Pedro León, mucho más allá de Mourinho: "Tengo el 100% de culpa de no haber tenido más éxito"
El centrocampista de 36 años, ahora en Primera Federación con su Murcia, repasa una extensa carrera en la que tocó techo en el Real Madrid, con sus luces y sus broncas…

Si alguna vez los tuvo, como todo jugador profesional que por momentos levita, Pedro León (Mula -Murcia, 1986) no tiene casi ni un solo ramalazo de futbolista inaccesible o endiosado. Será el paso de los años. Si hay un pero, es que se presenta a la cita con un cuarto de hora de retraso. Únicamente eso. Nada más encender la cámara de su ordenador, sentarse y sonreír, arranca así: "Buenas tardes, disculpa, gracias por la espera y, cuando quieras, hablamos de lo que te apetezca". En su añorado Valdebebas, ahora mismo, esa cercanía sólo saldría del personal de la limpieza.
La entrevista estaba pactada desde hace tiempo, cara a cara, porque las charlas por videoconferencia son como besar con mascarilla. Sin embargo, las dobles sesiones de pretemporada le obligan casi a interactuar desde la cama. Su carrera, que la inició y coronará en el equipo de su tierra, y que ha tenido como estaciones de penitencia Levante, Valladolid, Getafe, Real Madrid, Levante, Eibar y Fuenlabrada durante 470 partidos, dan para una buena tertulia.
El entrevistado sabe, desde el inicio, que aunque no le gusta le preguntarán por Mourinho. Y, de primeras, la estrategia pasa por cerrarse en banda, como ha hecho en los últimos años para no polemizar. El entrevistador, por su parte, sabe también desde el minuto uno que, aunque no es lo que más le apetezca, si quiere conservar la credibilidad le convendría referirse en algún momento a aquella relación tortuosa con el portugués. Nadie quiere dar el primer paso. Pero cuando se da por la inercia, la conversación fluye como si en vez de hablar de un marrón lo hiciéramos del verano.
Antes de entrar en materia, lo más importante de todo: ¿Cómo está tu hermano Luis de la lesión de clavícula por la que ha tenido que abandonar este Tour de Francia?
Bien, bien. Tuvo la suerte de que la fractura fue en medio de la clavícula y, la verdad, es que el equipo del doctor Esparza le ha hecho un trabajo espectacular. Le han puesto una placa y varios tornillos para que pueda estar de vuelta lo antes posible. A los tres días ya estaba dándole... Cuando sucedió todo, yo estaba viéndolo por la tele y claro, como él lleva el maillot con la bandera de España, que es la distinción por ser campeón nacional, vi que se había caído. Al principio ni Javier Ares ni Alberto Contador se dieron cuenta en la retransmisión, pero luego sí. El primer gesto que hizo es el de levantarse con una pierna. Yo pensaba que se había dado un golpe en la rodilla, sin más. En realidad se estaba sujetando para poder levantarse, pero tenía rota la clavícula, no podía incorporarse.
¿Cuál es la clave para remontar un palo de este tipo después de prepararte durante tanto tiempo para una cita tan importante?
Es lo peor del deporte. Porque no puedes hacer tu trabajo. Y en este caso, por ejemplo, él viene de hacer un gran esfuerzo durante todo el año con concentraciones en altura, en Sierra Nevada, incluso en el Teide. Muchos días lejos de la familia. Que te pase una cosa de esas, psicológicamente afecta. Mi hermano ya sabía que no iba a pelear por llevarse el Tour. Pero ha ganado cinco etapas y quería la sexta. Ya días antes había pinchado. Es jodido tener que abandonar. ¿Que qué hay que hacer? Intentar recuperarse lo antes posible, entrenar y preparar el futuro olvidándote de todo lo anterior.
Tú, en 2018 tuviste cuatro intervenciones en un año. ¿Llegaste a pensar en retirarte?
Sí, claro. Se te pasa por la cabeza porque no has terminado de recuperarte de una y vuelves a lesionarte de otra. Recuerdo que fueron cuatro operaciones: espalda, dos de rodilla y la fascia. Ves que no sales de ahí y que no terminas de estar bien con tanta lesión. Son momentos en los que dices 'no puede ser, porque si va a ser así siempre, pues mira, ya tengo 32 años, lo dejo y listo'. Pero bueno, al final, por suerte, me recuperé bien de todo y no he tenido más lesiones. Toco madera.
¿Lo peor es estar todo el tiempo intentando buscar explicaciones?
