Rodrigo se acostumbra a golear

Un gol de Rodri para la victoria. La foto del momento más histórico del Manchester City lleva su cara: el único gol de la única Champions League del club. Tuvo que ser el mediocentro español el que rompiera a la defensa del Inter. Con ese gol entró en la memoria de todos los aficionados del City, pero ya ha hecho méritos suficientes para quedarse ahí siempre, incluso sin sus goles. Rodrigo sigue como lo dejó la temporada pasada, y la anterior, y es liderando a los citizens cada fin de semana.

Sin goles, pero también con ellos. Ya van dos este curso, el último de ellos decisivo: en el minuto 88 para ganar a un Sheffield United que logró empatar poco antes, dando la sorpresa en un partido donde apenas habían tenido ocasiones. Sin Guardiola en la banda por estar recién operado -pero sumando su 200 victoria en la Premier League, el más rápido en conseguirlo con 269 partidos-, el City estuvo a punto de patinar contra un recién ascendido por un error de Walker que supo aprovechar Bogle.

Pero ahí estaba Rodrigo para reaccionar: recogió un balón muerto en el área y lo mandó a la escuadra. Fácil. Tres puntos más y pleno de victorias en esta Premier.

Ni fallando ocasiones claras, entre ellas un penalti, se puede dar a Erling Haaland por frenado. El noruego estuvo errático contra el Sheffield United, pero marcó su gol. Falló un remate de primeras a puerta vacía. Falló un penalti, que lo chutó al palo. Falló algún control sencillo. Su lenguaje corporal era el de alguien frustrado. Y también lo fue incluso cuando celebró el gol: Haaland remató de cabeza una magnífica jugada de Grealish y resopló, sin apenas euforia, al hacer el 0-1. Había fallado tantas ocasiones que necesitaba meter un gol, su gol, y ahí estaba.

En tres jornadas de la Premier League ya suma tres goles. Dos en el primer partido, contra el Burnley, y uno contra el Sheffield United. No marcó contra el Newcastle, tampoco en la Supercopa de Europa ante el Sevilla. Mientras surgen conversaciones de si rinde en los días importantes -tampoco marcó en la final de Champions, o en las semifinales, ni en la final de la FA Cup-, sus números siguen siendo indiscutibles.

Con 39 goles en 38 partidos de liga, su carrera contra la historia sigue vigente. Los más rápidos en llegar a 40 goles en la Premier League fueron Alan Shearer y Andy Cole, pero ambos necesitaron 45 partidos. La próxima semana, ante el Fulham, otra oportunidad de seguir batiendo récords en el fútbol inglés.