Las consecuencias económicas para el Barça derivadas de la derrota de su filial ante el Córdoba
Los de Rafa Márquez jugarán en Primera RFEF la temporada que viene.

Sigue la resaca en Barcelona, y no precisamente por la noche de San Juan, sino por la derrota del filial blaugrana ante el Córdoba, que le obliga a jugar una temporada más en Primera RFEF. Las consecuencias que conlleva el no ascenso a Segunda División trae de cabeza a Joan Laporta y su directiva, que ven cómo han perdido una gran oportunidad de ingresos para el club. Estas secuelas no son tan solo económicas sino también deportivas. El club podría perder jugadores, que la tercera categoría del fútbol nacional ya se les queda pequeña.
Hace unos días, la entidad blaugrana conoció el dinero que le corresponde por los derechos televisivos que concede la RFEF a los clubes de Primera Federación. El Barça Atlètic es el líder de la tabla con un ingreso total de 116.624 euros, seguido del Deportivo de la Coruña con unos 108.719 euros. Una cifra que, pese a ser el equipo más beneficiado de la categoría, es mucho menos de lo que recibiría en Segunda División.
La diferencia de ingresos por derechos de televisión entre la Primera RFEF y LaLiga Hypermotion es abismal. La cantidad que recibieron los clubes de la categoría de plata de media en la temporada 2022/2023 fue de 6,8 millones de euros. El que más cobró fue el Granada con 9,64, que acabó subiendo a Primera, y el que menos fue el Villarreal B con 5,35, que se salvó como 18º clasificado. Por lo tanto, el Barcelona ha dejado de ingresar entre unos cinco y seis millones de euros por su filial.

Ventas en taquilla y consecuencias deportivas
Unos ingresos que, tal y como está la economía del club, Joan Laporta y los suyos no hubiesen visto con malos ojos. Además, al botín de LaLiga habría que sumarle la recaudación que ganaría el club en taquilla con la venta de entradas en el Johan Cruyff con la visita de muchos equipos históricos que militan en Segunda.
Semana tras semana se ha recorrido media España para ir de la convocatoria del primer equipo al partido con el filial por voluntad propia, sin tener obligación alguna. Se ha ganado la oportunidad a pulso. Gran capitán Marc Casadó pic.twitter.com/GlwEvgZ8TL
— Santi Ovalle (@santiovalle) June 23, 2024
A las consecuencias económicas por el no ascenso se le tienen que sumar las deportivas. Muchos jugadores han demostrado esta temporada que tienen la talla suficiente como para dejar de jugar en Primera RFEF. El primer ejemplo es Marc Casadó, que ha renovado hasta 2028 con el club, hará la pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Flick y de ninguna manera parece que seguirá en el filial blaugrana.
Otro de los casos más paradigmáticos es el de Marc Guiu, que todo parece indicar que está a un paso de firmar por el Chelsea. El detonante de la posible salida del delantero catalán ha podido ser el no ascenso del equipo a Segunda, ya que también tiene complicado tener un puesto con el primer equipo. Mikail Faye o Unai Hernández podrían ser otros de los nombres, cuyo futuro es una incógnita. El hecho de volver a jugar en Primera RFEF podría ser un problema, ya que han demostrado con creces que tienen nivel de sobras para subir de categoría.