Sí, sí. He tenido la suerte de tener una carrera longeva, este año ya son 20 años de profesional, y hasta entonces no había tenido lesiones. Cuatro de golpe, con casi dos años sin competir, y piensas de todo. Me acuerdo siempre que me hacía la misma pregunta y le decía a mi gente de confianza, a mi hermano, a mi representante, 'igual el cuerpo me ha dicho basta, ya no puedo más'. Y no, al final son circunstancias.
"Llegué a pensar en retirarme hace cuatro años con aquellas cuatro operaciones en una sola temporada; un psicólogo del Eibar me ayudó"
¿Necesitaste ayuda psicológica?
No. Eso fue después, después. Soy una persona muy terca, me viene de mi padre, y yo si me lesiono es que no paro de trabajar. Cuando no puedes hacer nada para recuperarte o no puedes hacer ejercicio, lo pasas mal. Cuando volví, después de tantas lesiones y de esa larga inactividad, quizás el nivel futbolístico y físico al principio no era el mismo. Me pilló con una edad avanzada. Al principio decía: 'Uff, no, no...'. Ahí, el Eibar tenía un psicólogo muy bueno y estuve hablando con él, fui un par de veces. Me ayudó. A partir de ese momento, fue todo bien y jugué con normalidad.
¿Qué secuelas tienes ahora de todos aquellos percances?
Ninguna. Tengo que tener un poco más de cuidado con la rodilla, porque cuando no está suficientemente fuerte, fortalecida, en las pretemporadas suele molestarme un poco. Luego, cuando ya coge el tono muscular, va bien. Hago mucho trabajo preventivo, rutinario. De media hora a una hora todos los días.
¿En qué nota más un futbolista de tu edad el paso del tiempo?
En la recuperación y, por ejemplo, en las pretemporadas, coger el tono físico óptimo. Ya me costaba el último año en Eibar. En Fuenlabrada también fue complicado arrancar. Voy a cumplir 37 años y eso se nota. En el día después del partido siempre hay más achaques que de joven no les dabas importancia. Pero me pierdo muy pocos partidos y entrenamientos.
Quiero que en esta charla hagamos un buen repaso de tu carrera, más allá de lo conocido, lo que ya podamos encontrar por Google, pero podemos saltarnos el orden cronológico. ¿Por dónde quieres empezar?
Me gusta repasarla, al final estoy orgulloso de la carrera que he hecho. Podía haberla hecho mejor, también peor, pero estoy orgulloso, así que por donde quieras empezar, encantado de poder hablar contigo.
¿Qué tal te va la vida por Murcia?
Bien. A ver, un poco de nostalgia porque yo empecé aquí, fueron tres años muy bonitos. Tuve que salir por circunstancias, que era lo mejor para mí, en contra de lo que podría pensar aquí la gente, pero al final yo mismo me di la razón. Fueron años muy bonitos, en Segunda, con ese ascenso a Primera. El hecho de volver a mi casa e intentar volver a subir al fútbol profesional es muy bonito. La ciudad y el club lo necesitan.
Hay una cosa que me inquieta del regreso a tu tierra, por todo lo que ello implica: ¿Has coincidido por allí con tu excompañero en el Real Madrid Drenthe?
[Risas]. No. Por poco, pero no. Coincidí poco tiempo con él en el Madrid. Si no hubiese sido así de especial, hubiese hecho una carrera larga en el mundo del fútbol. Cada uno tiene su forma de ser. Tenía muy buenas condiciones. Fue Balón de Oro Sub-20. Apuntaba muy alto. Pero aquí hay que tener otras cosas aparte de condiciones. Es lo que le ha faltado.
Le pasa a muchos profesionales. En tu caso, cuesta creer que estés en Primera Federación. ¿No has tenido ofertas del fútbol profesional últimamente o es que tenías morriña de volver con los tuyos?
Yo vine al Real Murcia desechando ofertas de Segunda. Y vine porque me identifico con el club, soy murciano, murcianista desde pequeño, y no te voy a mentir: vine aquí porque mi objetivo es devolverlo al fútbol profesional. Sé que no es fácil, sé que es una división complicada porque es muy igualada, pero es mi objetivo, mi deseo y mi sueño también. Si no fuese por el Real Murcia, con todo mi respeto a todos los equipos y a todas las divisiones, que ésta me parece una categoría bonita de jugar, no jugaría en Primera Federación.
