El entrenador de porteros del Arenteiro se exhibe ante el Deportivo... ¡y participa en el gol del empate!

Diego Rivas ha protagonizado la historia más extraña de la semana y una de las más icónicas de toda la temporada. Tras colgar las botas (o los guantes) antes del arranque de la presente campaña, se sumó al proyecto del Arenteiro como entrenador de porteros. Sin embargo, las circunstancias han llevado a su club a tramitarle una ficha de forma exprés para colgarse la capa de salvador... ¡y tanto que lo ha logrado! En su redebut en el fútbol, fue claro protagonista del empate de los suyos en Riazor.

Pero tan protagonista que no anduvo lejos de marcar el gol de las tablas y fue partícipe de la jugada de este. En el descuento, con el Arenteiro 2-1 abajo, Diego Rivas subió a rematar un córner, el balón acabó llegando a sus pies, chutó a portería, el balón quedó muerto y Romay aprovechó el rechace para firmar las tablas y dar un duro golpe al Deportivo, que ya veía el ascenso un paso más cerca. Un exdeportivista, por cierto, que pidió perdón tras el tanto y del que se ha filtrado una imagen llorando por el descenso del equipo en 2013.

Cosa de los galones, Diego Rivas no dudó un segundo en subir y buscar el remate y se colocó en la posición ideal para ofrecer un recurso al compañero que botó desde la esquina. Como siempre ocurre cuando resulta el debate del juego con los pies en los guardametas, conviene resaltar que lo realmente relevante es que sea efectivo para detener las llegadas del rival.

Y a Diego Rivas tampoco le pillaron en esa. Lo cierto es que no se alejó demasiado de las porterías. La pasada temporada defendía al Racing de Ferrol y, en esta, ha entrenado a los metas del Arenteiro. Pero es innegable que no competir de forma profesional afecta a cualquiera y que el hoy titular no podía ser el que era.

Aun así, se encargó de disimularlo a la perfección. En el minuto 76, una gran jugada de Mella por el costado derecho acabó en chut dirección a la escuadra, pero Rivas detuvo con una gran estirada. En una noche en la que el Deportivo hizo menos daño que el habitual, el hasta ahora entrenador de porteros también tuvo que intervenir a disparo de Barbero en el primer tiempo. Si hasta su técnico, Javi Rey, se rindió a él: "Felicito a Diego Rivas, ha sido el mejor del Arenteiro".

Más allá de sus intervenciones de renombre, Diego Rivas mostró seguridad y galones como si el tiempo no hubiera pasado. Fue una solución improvisada ante una situación insólita. El Arenteiro tiene lesionados a Diego García y Manu Figueroa, dos de sus porteros. El restante, Pablo Brea, es propiedad del Deportivo, que aplicó la cláusula del miedo. Es decir, a siete días de jugar en Riazor, el equipo gallego no contaba con ningún guardameta en plantilla.

Intentaron firmar a Pablo Picón, pero problemas administrativos le impidieron tramitar su ficha. Así pues, se lanzaron con la inscripción de su preparador de porteros, que ha demostrado estar sobradamente preparado. Su desenlace, eso sí, es incierto. Diego Rivas estará en la plantilla para los partidos restantes, pero, a priori, parte con desventaja con respecto a su compañero Pablo Brea. Este domingo, cuando era necesario, resolvió con creces.