Un tifo de 'Primera' y la invasión de campo que explican el segundo ascenso consecutivo del Barakaldo: de 3ª a 1ª RFEF en dos años
6.000 aficionados se reunieron en Lasesarre para animar a su equipo en la vuelta del play-off de ascenso . Los locales necesitaban remontar un 3-1 del partido de ida.

Bilbao. - Los del Río decían en su canción que "Sevilla tiene un color especial". Pese a estar prácticamente en la otra punta del país, Euskadi tampoco se queda atrás. El verde de sus montes predomina en un paisaje muy natural que deja anonadado a cualquiera que no está acostumbrado a ello. "Aquí sale el sol y se nubla 15 veces al día", dijo una señora de Barakaldo, mientras el pueblo se preparaba para una tarde histórica. 17h de la tarde; una hora y media antes de empezar el encuentro y los aledaños del estadio de Lasesarre ya estaban llenos de aficionados que llegaron antes para llevar en volandas a su equipo hacia el ascenso a 1ªRFEF. 6.000 fabriles recibieron a su equipo con cánticos de "Que sí, que sí, que vamos a ascender". El público estaba muy ilusionado y con confianza por ver como su Barakaldo podía volver a subir de categoría, aunque para ello tenían que remontar un 3-1 en contra ante el Orihuela.
18h y poco a poco, la gente iba entrando al estadio. Ya dentro de Lasesarre se respiraba un ambiente mágico. Cuarta categoría del fútbol español, aunque la atmósfera podría ser perfectamente de Primera. La entrada al campo de los 22 futbolistas fue espectacular. La grada norte de los locales desplegó un tifo gigante que decía "Barakaldo a fuego" mientras no podían paraban de alentar a los suyos. Poco tardaron los locales en dar la primera alegría de la tarde. Minuto siete y los fabriles ya habían marcado el 1-0. Iker Pedernales provocó la euforia de los aficionados que veían más cerca la remontada.
La asistencia fue de Endika Buján, un extremo derecho con el 11 a la espalda, medias bajadas y con el balón pegado a los pies que despertaba los "olés" de la grada cada vez que tocaba el esférico. La calidad del joven de 21 años ha llamado la atención de muchos, pero como buena perla euskera jugará la temporada que viene en el filial del Athletic Club. El Orihuela apenas se acercó a la meta rival y el encuentro llegó al descanso con 1-0 y un Barakaldo que tenía la mitad de los deberes hechos.
Un sentimiento de padres a hijos
Nada más empezar la segunda parte el Barakaldo anotó el 2-0 a través de Borja García tras una jugada embarrada con muchos rebotes, que provocó una alegría desmesurada en Lasesarre. La grada estaba repleta de familias con abuelos, padres e hijos animando al equipo de su ciudad. Un sentimiento que pasa de generación en generación y que parece no tener fin. "Que acabe ya y gane el Baraka", se escuchaba de varios niños que sufrían por ver como sus ídolos luchaban por subir de categoría.
El Orihuela parecía atacar más para marcar un gol que les diera el ascenso, aunque sus ocasiones más claras fueron en posición antirreglamentaria. Con 2-0 en el marcador se llegó al fin de los 90 minutos, pero nadie se movió de sus asientos porque aún quedaba la prórroga. Los más pequeños se preguntaban si habría penaltis, pero no ya que este resultado le valdría al Barakaldo para ser club de 1ª RFEF. Los minutos pasaban y pese a llegar a las 21h con el inicio de la final de la Champions, la gente seguía intacta en Lasesarre y prefería ver el desenlace del equipo de su ciudad.
El final de los 120 minutos se acercaba y los 6.000 aficionados cantaban con las bufandas en todo lo alto alentando al "Baraka". El árbitro pitó el final y el estadio se vino abajo. Piel de gallina en Lasesarre. Todo el público corrió hacía el interior del terreno de juego para celebrarlo junto a sus futbolistas, invadiendo el campo con una felicidad inmensa. Una imagen que contrastaba con la de los jugadores del Orihuela que estaban desolados y pidiendo perdón al centenar de aficionados que se desplazaron hasta allí.
Ascender es muy complicado, pero hacerlo dos años de manera consecutiva parece imposible. Esta es la hazaña de un Barakaldo que la temporada pasada militaba en la 3ª RFEF y no se conforma con estar en 1ªRFEF. Así lo hicieron saber los aficionados cantando que el Baraka volverá a Segunda División. "No hay dos sin tres", dice el famoso refrán. Por muy complicado que parezca con este equipo y una afición de Primera cualquier cosa es posible.