"Vine al Real Murcia desechando ofertas de Segunda porque me identifico con el club y mi objetivo es devolverlo al fútbol profesional. Jugaré hasta me dé el cuerpo y luego me formaré más y ya veremos"
¿Echas de menos estar en el foco informativo o para ti el anonimato actual es lo deseado?
¿Foco? Qué va, qué va, Alfredo. Mira, estoy encantadísimo de cómo estoy. Soy una persona que tengo una vida muy sencilla, ya la tenía cuando jugaba en Primera, incluso en el Madrid. Súper sencilla. Y esto es un Primera Federación irreal, porque el Real Murcia es un club con mucha masa social, con mucha prensa alrededor, mucha presión. A nivel nacional sí tengo un poco más de anonimato. Es bueno, no me siento incómodo. Al revés, me siento bastante cómodo. Pero a nivel regional es otra cosa. Es todo muy mediático. Y 27.000 personas en las gradas. Como el Depor. Es una pasada.
¿Cómo afrontabas las entrevistas antes, cuando jugabas en la élite?
Durante mi carrera, en algunas entrevistas... A ver, los periodistas pusieron lo que yo dije, o sea que no le echo las culpas a nadie. Me echo las culpas a mí mismo, porque era bastante novato. Me hicieron tener varios desencuentros. Y todo por ser joven y no calcular bien lo que dices. Llegué a tener reuniones con algunos entrenadores, que me dijeron: 'Oye, ¿esto qué es? ¿esto qué no es?'. A veces no quise decir eso, pero te pones nervioso y al final lo dices. Aquello me hizo ir con más precaución a la hora de hacer entrevistas. Iba un poco tenso. Ahora tengo la experiencia y voy más relajado, digo realmente lo que siento. Antes, por ejemplo, intentaba no meterme en charcos. Ahora, pues bueno, ya no tengo nada que me haga tensarme.
No es mi cometido estresarte, la verdad. Te preguntaré de todo, que es mi obligación, y sacaré el mejor titular, que es lo que espera el lector. Pero no gano nada con 'putearte' con algo sacado de contexto. Prometo una transcripción literal y, aunque no lo tengo por costumbre, si quieres ver el texto antes de publicarlo, adelante, sin problema... ¿Ahora, cada cuánto tiempo te piden una entrevista?
A nivel nacional, pues una cada tres meses. Aquí, bastante más a menudo. También soy uno de los capitanes. Estoy súper cómodo así.
Buen reto tengo entonces por delante. Venga, a ver si te saco alguna cosa que no hayas contado nunca. ¿Cuánta parte de culpa tuvo Pedro León para no haber sido más y mejor, ganando mil títulos, siendo internacional cien veces y habiendo jugado 10 años seguidos en el Santiago Bernabéu?
Pues yo creo que... para mí, el 100%.
¿Sí? Esperaba otra cosa.
Sí, sí. Al final tienes obstáculos y situaciones en las que no te gustaría estar. Yo he estado en situaciones que no he buscado o en las que he tenido un mínimo de culpa. Pero un deportista tiene que darle la vuelta a esa situación. Y ha habido situaciones en las que no he podido dársela, y de eso la culpa es del protagonista.
¿De qué te arrepientes?
Era difícil, porque al final cuando te pasan cosas siendo joven es difícil razonar como ahora que tienes la experiencia. Cometes errores propios de la edad. He cometido errores de inmadurez.
¿Ahora, en Primera Federación, hay rivales que te intentan picar recordándote la diferencia entre tu presente y tu pasado o, al revés, recibes más muestras de cariño y respeto?
Recibo respeto y cariño. Cuando la cosa se pone tensa, intentamos picarnos de todas las formas posibles. Es normal. Pero recuerdo campos donde me han ovacionado. En Las Gaunas, por ejemplo. No es una ovación como las de un estadio de Primera, por la diferencia en el número de aficionados, pero se agradece. Hay gente que valora la carrera que has hecho y te quedas encantado de recibir ese cariño.
¿Qué te aporta jugar en Primera Federación?
Hacer lo que realmente me gusta, que es jugar al fútbol. No estaba en mis planes, jamás había jugado en Segunda B, era una categoría que me faltaba. Había competido con el Real Murcia en Tercera, con un equipo en el que estuve antes de ir al Murcia también jugué en Preferente, pero a este nivel, nunca. Es una categoría bonita de jugar y me aporta la felicidad de poder seguir en activo, de jugar en el equipo donde realmente quiero jugar. En el que me crie, en mi casa. Esto es mi vida y estoy encantado.
