El Gobierno de Andorra "no contempla" que Gerard Piqué se lleve el equipo del país, pero le 'veta' su estadio

Un día más sigue abierto el conflicto entre el Gobierno y el FC Andorra por el estadio del equipo de fútbol, mediatizado desde la rajada de Gerard Piqué contra el ejecutivo y el rugby del Principado. Tras un sinfín de declaraciones cruzadas de todas las partes, el posicionamiento de unos y otros está muy alejado, es antagónico. Y parece irreconciliable pese a las buenas palabras de ambos bandos.

En verano, al FC Andorra le vence la concesión para disputar sus partidos en el Estadi Nacional, donde juega desde hace cuatro años. Y la voluntad del equipo de fútbol es seguir compitiendo en ese campo, tal y como argumentó su máximo accionista en una larga rueda de prensa. "No vamos a ir a Encamp", verbalizó Piqué, dejando muy claro que su club solo se movería del Nacional para abandonar el país.

Del lado del Gobierno por activa y por pasiva han asegurado que van a cumplir lo pactado y que el Nacional volverá a ser para el rugby, cuya versión recientemente la recogimos en Relevo. Significa que el fútbol debería mudarse sí o sí al nuevo estadio de la federación andorrana de futbol (FAF) en Encamp, que estará listo en unas semanas, pues, descartada por parte de Piqué la posibilidad de construcción de un estadio propio, es la única instalación en el país además del Nacional que cumple los requisitos de Primera RFEF y Segunda División.

Pese a la clara y rotunda negativa del exjugador azulgrana, que amenazó con trasladar el equipo a España si no se cumplían sus peticiones, el Gobierno le 'veta' el Nacional e insiste en su idea de que el FC Andorra juegue la próxima temporada en Encamp. "Nuestro objetivo es dar el máximo apoyo a todas las entidades deportivas, pero tenemos que gestionar las infraestructuras de un modo equitativo", declaró el secretario de deportes del país de los Pirineos, Alain Cabanes, tras una reunión con la FAF para empezar a definir el uso de su nueva instalación de cara al curso que viene.

El objetivo del ejecutivo es encontrarle un encaje al FC Andorra en el estadio de Encamp, que tendrá prioridad para la selección nacional, pero que pueda satisfacer al equipo de fútbol. En estos momentos y en vistas de las posturas de todas partes, no da la sensación de que exista un punto medio para un acuerdo, pese a que el secretario de deportes, muy hermético, entienda que sí: "Estas primeras reuniones son para entender todas las necesidades y ver como podemos alinear las posiciones".

De momento, el club tricolor, que considera el Nacional como su casa, sigue a la espera de recibir una propuesta por parte del Gobierno en relación con un hipotético traslado a Encamp. Cuestionado sobre la posible marcha del país del FC Andorra, Cabanes aseguró que "no se planteaban" tal escenario y que ahora están focalizados en "sentarse, hablar y encontrar una buena solución para todo el mundo".

Mientras tanto, el Andorra sigue a lo suyo y este sábado disputará un trascendental partido en el campo del Barakaldo, que tiene cuatro puntos más que los del Principado y que ocupa la quinta posición en la clasificación, la última que da acceso a la disputa del play-off de ascenso a Segunda División. De ganar, los tricolor darían un salto de gigante en sus aspiraciones de regresar a la categoría de plata que abandonaron el pasado año.