El doble susto de Dragisa Gudelj, visto por dos cardiólogos: "Si fuera mi hijo le prohibiría jugar al fútbol"
El futbolista del Córdoba cayó este domingo desplomado durante un partido ante el Melilla.

Sobre el césped del estadio Álvarez Claro de Melilla, el hermano del sevillista Nemanja Gudelj, Dragisa, caía este domingo desplomado. El futbolista del Córdoba, que el pasado 25 de marzo sufrió una parada cardiaca durante el encuentro que los andaluces disputaban ante el Racing de Ferrol, volvía a sembrar el pánico. Levantándose por su propio pie, aunque algo desorientado, el central fue traslado al hospital.
Consciente en todo momento y tras someterse a pruebas médicas, el entrenador del Córdoba, Iván Ania, mandaba un mensaje tranquilizador. "Está estable. En todo momento ha estado consciente. Posiblemente vuelva ahora con nosotros en el viaje de regreso. Un susto grande, pero con buen final", señalaba. Instantes después de sus declaraciones, la cuenta oficial de X (Twitter) del Córdoba compartía un vídeo de Dragisa regresando a casa junto al resto de sus compañeros.
24 horas después de lo sucedido, el club andaluz informaba este lunes sobre el estado de salud del futbolista serbio.
"Los servicios médicos han podido confirmar que el jugador sufrió ayer un desvanecimiento en el encuentro disputado en Melilla. Se encuentra bien físicamente. El jugador llevará a cabo un plan específico de entrenamiento". El desfibrilador (DAI), que se le implantó durante una operación en el mes de marzo, resultó clave.
ℹ️ Dragi Gudelj llevará a cabo un plan específico de entrenamiento.
— Córdoba CF (@CordobaCF_ofi) December 4, 2023
Una vez más, queremos agradecer la colaboración y el respeto de todos, así como las infinitas muestras de cariño hacia nuestro jugador. En nombre de Dragisa Gudelj, muchas gracias de corazón.… pic.twitter.com/NtUGlx4twZ
"Hace unos años era impensable que alguien pudiera jugar al fútbol con un desfibrilador. Nadie autorizaba eso en España hace cinco años. El riesgo de muerte súbita permanece y el desfibrilador no cura nada. Trata y salva la vida. El riesgo de arritmia, Dragisa lo va a tener toda su vida.", cuenta a Relevo el jefe de Sección de Arritmias del hospital Puerta de Hierro, Ignacio Lozano.
Tras sufrir un nuevo desvanecimiento, la pregunta resultaba obligada, ¿debería Dragisa seguir jugando al fútbol? "Claro que hay un riesgo, y un riesgo aumentado. Pero, ¿quién prohíbe a una persona que realice su trabajo si es su modo de vivir y de ganarse la vida? Hay riesgo y si fuera mi hijo le prohibiría jugar. Pero si es su forma de vida, ¿qué le dices? Le puede ocurrir en cualquier momento, pero ojo, no es lo mismo correr para coger el autobús o bajar las escaleras que hacer el deporte que hacen ellos de forma constante. El índice de probabilidad (de muerte súbita) es mayor practicando deporte que sin practicar deporte. Mi consejo es que abandone el fútbol", señala quien durante años fuera jefe de los Servicios Médicos del Atlético de Madrid, el doctor José González.
"Hay algunas enfermedades cardiológicas en las que en el deporte de competición se desaconseja, pero en otras no. Yo no me sé la historia clínica de este chico. ¿Por llevar un desfibrilador uno debe desaconsejar el deporte? No. ¿Hay cardiopatías que el deporte de competición esté contraindicado porque agravan la cardiopatía? Sí. ¿Tiene esta este chico? No lo sabemos", apunta en esa misma línea el doctor Lozano. "Un jugador puede jugar con un desfibrilador porque el riesgo no es mucho mayor. Él ya sabe que el riesgo existe. ¿Está garantizado que el desfibrilador le va a sacar el 100 por 100 de los casos de arritmia ventricular maligna? No. ¿Se puede morir en un campo de fútbol? Sí, pero también se puede morir en su casa", añade.
Un caso diferente al de Rubén de la Red
El jugador del Manchester United, Christian Eriksen y el del Girona, Daley Blind son ejemplos de otros futbolistas que también juegan con un desfibrilador. Rubén de la Red, que sufrió un desvanecimiento durante un partido de Copa del Rey defendiendo la camiseta del Real Madrid, también tiene uno. Él, a diferencia de estos, tuvo que dejar el fútbol.
"Los médicos le aconsejaron eso y él aceptó. Es cierto que era el Real Madrid y que le ofrecían unas condiciones económicas muy buenas y un puesto de trabajo. No estaba desamparado. Hay una frase que siempre me gusta decir. No hay enfermedades, sino enfermos. Cada uno es un mundo.", reflexiona el doctor González.
"En ese caso estuve yo muy implicado. Se sabía mucho menos porque su enfermedad fue un poco más sutil. Años después supimos que era una miocarditis, pero el diagnóstico no dio la cara con facilidad. Rubén de la Red tuvo luego otra descarga corriendo detrás de un autobús, por lo menos que yo sepa. Pero Rubén no sabíamos lo que tenía. Al final se decidió protegerle con un desfibrilador por si lo que había tenido era una arritmia maligna, que lo fue. En ese momento ningún médico del Madrid le habría autorizado a jugar con un desfibrilador. Yo decía que sí, pero ellos dirían que no. Con los años hemos avanzado mucho", cuenta el jefe de Sección de Arritmias del hospital Puerta de Hierro.
Para confluir González apunta otra de las claves. "Todos estos jugadores no consultan un médico. Consultan 25. Dentro de esos médicos siempre hay un pequeño porcentaje que le dice que no se preocupe, que puede seguir jugando sin problema. Eso es lo que el jugador quiere y por eso se engancha a esa opinión. Todo es complicado y complejo". Por el momento Dragisa Gudelj llevará un plan específico de entrenamiento.