¿Hay alguna mañana en la que estés en la cama y te cueste ir a entrenar?
Sí, en pretemporada. Me ha pasado siempre. Cuando entrenas en doble sesión y tienes ese dolor de cuerpo, de articulaciones... Te levantas por la mañana y volver a entrenar otra vez es duro. No es como en competición. En pretemporada juegas un amistoso y al día siguiente entrenas duro de nuevo, nada de recuperación. Pero son dos meses que sabes que los tienes que pasar.
Hay cosas más duras. Recuerdo que en su día sufriste impagos y luego no fuiste inscrito por el Getafe en un momento dado por el dichoso límite salarial... ¿Qué te queda por vivir en el mundo del fútbol?
La verdad es que pocas cosas. Me ha pasado todo. Y me ha faltado lograr una Champions, un Mundial… He tenido la suerte de tener momentos bonitos, he ganado un título, he ganado la Copa con el Real Madrid, que tuve la suerte de celebrarla en Cibeles, pero me han pasado cosas bastante malas: el descenso con el Getafe o con el Eibar, el problema que tuve con LaLiga y el límite salarial, las lesiones… Todo eso te hace madurar. Espero que lo poco que me quede por vivir futbolísticamente sea bueno.
¿Tienes niños o niñas?
Sí, tengo tres: dos niñas y un niño.
Si ahora mismo les tuvieras que resumir tu carrera con la foto de la que más orgulloso estás, ¿cuál sería?
No te podría decir una. Voy a jugar a los 37 y no es fácil, de eso es de lo que estoy más orgulloso. Ellos ahora tienen más conciencia de lo que hago y es una alegría verlos en los campos. Lo están viviendo con más pasión. Pero momentos tengo mil.
¿Hasta cuándo vas a jugar?
Hasta que me dé el cuerpo. A mí me gusta mucho. Vengo de una familia de deportistas. Nos hemos cuidado toda la vida para esto.
Veo que lo de la 'Kings League' va a tener que esperar. Si no me equivoco, firmaste con el Real Murcia con la condición de que luego pasarías a la secretaria técnica. ¿Te estás formando para ello?
No. Y te voy a decir por qué. Tengo un contrato de unos años más como futbolista y podría quedarme en el club. Eso está ahí, pero realmente lo que quiero es aprovechar mi etapa de jugador y luego formarme. Pero tengo que pensarlo bien. Cuando acabe no sé lo que me va a gustar. No sé si me va a gustar estar viendo fútbol, estar dentro de un cuerpo técnico o estar con la cantera, no lo sé. Cuando lo sepa me formaré para ello. Hoy, lo que realmente quiero es aprovechar mi etapa de futbolista al máximo.
¿Has ganado suficiente dinero como para vivir sin trabajar el resto de tu vida?
Sí. He tenido la suerte de tener un muy buen asesor. No sólo yo, también mi hermano. Es nuestro asesor de confianza. He tenido la suerte de haber ganado un dinero para poder vivir yo, mi familia y mis hijos tranquilamente. Por eso te digo que quiero elegir bien qué hacer cuando lo deje, porque no va a ser por una cuestión económica, sino de lo que me guste. Y que no me aburra por tiempo libre, que es lo que realmente busco. Por suerte, económicamente, me he rodeado de gente que ha sabido invertir mi dinero, tenerlo bien amarrado como se dice ahora. Estoy feliz de haberlo hecho así.

¿Te preocupa el día de mañana cuando te levantes y no tengas que ir a entrenarte?
Sí. Por eso mi futuro no se decidirá por una cuestión económica. El problema es ése: levantarte por la mañana y decir: 'A ver, me apasiona el fútbol, me apasiona el deporte, el ciclismo, ¿qué hago ahora?'. No tengo necesidad de estar trabajando ni estar ocupado ocho, diez o doce horas, pero ¿qué hago? Mi hermano sí que es más de salir por la mañana e irse a entrenar. Al final tienes que tener algún objetivo, así que intentaré buscar el mío y formarme para ello. Eso sí: me gustaría estar cerca del deporte porque me encanta.
¿Qué repetirías y qué corregirías como jugador si volvieras a empezar?
Repetiría exactamente lo de haberme dedicado al fútbol con la pasión que lo he hecho. Y corregir esos momentos en los que la inmadurez me hizo reaccionar de cierta forma y haber contado hasta 5, 10, 15, 20, no sé. Haberlo hecho con más cabeza, pero eso es una cosa que no vamos a corregir ya. La edad.
