El Castilla se escapa de la crisis a lomos de Nico Paz

Suspiros de liberación, abrazos infinitos y la sensación de haber alejado de golpe un peligro que se aproximaba demasiado. La celebración de los jugadores del Castilla de su sensacional goleada ante el Real Murcia (5-1) reflejó a las claras el sentir del vestuario, que se había conjurado durante la semana para cortar la mala racha... y lo consiguió con sus mejores 45 minutos de la temporada. Después de llegar con 0-0 al descanso, el Madrid fue una apisonadora en la segunda mitad y aplastó a un rival llamado al ascenso. El puñetazo fue total en todos los sentidos: para despejar las malas sensaciones, para alejarse del descenso y para marcar cinco goles en 45 minutos... ¡después de una racha de 417 consecutivos sin perforar la portería rival!

La cita era de importancia máxima para el equipo de Raúl, sumido en una espiral negativa que había afectado al ánimo del grupo. Los números hablaban por sí solos: tres derrotas seguidas, seis partidos sin ganar y cuatro sin anotar. Todo queda ya atrás con la 'manita' al Murcia, un rival de presupuesto alto y que también afrontaba su final particular para engancharse al play-off.

Apenas había habido ocasiones en la primera parte, con los pimentoneros dominando y Raúl desesperado en la banda ante la escasa claridad de ideas de sus pupilos, que ni siquiera golpearon a puerta. El técnico, después del sonado tropiezo en Algeciras, agitó el árbol: mandó al banquillo a pilares como Obrador, Théo Zidane o Álvaro Rodríguez y colocó en el once inicial hasta a tres futbolistas del Real Madrid C. El equipo, sin pasar apuros, tardó en encontrar soluciones ofensivas. Aparicio estuvo impreciso y parecía faltar mordiente en los últimos metros, la tónica que había condenado al Castilla en los últimos meses.

La respuesta, en la segunda mitad, fue una consecuencia de los movimientos de Raúl (retiró a Aparicio, dio entrada al revulsivo Víctor Muñoz y colocó de 9 a Gonzalo) y, sobre todo, del talento individual de una estrella de apellido Paz. Su nivel está muy por encima de la categoría... y lo volvió a demostrar.

Al tinerfeño, internacional con Argentina, le bastaron apenas 90 segundos del segundo tiempo para agitar la varita y hacer magia en Valdebebas: recogió la pelota en su campo, la condujo sin que nadie pudiese frenarle y sacó un zapatazo desde 25 metros con la pierna derecha que se coló como un misil en la portería de Cassaro. Muchos ni siquiera recordaban que era zurdo.

El gol dio alas al Castilla y noqueó al conjunto de Pablo Alfaro, que ya fue incapaz de reaccionar. El filial se liberó del lastre y jugó con más libertad, con el dinamismo que había pedido el entrenador y que encabezó Nico. El segundo del canario llegó en el 56', con un lanzamiento de falta desde la frontal ante el que poco pudo hacer el meta.

Su doblete supuso la sentencia y el inicio de la diversión para el Madrid, con una mejor versión de Palacios y Manuel Ángel. El 3-0 corrió a cargo de Víctor Muñoz, en el 68' y en una jugada que ilustró como ninguna la simpleza que muchos niegan al fútbol: balón largo del central (Quique Ribes) y carrera al espacio del extremo, que definió por bajo. Después, en el 80' y en el 89', Gonzalo y Álvaro Rodríguez culminaron la obra, el primero con un tiro cómodo a pase de Paz y el último después de recoger un balón suelto. Entremedias Carrillo recortó distancias con una preciosa chilena. Nico Paz y Álvaro no marcaban desde principios de diciembre; Gonzalo, desde el 5 de noviembre.

La noticia había estado poco antes en la grada con la ovación del Alfredo di Stéfano a Pedro León, suplente en el Murcia y de regreso a la que fue su casa durante una temporada. A sus 37 años, como admitió en Relevo hace unos meses, su único sueño pasa por devolver a los pimentoneros al fútbol profesional. Y parece que no lo va a tener fácil: los de Alfaro encajaron su segunda derrota consecutiva, son décimos y terminaron desconsolados y pidiendo perdón a su afición.

El Castilla, con el Murcia roto, disfrutó como nunca en unos últimos compases plácidos. La temporada no estaba siendo fácil, pero el filial blanco respondió el día D para limpiar de un plumazo todas las dudas. Raúl ya respira... y sigue reivindicándose. Jamás ha fallado al objetivo (rozó el play-off en la 2019-20, se clasificó para Primera Federación en la 20-21, acabó a cuatro puntos de la fase de ascenso en la 21-22 y se quedó a seis minutos de subir a Segunda en la 22-23) y, salvo descalabro, tampoco lo hará esta vez. Con Nico Paz en forma, todo es más sencillo.

Ficha técnica:

Castilla: Cañizares; Carrillo, Ribes, Asencio, David Cuenca (Obrador, min. 78); Mario Martín, Manuel Ángel (David González, min. 88); Gonzalo (Álvaro, min. 81), Nico Paz, Palacios (Théo Zidane, min. 78); y Aparicio (Víctor Muñoz, min. 46).

Real Murcia: Cassaro; José Ruiz, Alberto González, Marcos Mauro (Andrés López, min. 84), Carrión; Svidersky (Pedro León, min. 65), Sabit Abdulai, Isi Gómez (Totti, min. 84); Loren Burón (Álex Rubio, min. 73), Amin y Dani Vega (Carrillo, min. 65).

Árbitro: López Parra (Cantabria). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Nico Paz, Asencio y David González.

Goles: 1-0 Nico Paz (min. 47). 2-0 Nico Paz (min. 56). 3-0 Víctor Muñoz (min. 68). 4-0 Gonzalo (min. 80). 4-1 Carrillo (min. 88). 5-1 Álvaro (min. 89).

Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada del Grupo 2 de Primera Federación. Disputado en el estadio Alfredo di Stéfano ante unos 2.000 espectadores.