¿Qué hace un perro en la foto de grupo del Castellón? Óscar es uno más y mascota del enemigo de Doncic: "Te hace más atractivo"

El pasado 31 de enero, Bob Voulgaris, presidente del Castellón, sorprendió con su compañía en una rueda de prensa. Junto a él apareció su perro, su mascota y ahora ya uno más de la plantilla del líder de grupo en Primera Federación. Óscar (así se llama) fue el centro de todas las miradas. Asomó la cabeza cuando correspondía, luego se tumbó en la silla, caminó por debajo de la mesa. Su comportamiento fue ejemplar y no dificultó en momento alguno la intervención de los periodistas.

Desde entonces, es un habitual en Castalia y un miembro muy querido por la plantilla hasta el punto de aparecer en la foto oficial del equipo junto al resto de jugadores. Y eso que, en su momento, congregó críticas en redes sociales por su inesperada aparición. Algo a lo que respondió de forma ejemplar Voulgaris, también conocido por ser el enemigo público de Luka Doncic: "Óscar ha cruzado el continente tras un vuelo de 11 horas. Ha llegado a un nuevo país y un nuevo hogar".

Continuó la defensa: "Su comodidad es importante para mí y se siente más cómodo cuando está conmigo. Si eso te molesta, quizás necesites un perro que te ayude a disfrutar de la vida". Cortita y al pie, Voulgaris defendió a un perro que se ha convertido en un emblema, tal y como ocurre en el Arsenal de Arteta.

Su presencia en Castalia ya es habitual e incluso a veces acude al entrenamiento del primer equipo. Lo que comenzó como un extraño experimento se ha convertido en una rutina de lo más natural. Incluso en las fiestas de la Magdalena acudió con un pañuelo típico y atrajo el interés de cámaras y aficionados.

Lo de la rueda de prensa no solo ocurrió una vez. En otra ocasión que lo llevó, Óscar ladró en una pregunta y al mandatario no le quedó otra que llamarle la atención, un episodio que despertó las risas de los presentes y que evidenció una vez más que una de las claves de los éxitos deportivos del Castellón es el gran ambiente que hay en su vestuario.

Haralabos Voulgaris llegó a Castellón ante las dudas generalizadas por su gestión por su experiencia pasada. Concretamente, en Estados Unidos era conocido como el enemigo público de Luka Doncic, por varios episodios en los que la estrella de los Dallas Mavericks le había recriminado su labor.

El mandatario era un personaje muy reconocible de la NBA, en la que comenzó su labor tras ser un apostador consagrado que llegaba a invertir un millón de dólares por día. En el año 2000, logró acertar el anillo de los Lakers y empezó a tomarse en serio el asunto hasta el punto de crear su propio algoritmo.

Este lo creó en una mala racha y lo llegó a catalogar como "el mayor invento de la historia de las apuestas". Mark Cuban lo fichó. De primeras, claro, le dio un papel testimonial, pero su instinto le entregó un rol cada vez más protagonista: todas las decisiones pasaban por él e incluso se rumoreó que era él el que decidía a pie de pista.

Así conquistó a Mark Cuban, que reconocía públicamente: "Tiene un don". El rol le llevó a sentarse al lado del banquillo y a dirigirse continuamente a los jugadores. Un asunto que indignó a Luka Doncic, que chocó contra él en repetidas ocasiones. Hasta el punto de que el esloveno no aguantaba sus formas y el dueño de los Mavs tuvo que decidir entre los dos.

Hasta el propio Doncic le disparó en mitad de un partido: "Tú a mí no me dices que me calme". Dado su historial, es natural que en Castellón existiesen dudas sobre su adaptación y sobre si no mostraría a todos formas similares a las que había enseñado en su etapa en Dallas Mavericks.

Voulgaris tampoco salió especialmente feliz de Texas, como reveló en una entrevista en Gipsy Team: "Casi no me cruzaba con los jugadores y, durante las raras reuniones, me mantuve al margen. En fútbol ya he aprendido mucho, pero la principal conclusión es cuánto juego sucio y encubierto hay en la NBA. También aprendí que tener un perro cerca te hace mucho más atractivo para los demás. Un truco de vida importante para el presidente".

Si bien su declaración, sacada de contexto, puede resultar desafortunada, conviene pararse a analizarla. Voulgaris y el amor a su mascota le han convertido en un personaje mucho más cercano en Castellón, donde es uno más y se muestra completamente involucrado en su objetivo de lograr el ascenso a Segunda División.

"Nuestro centro de entrenamiento, la comunicación con los jugadores y cómo Oscar enloquece de felicidad cuando lo sueltan en un césped fresco... Pero en general, la mudanza no fue fácil para mí. Resultó bastante difícil acostumbrarse al invierno europeo, me encanta demasiado el buen clima. Definitivamente lo peor son las cenas a las diez de la noche, eso no es para mí", añadió.

Era cuestión de tiempo que la familia Voulgaris, Óscar y Bob, hicieran de Castellón su hogar. ¡Si hasta tienen pancartas! Por supuesto, el fútbol también acompaña. El equipo se encuentra líder del Grupo II de Primera Federación con 72 puntos y una ficha brillante. Con ocho de ventaja con respecto a la segunda plaza y solo 18 en juego, el equipo albinegro se aproxima a un ascenso soñado. Un ascenso que, seguro, celebrará Óscar, uno más.