Cuando te enfrentas a las preguntas de un periodista, ¿de qué no te apetece hablar?
Cuando todo el mundo me pregunta, ¿de esto podemos hablar?... A ver, vamos a hablar con nombres y apellidos.
...
La gente me pregunta, ¿Mourinho? ¿La etapa del Madrid? Si yo no tengo ningún inconveniente. ¿Por qué prefiero no hablar? Porque mañana, no digo tú, pero mañana por ejemplo, al final lo que se vende es el titular. Y claro, la gente dice: 'ya está enredando, ya está hablando, si de eso ya hace 13 años...'. Pero si es que yo no quiero hablar. Si es que me estás preguntando tú... Pero bueno, me preguntas, pues yo te contesto. Pero no me gusta hablar. Es una cosa que ya pasó en su día.
Lo entiendo. Hagamos eso. Yo pregunto con libertad y tu contesta también con libertad. Intentaré no repetirme mucho. ¿Recuerdas tu temporada en el Real Madrid con alegría o con amargura?
Con alegría y con amargura. La alegría porque al final, mira, tengo una relación muy buena con el presidente y con todos los trabajadores del club. Se portaron conmigo de maravilla, de diez. A la altura de lo que es la institución del Real Madrid. Cuando fiché, venía de hacer dos años muy buenos. En Valladolid ya estuve bien y en Getafe me salió un buen año, quedamos sextos. Cuando llegué el trato fue exquisito y te das cuenta de la magnitud. Es el mejor club de la historia. Voy al Real Madrid pese a tener bastantes ofertas de varios clubes muy importantes en Europa como Chelsea, Manchester City, Tottenham, y decido ir al Real Madrid porque sólo quería ir allí. La amargura es porque no salen las cosas como a mí me hubiese gustado que saliesen.
¿Tenías fútbol y calidad para haber sido una o varias veces campeón de Europa?
El fútbol son circunstancias. Yo no puedo catalogar eso. Digo que he jugado 14 años en Primera… Si lo del Madrid hubiese salido de otra manera, igual hubieran cambiado las circunstancias de mi carrera deportiva. Con lo que me preguntas, ahora mismo, viendo mi carrera, te diría que no. Podría haber tenido más éxito que el que he tenido, pero estoy orgulloso de mi trayectoria.
Antes de llegar al Bernabéu, ¿ya eras del Madrid?
No, yo era del Real Murcia. Mi abuelo por parte materna, y mi familia en general, sí eran del Real Madrid. No era hincha del Madrid, pero sí que me tiraba. A nosotros lo que nos tiraba realmente, lo que nos mataba, era otra cosa: nosotros en casa éramos de Miguel Induráin.
¿Y ahora eres madridista?
Sí, ahora sí. En esta época de mi vida, me siento delante de la televisión a ver el Real Madrid con mi hijo y vibro.
¿Y en un Madrid-Murcia, con quién irías?
Con el que más lo necesite.
Tu vida ha cambiado bastante. Si te digo que pienses por un momento en tu sueldo en el Madrid y el que percibes ahora en el Real Murcia, ¿qué se te viene a la cabeza?
Que juego al fútbol por pasión. Hay una pequeña diferencia entre lo que cobraba y lo que cobro... [carcajada].
Con razón o sin ella, siempre se ha tratado a una buena parte de los futbolistas de élite como a unos privilegiados que muchas veces hacen locuras, despilfarros, que tienen colecciones prescindibles y elitistas... ¿Qué cosas hacías en el Madrid que ahora no repites porque no lo sientes o porque no te lo puedes permitir?
Mira, desde que empecé con mi asesor, con 20 años, y firmamos el primer contrato profesional en el Real Murcia, siempre hemos llevado la misma línea. Él me dijo una cosa que he tenido la suerte de cumplir. Me dijo que su objetivo era que el día que yo dejase el fútbol o dejase de ingresar una cantidad elevada de dinero, tendría que tener el mismo nivel de vida que podría llevar cuando tuviese, por ejemplo, un contrato muy bueno como el del Real Madrid. Y ha sido así. Hago las mismas cosas que podía hacer en esos años. Entonces igual te podías coger un vuelo chárter y no sé qué..., pero es que ahora también lo podría coger porque he podido ganar dinero, he podido invertir y he gestionado un patrimonio. Vivo de la misma manera, con mucha cabeza.
Cuando un futbolista ficha por un equipo nuevo, suele hablar antes con el entrenador para acabar de convencerse. ¿Mourinho te llamó?
