El "hombre de hielo" que asume el reto de salvar al Barça Atlètic: "Será igual de profesional que cuando entrenaba al benjamín"

"Aunque dejes los banquillos, siempre te queda el picorcito de volver a entrenar", comenta un entrenador de La Masia. Sergi Milà se alejó del área técnica cuando llevaba el Juvenil A y pasó por el área de metodología hasta convertirse en el coordinador de fútbol 11 del FC Barcelona. Ahora, tras la salida de Albert Sánchez, se embarca en la aventura de intentar salvar al Barça Atlètic del descenso a la Segunda Federación. En las instalaciones blaugrana todos coinciden: no hay nadie más oportuno para hacerse con el cargo. Debutará este domingo ante el Nàstic de Tarragona.

Milà lleva más de dos décadas en el club y ha hecho prácticamente de todo. Empezó desde la base de la pirámide, la FCB Escola, donde estuvo cinco años, para después saltar al fútbol base. Su objetivo siempre ha sido que los canteranos escalen hasta el primer equipo y ha adecuado a ello la metodología. Desde trabajos específicos a informes por posiciones que han acabado pidiendo los propios jugadores. De segundo lleva a Gerard Sarrà, su mano derecha también en el área de metodología del club. "Nunca lo verás poniéndose medallas", aseguran desde Can Barça.

"Es la definición de ADN Barça, entiende a la perfección el juego de posición y da valor a cada detalle", comenta un exentrenador de La Masia. En sus inicios en la estructura del club, una temporada pasó de ser primer entrenador a quedar como segundo, lo que se entendió como un pequeño bajón en su currículum. "Aceptó que tuvo que dar un paso atrás para dar después 25 adelante", recuerdan. Un tiempo después acabó como subcoordinador de fútbol siete con Marc Serra, que sigue desarrollando el mismo cargo. Es por este motivo que Òscar Hernández les mandó a ellos el primer informe que entró en La Masia de Lamine Yamal. También tuvo a Pere Romeu, actual técnico del femenino, como segundo.

Todos aquellos que han trabajado con él coinciden en su frialdad a la hora de tomar decisiones y gestionar. Es, ante todo, metódico. "Es muy tranquilo, se hace respetar con su presencia. Es muy estable a nivel emocional, capaz de no ponerse nervioso en los malos momentos ni estar superfeliz en los buenos. Lleva toda la vida aquí, sabe lo que significa el Barça. No tiene altibajos. Es cercano por su manera de ser. No quiere ser amigo de los jugadores, pero los hace rendir y que se sientan que puedan llegar donde quieren", afirma un técnico.

En los despachos mantiene la misma postura que en el área técnica. "Es inteligente y calculador, todas las decisiones las toma en frío", asegura alguien que ha trabajado con él. "Cumple con todos los cánones de lo que tendría que ser un entrenador o un coordinador. No pierde los papeles nunca. Nunca grita, pero se hace respetar. Es metódico en todo, hasta en la forma de ser. Es su personalidad. Cuando ha habido cambios, los ha asumido profesionalmente. Hace lo que toca en cada momento", cuentan.

La definición más pertinente, en la que varios coinciden, es "hombre de club". "Es muy ordenado, muy bueno en todo: ámbito que toca, ámbito que acaba dominando", señalan. Durante su última etapa ha ido introduciendo varios cambios a nivel metodológico, siempre con Sarrà cerca. "Nunca ha querido vender motos ni ha anunciado a bombo y platillo que ha sido el impulsor. No lo cree necesario, lo lleva como si nada", explican. De fondo siempre está una manera de ser calculadora. "Las 'broncas' son razonadas, sin gritar. Y cuando te elogia, no te da abrazos. Es un poco el hombre de hielo", exponen.

"Es top como persona y entrenador. Es con el que más he aprendido, un referente. Solo puedo hablar maravillas de él. Es directo, pero abierto con el jugador, lo escucha. Es bueno diseñando tareas y ve bien el partido en directo", explica un entrenador. Su rol de coordinador de momento no tiene sustituto. El club deberá decidir en el corto plazo si busca alguien que lo ocupe o si lo delega entre varias personas hasta final de campaña. Como mínimo hasta entonces, Milà estará ocupado con el Barça Atlètic.

"Si te pones a mirar, es la mejor opción de todas dentro del club. Tiene mucho, mucho nivel. Y su segundo, Gerard Sarrà, también. Son dos elementos muy buenos para el filial. Son los dos mejores para sacar la situación adelante", opinan desde La Masia. Más de dos décadas dan para mucho. En forma de legado está el camino hacia el fútbol profesional de decenas de jugadores. También en clave Barça: desde Dani Olmo a Gavi, entre muchos otros. "Será igual de profesional llevando al filial como lo era llevando al benjamín", rematan.