Un gol de Mahrez deja tocado a Potter y avisa al Arsenal

No hizo falta un gol de Haaland y en la foto que encabeza este artículo se ve por qué: mientras que unos fueron a celebrar con Mahrez, el autor del gol, otros se acercaron a Grealish. Una gran jugada colectiva, un gol de equipo, una celebración grupal. El único tanto del Manchester City contra el Chelsea (0-1) fue en la segunda mitad y llegó tras los cambios -Guardiola dio entrada a Mahrez y a Grealish, que sustituyeron a Bernardo y Foden- y entre ambos se inventaron la jugada que dio los tres puntos... aunque Kepa Arrizabalaga pudo hacer más para despejar el centro.

Los citizens mantienen el pulso al Arsenal: están a cinco puntos de distancia y todavía faltan dos duelos directos contra el equipo de Arteta. Queda mucha temporada por delante y si algo han demostrado los de Guardiola es que no le temen a las ligas con puntuaciones altas. Así lo demostraron en Londres, donde celebraron el 0-1 defendiendo en su propio campo en una noche no tan prolífica y fluida como acostumbran.

Los cambios al descanso surtieron efecto. El Manchester City salió en el Bridge con un plan bastante innovador -incluso para los estándares de Guardiola- ya que tuvo dos caras: uno con balón, otro sin balón. Con la posesión, la defensa era de tres (Walker, Stones, Aké) y tenía por delante a Bernardo y Rodrigo, mientras que Cancelo, De Bruyne, Haaland, Gündogan y Foden marcaban una línea de cinco arriba. Cuando tenían que defender, Rodrigo se incrustaba en la zaga como segundo central, mientras que Gündogan pasaba al doble pivote junto a Bernardo Silva, manteniendo a Cancelo y a Foden en las bandas.

El paso por vestuarios sirvió para añadir una tercera cara del City: la que se le pone cuando juega Rico Lewis. El joven canterano entró en el 45' junto a Akanji (salieron tanto Cancelo como Walker) y se volvió a un plan habitual de las últimas semanas en las que el propio Lewis hace las veces de mediocentro y de lateral derecho. Mejoró la rapidez en la posesión, se encendió De Bruyne y después, con la entrada de Mahrez y Grealish, se encontró el único gol de la noche.

Vamos con varios datos que no necesitan explicación alguna: 10ª posición en la clasificación, a 10 puntos de los cuatro primeros, a 19 del líder y sólo una victoria en las últimas ocho jornadas. El tiempo aprieta. Entrar en Europa es una condición mínima para un proyecto que está ideado para volver a lo más alto. Al Chelsea se le está poniendo una cara que le gusta a su dueño, que acaba de gastarse otros 40 millones en un central (Badiashile) y sigue con problemas ofensivos. El dato que decoró la previa del encuentro decía que Haaland lleva más goles (21) que todo el Chelsea (20). Y es duro. Graham Potter nota la presión en el ambiente, aunque su puesto todavía no corra peligro.

A los médicos de los blues: tenéis trabajo, amigos. Ya había suficientes bajas en el Chelsea, pero en el primer tiempo recibió dos malas noticias más: Sterling (minuto 5) y Pulisic (minuto 22) no pudieron seguir jugando y fueron sustituidos por Aubameyang y Chukwuemeka. A estos dos contratiempos hay que añadirle el amplio listado de ausencias en los blues, con los que casi se puede montar una alineación alternativa. En la portería, Mendy. En defensa, Reece James, Chilwell y Fofana. En el centro del campo, Kanté, Loftus-Cheek y Mount (que se desveló poco antes del inicio del partido). En ataque, la de larga duración de Broja. No sorprende, por lo tanto, que en el banquillo de Stamford Bridge se tuvieran que sentar tres canteranos... y dos jugaron en la segunda mitad: Hutchinson y Hall.

Le dieron el premio al mejor jugador del partido. Y es normal. John Stones estuvo sensacional. Con Ruben Dias y Laporte de baja por lesión, el inglés ha asumido liderazgo y completó una gran noche en Stamford Bridge. En la primera parte, al lado de Rodrigo, que hizo las veces de central cuando el Manchester City no tenía la posesión.

En la segunda, junto a Manuel Akanji, otro que ha ganado en importancia debido a los problemas físicos que han golpeado a los citizens.