No. Ése fue uno de los problemas que tuve. Tenía varias ofertas importantes en su día y si el Real Madrid iba a pagar mi cláusula [10 millones de euros] es porque estaba en el candelero y había hecho buen año. Tenía ofertas superiores económicamente. Yo me comprometo con el Real Madrid, sin firmar, cuando el entrenador era Pellegrini. Luego, pasó lo que pasó. Mourinho gana la Champions con el Inter, todo se acelera, deciden rescindir a Pellegrini y firmar a Mourinho. Yo apalabré con uno y me encuentro a otro.
¿Sabes que Mou se llevó vídeos tuyos a las vacaciones de 2010 antes de dar el OK a tu fichaje?
¿Sí?
¿No lo sabías?
No. Es la primera noticia que tengo de eso.
Pues fue así porque no te conocía tan en profundidad y quería tener peso en la decisión final.
Han pasado muchos años.
Pues dijo adelante con la operación. Hay cosas que pasaron que han prescrito y me gustaría preguntarte por algunas de ellas. ¿Cuántas veces te han preguntado qué pasó realmente con Mourinho?
Muchas. Y es una situación en la que me gusta pasar. No me gusta profundizar. Fue una situación en la que uno, con la experiencia que tengo ahora, hubiese reaccionado de otra manera. Me pilló con 23-24 años y llevaba sólo tres en Primera. Me sirvió para apuntar cosas y madurar.
Yo es la primera vez que hablo contigo. Pero tenemos amigos en común que, mientras preparaba estas preguntas, me han reconocido que aquella relación con Mourinho cambió tu forma de ser, que empezaste a comportarte y a mostrarte mucho más hermético. Que aquello de "Pedro León no es Zidane ni Maradona" fue un antes y un después en tu vida. ¿Es así?
Sí, sí, porque era el tema del momento. Y no sólo periodísticamente. Iba por la calle y me lo recordaban los aficionados. Todo el mundo te preguntaba por lo mismo. Y a mí lo que me daba miedo es lo que podía salir. Bastante tenía yo dentro con la que había montada, como para que al día siguiente saliese algo en el periódico sobre Pedro León. Hubiese sido la guinda. Desconfié de todo el mundo porque, bueno, era una situación bastante complicada para mí, bastante nueva y lo que quería era intentar darle la vuelta a la situación. Estaba contando muchísimo, era el jugador número 12, salía todos los partidos cuando la cosa estaba un poco igualada. Siempre echaba mano de mi en el banquillo y yo quería reconducir la situación. Pero ya no cambió nada hasta hoy.
¿Cuántas veces has dicho la verdad públicamente y en cuántas te has mordido la lengua?
Lo que pasó en aquel momento lo hablé siempre con mi mujer, que es la que también se lo comió todo. Y hablé de ello con mi familia, evidentemente, con mi padre, mi hermano, mi representante Pedro Bravo, con Pedro Pastor, que también es uno de mis agentes. Y poca gente más. Es gente que lo vivió conmigo. Pedro Bravo estuvo en una reunión con el entrenador y él te puede decir... Fueron momentos complicados para mí y muy mediáticos. Y preferí guardarlos para nosotros y vivirlos desde lo personal.
Pedro Bravo me contó, para un perfil de José Ángel Sánchez en el que le pedí participar hace unos meses, que en esa reunión de final de temporada de la que hablabas y en la que estaban ellos y Mourinho, el técnico dijo: 'Pedro Léon no va a jugar más conmigo; antes pongo a un juvenil'. ¿Fue tan duro?
Claro. Estaba yo en la reunión. Es complicado. Sobre todo cuando cinco meses antes tuve ofertas importantes para salir en Navidad y es él personalmente el que no me deja salir. Luego no juegas, porque no juegas nada... Esperas hacerlo un ratillo, aunque ya estuviera todo decidido, la Liga, los partidos, todo. Y nada, llega el verano y esa reunión... José Ángel Sánchez se portó de maravilla. Pero hubo momentos tensos, circunstancias, frases, palabras, que son difíciles de analizar. Que vengan de una persona así...Pero luego la vida ha hecho ver que sí es capaz, que sí es capaz de decirlo. Al final, son momentos vividos que los tendré ahí siempre, los analizas y no dejas de sorprenderte.
Cuando empieza todo el lío, lo que trasciende es la versión de Mourinho de que te mandó a calentar en el campo de Levante y que, cuando se dio cuenta, estabas parado al lado de un banderín y estalló. ¿Dijo la verdad o simplemente fue una excusa para desviar la atención porque el Madrid había empatado ese día a cero?
