PREMIER LEAGUE

Estos son los principios del Brighton de De Zerbi, "el mejor equipo del fútbol moderno"

Guardiola se refirió al Brighton como el equipo que mejor construye desde atrás. Y en este texto analizamos los motivos.

Roberto De Zerbi en Anfield. /GETTY
Roberto De Zerbi en Anfield. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

La canción de nuestras vidas siempre lo fue por algún motivo. Y muchas veces tuvo más relación con los otros que con nosotros mismos, aunque la historia nos la contemos distinta. Lo fue por lo que estaba de moda en aquella época, por las tendencias y por lo que entendíamos como bonito. El fútbol que practica el Brighton de Roberto de Zerbi es la mejor canción de nuestras vidas porque es un equipo que nace de una ruptura, de un cambio, y lejos de tratar de protegerse, se ha lanzado al vacío convirtiendo cada partido en una experiencia única. ¿Son el mejor equipo del mundo, como dijo Pep Guardiola?

El técnico de Santpedor suele ser clínico en sus observaciones, y aunque el Brigton no vaya a jugar Champions League el próximo curso y se quede sin ningún título (tiene unas semifinales de FA Cup pendientes), el comentario tiene una base. Desde la llegada de De Zerbi nadie dispara más que ellos (16,2), y solo el City genera más goles esperados con el balón en juego (1,32) y da más pases (625) que ellos. En una Premier en la que hay auténticos colosos, solo los de Guardiola generan más que los de De Zerbi. Pero lo mejor es el cómo. Ahí son únicos en su especie.

En saque de puerta a favor, es habitual ver al Brighton meter hasta a cuatro jugadores de campo en su área, dividiendo claramente el terreno de juego en dos: una primera línea y la última. ¿Por qué?
En saque de puerta a favor, es habitual ver al Brighton meter hasta a cuatro jugadores de campo en su área, dividiendo claramente el terreno de juego en dos: una primera línea y la última. ¿Por qué?

De Zerbi confluye en un momento histórico concreto: el de las presiones. En esta nueva era, en la que muchos equipos buscan ir a robar el balón asumiendo muchos riesgos, De Zerbi ha logrado construir un nuevo orden, un equipo que nace y crece a partir de lo que su rival hace, porque el contrario, como decía Juanma Lillo, es parte de uno mismo. Es en ese momento histórico en el que De Zerbi reacciona pujando el doble de fuerte. ¿Por qué meter hasta a cuatro jugadores en su área? ¿Por qué dividir el campo en dos? Atraer, fijar y atacar. Sus tres principios.

Sentirse atacado para crecer

Decía Paco Seirul·lo que en el fútbol no existen acciones, sino interacciones, en tanto que lo que uno hace modifica al compañero y tiene una incidencia directa en su toma de decisiones. El Brighton es una máquina de generar interacciones que conducen a una acción de gol, es un equipo transformador; modula la energía rival, su timing, para lograr tener las situaciones que desea. Su principal objetivo según Adam Lallana: "No es tiki-taka, sino generar ventajas: queremos tener situaciones de 4vs4 o 3vs3 en la última línea del rival. La locura detrás de la metodología es encontrar al hombre libre, de eso se trata."

El portero es siempre un jugador de campo más, construyendo así la primera ventaja, usando al doble pivote muy junto y atrayendo la presión rival. Atraer, fijar y acelerar.
El portero es siempre un jugador de campo más, construyendo así la primera ventaja, usando al doble pivote muy junto y atrayendo la presión rival. Atraer, fijar y acelerar.

El gran logro es hacer que cada futbolista, por muy lejos que pueda estar de la jugada, tenga un rol activo en la secuencia. Los extremos fijan y son elemento de profundidad, el '9' genera ventajas apoyando, el centro del campo es vital para progresar usando pases cortos y rompiendo a la espalda del que presiona.

A partir de ese momento, el Brighton usa a Caicedo (pivote) para tocar sobre el central y Mac Allister, el otro pivote, ya rompe a la espalda de Thiago, atacando así el espacio que ellos mismos han generando atrayendo al contrario tan abajo.
A partir de ese momento, el Brighton usa a Caicedo (pivote) para tocar sobre el central y Mac Allister, el otro pivote, ya rompe a la espalda de Thiago, atacando así el espacio que ellos mismos han generando atrayendo al contrario tan abajo.
El Brigton termina saliendo por dentro, con la línea defensiva fijada, y la opción de hacer daño al rival.
El Brigton termina saliendo por dentro, con la línea defensiva fijada, y la opción de hacer daño al rival.

De Zerbi contó en una charla sobre su modelo de juego el porqué de arriesgar tanto desde los primeros pases: "Si buscar jugar en largo y ganar las segundas jugadas es jugar a apostar, yo prefiero jugar desde atrás porque eso no es apostar, es trabajar. Quiero que mis jugadores, que técnicamente son buenos, reciban al pie, y si se tiene que jugar en largo que sea al pie, no a la cabeza". El Brighton no rechaza nunca mirar lejos, que prefiera combinar cerca de su portería no implica que esta sea su única forma de entender el juego, porque si algo ha logrado De Zerbi es que a partir de su forma de entender el juego, este se nos muestre infinito.

La importancia de dividir al rival es generar distancias, es decir, espacios, enormes entre sus líneas, usándolos para beneficio propio. Aquí se busca, con un pase vertical el desnudar la estructura rival.
La importancia de dividir al rival es generar distancias, es decir, espacios, enormes entre sus líneas, usándolos para beneficio propio. Aquí se busca, con un pase vertical el desnudar la estructura rival.
Otro concepto relevante es el del tercer hombre, que se activa constantemente con apoyos de su 9 para dejar de cara a uno de los pivotes y a partir de ahí atacar la profundidad.
Otro concepto relevante es el del tercer hombre, que se activa constantemente con apoyos de su 9 para dejar de cara a uno de los pivotes y a partir de ahí atacar la profundidad.

Como suele suceder en los buenos equipos, en lo micro está la clave. Y el equipo de De Zerbi domina una cantidad de registros que le permiten tener siempre media décima de segundo de margen. Desde cómo se perfilan los receptores hasta cómo, el jugador cercano a la pelota, se reconoce como parte activa de la acción y lee dónde situarse. En ese juego de interacciones, es súper importante el trabajo del doble pivote, que inicia muy junto para atraer, mientras que una vez la pelota les supera, toman caminos y recorridos distintos dependiendo de lo que pida la jugada.

Con esa devolución, Mitoma (extremo) ya se reconoce como parte activa y empieza a atacar la profundidad.
Con esa devolución, Mitoma (extremo) ya se reconoce como parte activa y empieza a atacar la profundidad.

De Zerbi ha construido un equipo que se asemeja a un ilusionista. Cada pase, control y movimiento va orientado a generar un efecto ilusorio en el rival, tendiendo pequeñas trampas que le sirven para catapultarse al espacio. De ahí que De Zerbi priorice siempre meter mucha gente cerca de su portero en los primeros pases, o que, en muchas salidas, el centro del campo quede vacío. Porque ese espacio estará ahí para atacarlo después.

El Brighton, como lo fueran el Sassuolo o el Shaktar, son hijos de una nueva era en la que, por encima de todo, el objeto de deseo se va a buscar lo más lejos posible. Lo divertido será seguir los pasos de De Zerbi en el fútbol una vez las preguntas cambien y las respuestas dejen de ser tan útiles. Porque un equipo que encuentra su principal virtud en la que el rival presupone que tiene, es un rara avis y un regalo para el espectador. Presionar a De Zerbi es como pegar a Hulg; solo provocas que se hinche más.