La perla que permite soñar al Barakaldo y que casi se queda por el camino se llama Pablo Santiago: "Se te va el sueño de pensar que serás profesional"
El de Eibar es la cara más visible de un equipo que sueña con su segundo ascenso consecutivo: "Es algo que inconscientemente llegas a pensar, pero tenemos que quitarle importancia".

Su expediente académico dice que es masajista y osteópata, su partida de nacimiento que es de Eibar, su profesión que es futbolista, y sus números que es el hombre gol del Barakaldo. Pablo Santiago (24 años) es la cara más visible del conjunto fabril desde la marcha de Maroan Sannadi rumbo directo a Primera División enfundado en una camiseta del Athletic Club.
Este año, el extremo izquierdo acumula dobles dígitos en su registro como goleador. Jugando a pierna cambiada y buscando el espacio, ha celebrado diez goles y ofrecido siete asistencias en lo que va de temporada. El armero disfruta de su primer año completamente centrado en el fútbol después de haber acabado sus estudios. En la mejor temporada de su carrera aún recuerda cuándo veía casi imposible el sueño de llegar a ser profesional.
Fue en el Eibar, cantera que conoce al dedillo y en la que ha escalado hasta llegar al segundo equipo. "Hicimos un buen año en Tercera RFEF, pero acabamos perdiendo el play-off de ascenso contra el Deusto. Yo tenía 23 años, tampoco tenía sentido quedarme en Tercera Federación con casi 24 años", revive el delantero en una videollamada con Relevo. En ese momento, consideró que su ciclo en el filial eibarrés había llegado a su fin y, al mismo tiempo, su objetivo de ser jugador profesional parecía esfumarse.
"En ese momento se te va el sueño de pensar que puedes ser profesional. Es difícil imaginar que puedes llegar a Segunda División. La vía más rápida es estar en un filial, cuando falta gente en el primer equipo estás tú", reconoce. A él le tocó la vía difícil. Bueno, cada día pelea por ella: "La otra forma es muy difícil. Tienes que conseguir estar en Primera RFEF, ascender con tu equipo, ser alguien importante para quedarte o hacer un gran año en Primera Federación para que la gente vea que vales para Segunda. En el momento en que salgo del Eibar ni se me pasa por la cabeza esa situación".
Ese es el punto en el que está Pablo a día de hoy. Ya en Primera Federación, y siendo una pieza clave en el Barakaldo, el sueño se acerca a la yema de los dedos. "Está entrenado la pelota y cuando está de que entra, hay que aprovechar. Estoy muy contento, muy a gusto", dice sobre su estado de forma y sus números individuales. Sin lugar a dudas, una pieza clave en el puzle que ha construido Imanol de la Sota. El que fuera técnico del Bilbao Athletic, tiene al Baraka en puestos de play-off a Segunda División y eso que es un recién ascendido de Segunda Federación.
Pablo Santiago ya sabe lo que supone subir de categoría con el Barakaldo, porque fue uno de los hombres del ascenso la pasada temporada. Junto con el estreno de la temporada en Primera RFEF, firmó un nuevo contrato que caduca en junio de 2025. El futuro no le preocupa, solo se centra en los siguientes partidos. Tras la victoria de la pasada semana ante el Lugo, donde firmó el gol de la remontada, quiere volver a sumar tres puntos contra el Nástic de Tarragona. "Ahora viene el momento clave. Hay muchos equipos que están de uno a cuatro puntos. Todos se quieren meter en el play-off", avisa.
El vestuario lo sabe, el próximo mes se vivirá una selección natural en la clasificación del Grupo 1 de la tercera división del fútbol español. "En tres o cuatro jornadas se va a decidir más o más quién tira para arriba y quién para abajo. Por ahora no se han hecho subgrupos dentro de la clasificación, todo está muy igualado", añade sobre el corte que se vivirá en la categoría.
A pesar de que su día a día se compone con el plan de trabajo del Barakaldo y sus sesiones de gimnasio personales, Pablo no se obsesiona con lo que puede llegar esta temporada. Paseos por el monte, salir a tomar algo y ver mucho fútbol terminan de completar un día tipo en la vida del extremo. Sigue viviendo en Eibar y hasta hace de chófer para todos del vestuario que viven por la zona.
Uno de esos compañeros que ahora ve, pero desde la televisión, es a Maroan Sannadi. "Maro nos daba mucho, pero tenemos que adaptarnos. Son cosa que pasan y creo que es bueno. Pensar que hay equipos de Primera, o de Segunda, que se están fijando en lo que estamos haciendo es bueno para todos", opina sobre el salto del delantero vasco de Primera Federación a LaLiga.
Sin los números del canterano del Alavés, el Barakaldo todavía se permite soñar con el ascenso a Segunda División. "Es algo que inconscientemente llegas a pensar, pero creo que tenemos que quitarle importancia para seguir", opina el máximo artillero del conjunto fabril. Y se conjura: "Como poco quedan tres meses, ojalá dos o cuatro partidos más. Solo disputar el play-off ya sería una locura". No ve la hora de vivir un ascenso a Segunda con el Baraka, algo que no se vive desde hace 80 años.