Es que era mentira, Alfredo. Tu has jugado a fútbol, ¿no?
Sí.
Habrás jugado alguna vez saliendo desde el banquillo. Habrás salido a calentar y sabes que no puedes estar corriendo todo el calentamiento. Tienes que parar, tienes que estirar, tienes que volver a calentar, tienes que mezclar ejercicios de movilidad con estiramientos, y parar... No puedes estar corriendo todo el calentamiento porque entrarías al partido reventado. Las situaciones las puedes disfrazar como tú quieras. Tú ahora mismo estás con la mano aquí apoyada [en la barbilla] y yo puedo interpretar y decir mil cosas, que eres un pasota o no sé qué, pero en realidad estás así porque estás descansando, escuchando con atención. No se puede estar todo el rato con una posición. Él es una persona muy inteligente para todo eso. Si estaba apoyado en el banderín, estaría estirando o descansando. No estaba haciendo gestos feos, ni pasotas, ni manchando el escudo como se dijo. Al final eso es una excusa que él puso. Luego pasó lo que pasó.
¿Te apoyaron en el vestuario en aquellos momentos?
Sí. Había jugadores que ya tenían su prestigio, pero yo era uno más. Había jugadores ya contrastados con muchos títulos, campeones del mundo, Balones de Oro, y no solo uno, sino varios. Y me sentí querido y apoyado. Incluso...
¿Sí?
No te voy a decir nombres, pero hubo jugadores que ya habían tenido al entrenador en algún año anterior y me aconsejaron. Uno de ellos me llevó, me habló y me dijo que no era la primera vez que pasaba y que tenía que tener tranquilidad.
Hablas de aquellos 'cracks' con devoción. ¿En algún momento te sentiste un poco acomplejado dentro de ese vestuario?
¡Qué va! No, yo ya me había enfrentado a ellos años anteriores. Al final te metes a jugar al fútbol dentro del campo y se te olvida todo. Me ha pasado toda la vida. Incluso ahora, en Primera Federación, me siento uno más. Tanto por arriba como por abajo, me ha pasado siempre.
Muchas veces se ha dicho que Mou estaba obsesionado con las filtraciones y pensaba que tú tenías una relación especial con algunos periodistas y, por tanto, cierto trato de favor. ¿Verdad o mentira?
¡Si yo no conocía a ningún periodista que cubriera la información del Madrid! Yo era un chaval que venía del Getafe. Más relación he podido tener luego con el tiempo, como ahora con Alberto Pereiro, por ejemplo. Es verdad que con Chema del Olmo tengo una relación especial, pero también por el ciclismo. Y con Gema Santos. Pero al final yo había estado 12 meses en Madrid. ¿Qué relación podría tener yo? Luego, con el tiempo, sí; porque al final he estado seis años en el Getafe y puedes tener más amistad, pero con 23-24 años... ¿con qué periodista voy a hablar yo para decirle estate atento a esto o a lo otro? Es que era una cosa sin sentido. Había estado muchos años en el Getafe, siendo el capitán, y me firma el Real Madrid, y bueno pues puedes pensar 'este tío que está aquí en la ciudad, que ha estado mil veces en los estudios, en las diferentes emisoras, en las redacciones de los periódicos, pues puede tener afinidad'. ¿Pero yo voy a tener amistad con periodistas como para levantar el teléfono y decir 'oye, mira, aquí pasa esto, aquí pasa lo otro'? No tiene sentido.
En esa época a alguno le pusieron el apodo de topo y era 'vox populi' que Mourinho buscaba por tierra, mar y aire a la persona o personas que podían filtrar información. ¿Teníais los jugadores esta sensación?
Sí, sí, y recuerdo que él estaba obsesionado. Pero lo viví siempre desde la ignorancia, era joven y tampoco me lo creía mucho. Me parecía que estaba incluso un poco obsesionado sin sentido. Y luego se escuchaban rumores, historias, como tú dices, motes, y es verdad que al final no sé lo que pasaría ahí porque en ningún momento yo escuché eso de ningún compañero. Pero sí que él estaba un poco obsesionado.
¿Cómo reaccionarías si hoy te encontraras a Mourinho frente a frente?
