PRIMERA RFEF

El Nàstic, entre el espejo del Girona y el recuerdo de cuando goleaba al Espanyol en Primera: "Se vendió a capital extranjero..."

Antes del ascenso de los gerundenses, era el conjunto grana el que rivalizó en LaLiga con los blanquiazules.

Celebración del ascenso del Nàstic a Primera en 2006. /EFE / Jaume Sellart
Celebración del ascenso del Nàstic a Primera en 2006. EFE / Jaume Sellart
Marc Mosull
Alberto Martínez

Marc Mosull y Alberto Martínez

El próximo lunes se jugará en Cornellà-El Prat el 'otro' derbi catalán de Primera División, el que enfrentará a Espanyol y Girona, los dos grandes equipos de la comunidad autónoma más allá del todopoderoso FC Barcelona. No hace tanto, el puesto de los rojiblancos, que apenas están disputando su quinto curso en la élite nacional, lo ocupaba el Nàstic de Tarragona, actualmente en Primera RFEF, pero que en la 2006-07 tocó el cielo compitiendo en LaLiga más de medio siglo después de hacerlo por primera vez.

En la tercera y última entrega de la charla de Lluís Fàbregas con Relevo, el presidente grana echa la vista atrás y recuerda la histórica temporada del Nàstic en Primera y los dos triunfos que logró ante el Espanyol, rival en su debut. También valora el éxito de un Girona que ha pasado de jugar en Primera Catalana a escuchar el himno de la Champions en Montilivi. Y examina la posibilidad de que la entidad que preside pueda terminar vendiéndose a capital extranjero, como en su día hizo el club del norte de Cataluña.

¿Cómo recuerdas la temporada del Nàstic en Primera?

Marcó un antes y un después porque el Nàstic llevaba más de 55 años sin estar en Primera División. Pusimos en valor al club y dimos un salto cualitativo desde la conversión en SAD; desde entonces han sido los mejores años de este club, que tiene 139 años de historia. Con el ascenso, se disparó el apego al club, no solo en la ciudad, sino en toda la provincia, incluso en gente de Barcelona. Y eso ha perdurado. Y si volvemos a subir a Segunda estoy seguro de que volveremos a ver 9.000 o 10.000 espectadores fijos en el estadio y 14.500 en los días importantes.

¿Qué cambiaría?

Era un reto muy difícil. No estábamos preparados. Quisimos mantener la estructura deportiva que nos había subido: entrenador, muchos jugadores… y esto no fue suficiente para mantenernos en la liga de las estrellas. Creo que cada categoría requiere a sus profesionales concretos. Lo que haces bien en Primera RFEF no te vale en Segunda.

¿Cuál es el partido más recordado en Tarragona?

Yo recuerdo especialmente el debut en el campo del Espanyol, el 0-1 con gol de Alejandro Campano. Después goleamos en casa al Espanyol por 4-0. Me acuerdo de los partidos de Barça, Madrid, Valencia o el desplazamiento a San Mamés, donde ganamos. Si me tengo que quedar con uno es el debut contra el Espanyol, un club amigo, cercano. Empezamos muy bien en Primera.

¿Cómo se ve el fenómeno del Girona desde Tarragona? Antes, el Nàstic ocupaba ese sitio en Primera.

Con envidia sana. Y reconocimiento absoluto por la gestión que están haciendo desde la presidencia, los órganos ejecutivos, etc. Han hecho un gran cambio. Yo había ido a jugar [Fàbregas fue portero] a Girona en Tercera y Segunda B, incluso en Primera Catalana, con el Valls a Montilivi. Y hace años, el Nàstic estaba mucho más arriba siempre. El Girona se vendió. Se vendieron a capital extranjero. Este es un hecho evidente. A partir de aquí, renunciaron al activo del territorio para poder crecer, ir ascendiendo con un acompañante y ser referente y modelo en muchas cosas. Tomaron esa decisión y tuvieron el premio de entrar en el paraguas del City Football Group. Si algo tienen son recursos. La parte catalana, de país, la mantienen con una parte de la propiedad, pero la mayoría es de fuera.

Esta es la gran diferencia. Y lo trabajan muy bien. Las relaciones de clubes son magníficas. Nosotros no renunciamos en un futuro a poder estar más arriba… primero subir a Segunda y después tratando de replicar lo que logramos hace unos años, estar en Primera. Y quedarnos más tiempo a poder ser en Primera.

¿Cómo se reparte el accionariado del Nàstic?

El Ayuntamiento tiene una participación en el club, representa un 10%. Empezó teniendo un 50%, permitiendo que fuera SAD y formara parte del fútbol profesional y poco a poco fue menguando. Siempre con la voluntad de ayudar. Pese a que a día de hoy solo sea un 10%, para nosotros es fundamental que el Ayuntamiento esté en el accionariado y que vaya de la mano del club porque entendemos que el Nàstic es más que un equipo de fútbol en la ciudad.

Una parte de las acciones están en manos del sueco Fredrik Wester.

En números redondos, el 100% de las acciones suponen unos diez millones de euros. Hay ocho, el 80%, que es del consejo de administración, que somos unas diez personas. Un 10% es del Ayuntamiento y el otro 10% es de pequeños accionistas, que son unos 2.700 accionistas. Dentro de este 80% del consejo de administración, la mayoría, es decir el 51%, lo tienen el consejo sin Fredrik Wester. Él tiene un 20, algo más, un veinte largo por ciento.

¿Ha existido la posibilidad de que algún grupo extranjero comprara al Nàstic?

Afortunadamente, somos un equipo atractivo. Tenemos propuestas de venta del club de un modo recurrente. Propuestas serias. Estando en LaLiga y fuera de ella. Un grupo no, pero sí propuestas de empresarios privados, internacionales, que entienden que el Nàstic es un club con historia y estratégico para invertir, con muchas posibilidades. Hemos tenido propuestas reales de venta de la mayoría de acciones del club. Hasta el momento, no lo hemos aceptado.