PREMIER LEAGUE

Marcos Álvarez, el trotamundos que vuelve a la Premier con el Leicester: "Ha sido un reto durísimo"

El sevillano repasa el ascenso del conjunto inglés, del que ha sido partícipe como preparador físico de Enzo Maresca.

Marcos Álvarez posa con varios integrantes del equipo tras lograr el ascenso./M. G.
Marcos Álvarez posa con varios integrantes del equipo tras lograr el ascenso. M. G.
Samuel Silva
Alonso Rivero

Samuel Silva y Alonso Rivero

El éxito del Leicester, que regresará a la Premier apenas un año después de su descenso, tiene también un apellido español. Marcos Álvarez (Sevilla, 1971) es el preparador físico que se lanzó a la aventura con Enzo Maresca, a quien conoció en el Sevilla como futbolista y a quien también había acompañado en el Parma. "Cuando paso mi currículum hasta yo me sorprendo de la cantidad de kilómetros y experiencias que he tenido", dice Álvarez, todavía con el regusto dulce de ese ascenso conseguido a pulso por el conjunto inglés.

Sevilla, Tottenham, Real Madrid, CSKA Moscú, Dnipro, San Lorenzo, Betis, Parma, Spal y Leicester completan las dos décadas de Marcos Álvarez en el mundo del fútbol. Licenciado en Educación Física y Doctorado por la Universidad de Granada, Máster en alto rendimiento deportivo por el COES y con el título de entrenador UEFA pro de fútbol nivel III, el sevillano ha vivido su segunda etapa en el fútbol inglés en una Championship de la que este pasado lunes se proclamó campeón.

"Sigo eufórico, era un reto importante en una liga que no conocíamos desde dentro. A través de contactos de excompañeros, de gente que trabaja aquí en Inglaterra desde hace tiempo, me informaron que la Championship era una de las ligas más duras a nivel mundial. Son muchísimos equipos, se hace muy larga, y se tiene en cuenta a nivel de mi área, que es la preparación física, la recuperación del jugador para los siguientes partidos", dice Álvarez sobre cómo ha vivido esta temporada en el Leicester. "Lo he confirmado, después de 27 años en la profesión, ha sido el primero en que un equipo no he tenido vacaciones en Navidad. Desde principios de julio a terminar ahora, sin parar y jugando como si estuviera en un equipo con competición europea y copa. Hemos hecho 53 partidos, 46 de Liga más siete de copa", añade sobre esa dureza del calendario de la segunda división inglesa.

Marcos, en un entrenamiento del Leicester. M.G.
Marcos, en un entrenamiento del Leicester. M.G.

El desafío era importante. El Leicester, que en los últimos años había llenado sus vitrinas con una Premier, una FA Cup o una Community Shield, descendió a los avernos tras una aciaga temporada 22-23. "Hemos sentido responsabilidad, el equipo el año pasado bajó por accidente. No había una mala plantilla, pero se dieron las circunstancias y no se consiguieron los resultados. No era un equipo que llevase un par de años o tres flirteando con el descenso. Sí comprobamos que era un club bien estructurado, con una gran organización y las cosas muy claras. El club tenía salud, no es que descendiera y fuera un desastre", asegura Álvarez, que también se encontró un equipo responsabilizado con ese reto de volver a la Premier: "Las urgencias las había, ha tenido mucho éxito en los últimos diez años. Una liga, que fue un hito casi sin precedente, la FA CUP, la Community... Era mucha responsabilidad y sabes que lo que hay que hacer es subir este mismo año. No era nada fácil, aunque había jugadores en la plantilla que tenían opciones de salir y quisieron subir al equipo otra vez a la Premier".

Su dilatada trayectoria, con experiencia en seis países distintos y con diferentes cuerpos técnicos, provocaron que Enzo Maresca lo reclutase para el Leicester, donde ha podido redescubrir la dimensión del fútbol inglés hasta en su segunda categoría. "Aquí en Inglaterra se invierte muchísimo para ponerlo a disposición del equipo y tanto a nivel de equipamiento como de personal. A pesar de estar en segunda, en el área de preparación física estaba con seis chavales más. Lo he dirigido con el entrenador, pero han colaborado y han hecho un trabajo excepcionalmente bueno", dice Álvarez, que pone en valor lo conseguido en esta campaña: "Siempre que donde estoy se gana algo pienso que puede ser el último y esta experiencia es la que te hace agradecer el trabajo en el que estás y disfrutarlo. Venir aquí, ver la felicidad de la gente cuando consigues el objetivo y darles algo que habían perdido te hace sentir orgulloso. Tienes que disfrutar cada vez que ocurre algo así".

Responsable de la parcela física, Marcos resalta la importancia de adecuarse al entrenador para el que se trabaje en cada momento. "Tiene sus connotaciones y depende del entrenador, del concepto y la idea que tenga de juego para aplicar tus entrenamientos o enfocarlos a él e integrarlos. Aunque hoy en día el jugador de fútbol es un deportista nato, no es como antiguamente que había que estar encima. Ahora se preocupa de su preparación individual y cuenta con muchas ayudas para ello", asegura, antes de apuntar esas diferencias que existen entre el fútbol inglés y el español y que también influyen en la preparación necesaria. "En la Premier sigue habiendo más libertad táctica que en España, sobre todo se abren mucho los partidos. La mayoría de equipos hacen marcaje al hombre, con lo que hay más espacios en el campo, no son tan cerrados. En España son equipos juegan más replegados e intentando no dejar espacios atrás. La Premier tiene más ritmo de juego que en España, y los partidos hasta que no pita el final no están cerrados. La semifinal de la FA CUP es un buen ejemplo. Un equipo como el United ganando 3-0 para meterse en la final ante el City, y un equipo de Championship, el Conventry le empata en los últimos 15 minutos hasta llegar a los penaltis. Eso es casi impensable en España. Aquí todo está muy abierto los 90 minutos", concluye Álvarez, el trotamundos que suma a su carrera un ascenso como campeón a la Premier.