No le diría nada, porque al final a mí me gusta rodearme de personas que creo que me pueden aportar, o tener cierta relación con personas que me pueden aportar. A mí, actualmente, Mourinho no me puede aportar nada. No hay nada en él que a mí me pudiera ayudar o enseñar o aportar de alguna manera. Con el pasado que hemos podido tener él y yo, sentiría indiferencia cuando me lo cruzase, como después he sentido cuando me he enfrentado contra él, cuando yo estaba en Getafe y él estuvo dos o tres años más en el Real Madrid.
Pasando revista, también tuviste algún problemilla en su día con Lucas Alcaraz; y Mendilibar, que era un buen amigo tuyo, dejó de contar contigo en el Eibar... ¿Eras problemático?
Mira. Gianni de Biasi, que fue el último entrenador de Alavés en España, era entrenador del Levante y yo con él no contaba apenas. Tengo muy buena relación con él. Con Mendilibar, en el último año, apenas cuento. De hecho, creo que es el año de mi carrera que menos partidos como titular juego. Ni que decir que es amigo íntimo mío. Quique Sánchez Flores estuvo en el Getafe. Coincidimos un par de meses, y en el último me deja en el banquillo. Te puede decir Quique la relación que tengo con él. Todos los futbolistas quieren jugar. Todos. Claro que me hubiese gustado jugar de titular en el Madrid. Pero jugaba. ¿Tú crees que me voy a poner yo en el vestuario a decirle que tengo que jugar? Que tengo que jugar por delante de Özil, delante de Cristiano, delante de Higuaín o delante de Benzema. A mí gusta jugar, claro. Y cuando no juego, como cualquier futbolista, estoy jodido, cabreado, dolido. Pero al final, mi reacción con las personas no cambia por jugar o no.
¿Tienes ganas de ser entrenador sabiendo lo que es un vestuario o no te apetece mucho?
No lo sé. No debe ser fácil ser entrenador. Aguantar a veintitantos tíos que quieren jugar y que, cuando no juegan, estén enfadados... Llevo 20 años viéndolo y no sé si me tirará eso, si me tirará más trabajar con la cantera, si me tirará la dirección deportiva, no lo sé.
"La vida ha hecho ver que Mourinho sí es capaz de decir lo que me dijo en una reunión y no dejas de sorprenderte. Si hoy me lo cruzara, indiferencia, porque no me puede ayudar, enseñar o aportar nada"
¿Tu mejor recuerdo en el Madrid?
La Copa del Rey que ganamos [1-0 al Barcelona, con gol de Cristiano, el 20 de abril de 2011]. Fue emocionante, ya el partido en sí fue emocionante con aquel gol de Cristiano de cabeza al Barça en Mestalla. No tuve la suerte de jugar, porque ya fue cuando ya estaba la cosa demasiado estropeada, demasiado caliente. Pero la viví como mía porque participé en varias eliminatorias. Fue espectacular. Recuerdo la celebración en Cibeles. El Real Madrid venía de una época en la que no había ganado títulos.
¿Y el peor momento concreto?
El día del Levante con aquello del calentamiento, las declaraciones posteriores.... Ahí empezó todo. Y se pasa mal porque al final son circunstancias que no sabes por dónde vienen ni qué ha ocasionado llegar a esa situación. Son cosas difíciles de controlar.
¿Cómo te recibió el Bernabéu cuando volviste con la camiseta de otros equipos?
Muy bien, muy bien. Aparte del club, la afición. Es verdad que hay un sector muy mourinhista y no te la perdonan, aún no haciendo nada. Defienden a su ídolo, por decirlo así. Pero me han recibido bien, por la calle muchos madridistas me dan siempre cariño. Yo al Real Madrid le estoy muy agradecido. Tanto a Florentino como a José Ángel y a todos los trabajadores. Ya no solo del Bernabéu y del club, sino también de la ciudad deportiva.
¿Has vuelto como aficionado al Bernabéu alguna vez?
Sí, sí, sí, claro. El último partido en el que estuve fue el año pasado contra el Chelsea.
Cuando te retires con 58 años o así, ¿cómo te gustaría que te recordara el aficionado al fútbol?
Como un futbolista o un deportista al que le apasionaba lo que hacía. Yo no quiero que me recuerden por alguna característica mía, ni porque jugué en el Madrid y estuve en el Bernabéu un poco de tiempo o porque he estado no sé cuántos años en Primera. No, no, yo quiero que recuerden a Pedro León como un futbolista que, cuando jugaba, se notaba que le gustaba. Y que duró muchos años en activo porque le gustaba el fútbol o porque le apasionaba. Como a toda mi familia.