Lo que une a Doncic, Klopp y un perrito con el ascenso del Castellón

El Castellón ya es equipo de Segunda División tras un año soñado en Primera Federación, donde han mandado prácticamente de principio a fin en un proyecto que estaba destinado a la gloria. Pero los que bien conocen la categoría son conscientes de que la inversión, los movimientos de mercado y las expectativas son fácilmente arrasados por la ratonera del fútbol de bronce. En esta ocasión, ha salido todo bien. Todo sorprendentemente bien. Todo especialmente bien. Y, por supuesto, tiene una explicación.

Castalia se ha entregado a sus hombres, ofreciendo semana a semana entradas magníficas y desplazándose en masa a cada encuentro fuera. Un respaldo sensacional solo entendido desde la comunión total entre afición y un equipo que también ha mostrado su cohesión de principio a final. Y, al más puro estilo Arsenal, algo ha tenido que ver Óscar Voulgaris, el perrito del presidente Bob y que ya es uno más en la plantilla.

Óscar estuvo presente en la foto del equipo y lleva meses integrado en la dinámica. En ocasiones se ha pasado por los campos de entrenamiento y los partidos, aunque su aparición más estelar fue en una rueda de prensa de Voulgaris, que lo explicó abiertamente: "Ha cruzado el continente tras un vuelo de 11 horas. Ha llegado a un nuevo país y un nuevo hogar".

Y al ser criticado, replicó: "Su comodidad es importante para mí y se siente más cómodo cuando está conmigo. Si eso te molesta, quizás necesites un perro que te ayude a disfrutar de la vida". Fue cuestión de un día, ya que después se le cogió cariño. De hecho, los jugadores le adoran.

Su presencia también ha ayudado a una mayor cercanía de Bob Voulgaris, que llegó en verano de 2022 con dudas por su currículum, pero que ha formado un proyecto de garantías y con la vista puesta en Primera División en cuestión de dos años. Desde luego, su perfil invitaba a la suspicacia...

En Estados Unidos, Bob Voulgaris era conocido como el enemigo público de Luka Doncic. El presidente del Castellón comenzó a ser reconocido en Estados Unidos tras crear su propio algoritmo con las apuestas, que él mismo catalogó como "el mayor invento de la historia".

Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks, lo fichó, en principio con un papel testimonial. Pero pronto sintió un flechazo: "Tiene un don". Todas las decisiones pasaban por él e incluso se rumoreó que era él el que decidía a pie de pista cómo debía jugar el equipo.

Nunca se entienden dos gallos en un mismo corral. Luka Doncic chocó con él en numerosas ocasiones, le exigió que no le diera más órdenes y se dirigió en pleno partido: "Tú a mí no me dices que me calme". Un 'o él o yo' de manual que se saldó con el despido de Voulgaris.

"En fútbol ya he aprendido mucho, pero la principal conclusión es cuánto juego sucio y encubierto hay en la NBA", expuso en su día Voulgaris. De momento, en Castellón su figura es respetada y los resultados le avalan. De hecho, su apuesta en el banquillo ha resultado ser un éxito absoluto.

El pasado mes de junio, el Castellón anunció la contratación de Dick Schreuder, prácticamente un desconocido. Y firmó... ¡por cuatro temporadas! Lo sorprendente es que nadie de una categoría superior se interesara por un técnico que llegaba procedente del PEC Zwolle, con el que había logrado el ascenso en su primera temporada completa. También fue nombrado mejor entrenador, antes había sido segundo entrenador del Hoffenheim que se clasificó a Europa League... Y su hermano dirigió al Ajax.

Su labor ha sido tal que suena con fuerza para convertirse en el nuevo entrenador del Feyenoord o, lo que es lo mismo, el sustituto de Arne Slot, que, a su vez, será el sustituto de Jurgen Klopp en el Liverpool. Casi nada para un entrenador que se ha codeado esta campaña en el barro y que ya cuenta con su gran premio del ascenso.