA Cup en 2021 venciendo al Chelsea, sin ir más lejos-, el proyecto camina cuesta abajo y el abismo está a dos partidos: un posible descenso a Championship a final de temporada. Los Foxes son 19º en la clasificación, a dos puntos de la salvación, y sólo faltan dos jornadas por disputarse.

¿Qué queda del equipo campeón? Muy poco. Sólo dos jugadores, Vardy y Amartey. El primero sólo ha marcado tres goles en este curso y el segundo casi no juega en 2023. El resto de jugadores se fueron, poco a poco, dejando sólo el recuerdo de una temporada inolvidable. Los Tielemans o Maddison, llamados a comandar a la nueva generación, no han sido capaces de mantenerla a flote, a pesar de las actuaciones del inglés que incluso le valieron la convocatoria para el último Mundial de Catar.

La última derrota contra el Liverpool (un rotundo 0-3 con doblete de Curtis Jones y un gran disparo de falta de Alexander-Arnold) no ha hecho más que acentuar la dinámica y acercar el precipicio. La afición lo ve. Y así lo hizo saber.

La etapa de Brendan Rodgers acabó en abril, ya con el club en descenso, y le sustituyó un Dean Smith que tenía el reto de revivir al equipo con apenas ocho partidos por delante. La realidad es que el Leicester sólo ha ganado uno de los últimos 14 encuentros, una racha que inevitablemente les ha metido en problemas.

En el club ya temen lo que está a la vuelta de la esquina. Según una información de The Telegraph, el Leicester City aplazó la habitual gala de final de temporada para premiar al mejor jugador del año, por ejemplo, algo que se hace en todos los equipos ingleses, porque no consideraban oportuno organizarla tras un curso como éste.

Además, el hipotético descenso traería muchos cambios en la plantilla. El más directo sería un recorte en todos los salarios de los futbolistas, ya que sus contratos tienen cláusulas donde se reduce su nómina entre un 35% y un 50% en caso de descenso. De hecho, tal y como apunta el mencionado The Telegraph, la dirección deportiva ya trabaja en un perfil de futbolistas jóvenes para atraer en Championship.