El testimonio de Cheikh Sarr tras las peores 48 horas de su vida: "El árbitro ni me preguntó; una persona que sufre racismo no debe ser sancionada"

Cheikh Sarr ha roto su silencio en El Partidazo de la Cadena COPE. El portero del Rayo Majadahonda, 48 horas después de sufrir un episodio racista en Las Llanas, en el partido ante el Sestao River, se ha pronunciado por lo sucedido: "Cuando llega el minuto 50 o 60, empiezan a decir cosas raras y gritos de mono. Son varios. Lo estoy oyendo, ni miro para atrás, ni hago caso hasta que nos meten el segundo gol. Yo estaba en ayuno y siempre a esa hora tengo que romper mi ayuno. Cuando fui a por el agua, me estaban gritando, insultando y diciendo de todo. Me dijeron 'puto negro, corre, negro de mierda' y no pude aguantar", relata.

Unos insultos que el colegiado sí recogió en el acta pero, al mismo tiempo, reconociendo que no fueron escuchados por ningún miembro del equipo arbitral. No obstante, sí fueron oídos por Sarr y por algunos de sus compañeros, motivo por el que el Rayo Majadahonda se negó a seguir jugando, exponiéndose a una dura sanción por ello. Poco después, a la salida del estadio, en torno a las nueve de la noche, Cheikh Sarr acudió a la comisaría de la ciudad para presentar una denuncia en su nombre, acompañado por Jorge Casado, el capitán majariego, y por Iñaki Acha, el vicepresidente.

Esa misma noche, Vinicius, uno de los abanderados de la lucha contra el racismo, utilizó sus redes sociales para apoyar a Sarr, que aprovechó los micrófonos de la Cadena COPE para agradecerle su mensaje. "Voy a muerte por él porque él lo ha vivido. No hay sentido que haya racismo. Estoy muy orgulloso de él. Le doy las gracias por apoyarme y por luchar contra el racismo. Él solo no puede. Le he dado las gracias por su publicación en Instagram. Si todos los jugadores de nuestro color de piel fueran como él, acabaría", asegura.

Aquella tarde de Mestalla, Vinicius acabó siendo expulsado por una agresión a Hugo Duro. El Comité de Competición, en cambio, retiró la expulsión. En esta ocasión, Cheikh Sarr vio la roja directa por su confrontación con el aficionado que le profirió el insulto racista, al que agarró de la bufanda. El meta senegalés comenta la expulsión: "A un metro, vino donde estaba a buscarme. Yo fui a por él, le quería agarrar para preguntarle '¿por qué me insultas?' y a decirle si no tiene familia, no tiene hijas...", comentó en El Partidazo.

El portero no solo se expone a una sanción por su incidente con el aficionado del Sestao River, sino por la descripción de García Riesgo sobre el intento de agresión de Sarr al colegiado. "Él no vio nada porque estaba en el centro del campo. Ni me preguntó, me sacó la tarjeta roja y yo no lo podía entender. Si te hacen algo racista, tendría que defender al jugador", critica. Con todo ello, espera que no sea castigado por lo sucedido: "Una persona que ha sufrido racismo no debe ser sancionada. Me sorprenderá si me sancionan, no es justo pero lo tendré que aceptar", reconoce.

Preguntado si sería capaz de disculpar al aficionado por sus actos, afirmó que "todas las cosas en la vida se puede perdonar; hay que tener cojones para pedir perdón. La verdad: lo perdonaría. Desde el fondo de mi corazón, le perdonaría". Del mismo modo, en los micrófonos de El Partidazo, lamenta su reacción: "Pido disculpas por lo que hice, por cogerle de la bufanda; pero no lo hice por nada violento, quería preguntarle. Es una cosa para aprender".