PRIMERA FEDERACIÓN

Así impulsó Jorge Casado el plantón del Rayo Majadahonda tras el escándalo racista: "O se da una hostia sobre la mesa... Sarr no levanta cabeza"

El capitán Jorge Casado habla en Relevo sobre el episodio racista con su guardameta en el campo del Sestao River: "Llegaremos hasta el final, aunque salgamos perjudicados".

Jorge Casado, en un partido con el Rayo Majadahonda./
Jorge Casado, en un partido con el Rayo Majadahonda.
Sergio Gómez

Sergio Gómez

La lacra del racismo no acaba en LaLiga. Varios episodios han emponzoñado la jornada del sábado, desde Primera División a Primera Federación. En el Getafe-Sevilla se oyeron ataques contra Acuña, jugador del Sevilla, que el colegiado Iglesias Villanueva consignó en el acta ("Acuña mono", Acuña, vienes del mono"), y contra Quique Sánchez Flores, técnico del conjunto andaluz. Horas después, la vergüenza se instaló en el estadio Las Llanas de Sestao.

En el Sestao River-Rayo Majadahonda, la grada local profirió insultos racistas contra Sarr, portero visitante, que saltó al sector en el que se encontraban esos seguidores y se enfrentó a ellos. A uno, incluso, le llegó a agarrar de la bufanda. El guardameta acabó expulsado y su equipo se negó a seguir jugando. El encuentro se suspendió en el minuto 87, con 2-1 en el marcador.

Pocos minutos después de plantarse sobre el césped, Jorge Casado, capitán del Rayo Majadahonda, escribió en sus redes sociales un mensaje tan firme como fuerte era su indignación: "Es una auténtica vergüenza lo sucedido hoy en el estadio Las Llanas, campo del Sestao River Club. Una sección del campo propinando insultos racistas a nuestro compañero Cheikh Sarr, por su color de piel. Además la Primera Federación y la Federación Española, obligándonos a salir a terminar el partido. Siento vergüenza. Parece mentira, año 2024, y tenemos descerebrados en los estadios campando a sus anchas. Todos somos Cheick. No al racismo".

"No se puede permitir esto", es lo primero que sale de la boca de Casado cuando responde a la llamada telefónica de Relevo. "Me da igual que fuéramos perdiendo, es una vergüenza. Y me da igual la categoría, el nivel de competición. Hablando mal, o se da una hostia sobre la mesa o esto no se acabará nunca. Aquí tengo a Cheikh Sarr, hundido, por más que le intentamos animar, que le decimos cosas no levanta cabeza. Él tiene una hija y todo esto duele mucho. Nosotros no lo podemos vivir. No sabemos lo que se siente", continúa.

El relato del capitán del Rayo Majadahonda es acelerado. La irritación es incontrolable. Por el lamentable episodio racista sufrido por su compañero y por cómo se han sentido cuando recibían mensajes de que debían finalizar el partido: "¡Nos estaban obligando a acabar! El árbitro es un mandado, el juez de competición o quien fuera estaba diciendo que había que acabar el partido. ¿Pero cómo puede ser eso? Los jugadores hemos decidido plantarnos. No vamos a jugar".

Casado fue quien sacó a su equipo del campo

La iniciativa ha partido del brazalete, del propio Casado, y la decisión ha encontrado rápido respaldo de jugadores y club. "Nos han marcado el segundo. Íbamos a sacar de centro, he oído murmullos en la grada, me he girado y he visto ya todo, la trifulca. Entonces hemos ido y le he sacado en volandas. Cuando le he visto ahí sabía que no era, con perdón, por llamarle un simple 'hijo de puta'. He sido el primero en comunicar a los míos que nos marchábamos. Estaba en caliente. He metido a todos en el vestuario. El míster y el resto nos han apoyado. Sé que esto nos va a traer consecuencias. No sé si en sanción o pérdida de puntos. Siendo los máximos perjudicados, fíjate, nos da lo mismo. No sé dónde están las reglas. Esto no se puede permitir y vamos a muerte", declara.

"Los del Sestao me decían que Sarr no podía hacer eso a la grada. Está claro que su acción no es la adecuada. Y no ha pegado a nadie, ha agarrado. Pero ha agarrado a quien le estaba propinando insultos racistas. Sonidos del mono y gritos de 'mono de mierda'. He ido y le he metido para dentro. Al principio ellos, los del Sestao, pensaban que había sido mi compañero el causante de todo. Me sorprendía ese comportamiento. Pero al conocer toda la situación, han empatizado un poco. En la vida nos había pasado algo así con Sarr", dice un Casado que insiste en que se tienen que tomar medidas para acabar con escenas denigrantes como la que se ha vivido en Sestao.

"Y si esto sucede al revés, que un rival recibe insultos racistas, me planto igual, nos plantamos igual. Me parece una vergüenza, sea con Sarr o sea con otro. Basta ya. Incluso ahora aún hay gente por aquí diciendo tonterías. Esto no puede seguir así. E insisto, somos los máximos perjudicados con esta decisión. Podemos recibir una sanción, nos quitarán los tres puntos... Da igual. Somos los colistas de la categoría pero hoy hemos demostrado que somos un señor equipo. Llegaremos hasta el final, aunque eso nos perjudique".