MANU LAMA

"Puede que me insulten más por llevar en la camiseta Lama, pero es mi apellido"

El central del Fuenlabrada, de 22 años, repasa en Relevo su paso por la cantera del Atlético de Madrid y sus perspectivas de futuro.

Manu Lama, en un partido del Fuenlabrada, que milita en Primera RFEF, en la temporada 2022-23. /FUENLABRADA CF
Manu Lama, en un partido del Fuenlabrada, que milita en Primera RFEF, en la temporada 2022-23. FUENLABRADA CF
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

Tal vez hayas llegado a Relevo por Google Discover, donde esa especie de ojo de Gran Hermano instalado en tu móvil, que todo lo ve y que se llama Google, te propone artículos como éste porque sabe que te gusta, por ejemplo, escuchar las narraciones deportivas de Manolo Lama en Cope. O, tal vez, Google intuye que tienes ganas de curiosear sobre su hijo, porque detecta en tu perfil de Twitter que no paras de buscar "ay mi madre, el bicho". Aquí tienes el combo perfecto incluso para criticarnos también a nosotros. Pero antes de descargar tus cariñosos comentarios en redes sociales, te pedimos que leas esta charla hasta el final para conocer a Manu Lama (12 de febrero de 2001), defensa central del Fuenlabrada (Primera Federación).

Manu Lama firma autógrafos a los aficionados del Fuenla.  FUENLABRADA CF
Manu Lama firma autógrafos a los aficionados del Fuenla. FUENLABRADA CF

En algunas fichas apareces con 1'85 de altura y en otras, con 1'92. ¿Cuánto mides realmente?

Ni 1'85 ni 1'92, pero estaré rondando el 1'90. Más cerca del 1'92 que del 1'85.

¿No probaste el baloncesto de pequeño?

No, qué va. Prefiero no tocar un balón con las manos, porque soy nefasto. Sí es un deporte que me gusta ver, pero jugarlo para mí imposible.

Entonces empezaste a jugar al fútbol en el colegio Mirabal, ¿no?

Sí, ahí. Es un colegio de Boadilla, donde di mis primeras patadas. Era un equipo de colegio y luego empezamos a jugar al lado del Cerro del Espino. Ahí me vieron para decirme que si probaba a jugar en el Atleti.

¿Algún ojeador o algo?

Sí, me dijo que si me pasaba un día a entrenar y a hacer las pruebas. Como siempre he sido del Atlético de Madrid, pues fue un orgullo que me dijeran lo de ir a probar.

¿Con cuántos años?

Justo con 10.

Vaya experiencia, ¿no? Que te fiche el equipo del que eres seguidor…

Claro, sí. Tú estás viendo por la tele lo que es el club y luego llegas, juegas y vas escalando año a año; así, en diferentes categorías. Te vas alegrando y sintiéndote orgulloso de lo que estás haciendo y, sobre todo, del club en el que estás.

"No sé si mi padre narrará un día un partido mío, pero lo que tengo claro es que me repartirá palos"

MANU LAMA Sobre la posibilidad de jugar en la élite

¿Pero te acuerdas de ese día que te pones la equipación del Atleti no como aficionado sino como jugador de la Escuela?

Sí, claro. Pero me costaron mis primeros pasos allí, porque venía de un club que no estaba federado, donde jugaba con todos mis amigos del colegio. Ahora lo veo diferente y desde otra perspectiva. Pero cuando tienes 13 años o por ahí, te cuesta ese cambio de jugar con tus amigos y pasar a un club más grande.

Ingresaste en la Escuela del Atlético de Madrid y luego en la cantera, pero explícanos un poco qué diferencias existen para los que no estén tan familiarizados con este concepto…

La cantera siempre suele ser donde están los mejores jugadores y la Escuela es otra cosa. Es diferente. Tu aspiración en la Escuela es pasar a formar parte de la cantera, donde hay más nivel y donde están los mejores. Yo tuve esa suerte de dar ese paso.

Diste el salto a la cantera del Atlético en Juvenil, ¿no?

Sí, en Juvenil de segundo año, después de jugar cinco o seis años en la Escuela. Ese cambio y los procesos cuestan bastante: por el ritmo, por las competiciones y el nivel que hay. Pero encantado de que quisieran darme la oportunidad de jugar y sólo tengo que dar las gracias al Atlético de Madrid.

Entiendo que en ese primer año, ya en la cantera, empiezas a percibir que puedes ganarte la vida con esto del fútbol…

Ese sueño lo tienes desde que eres muy pequeño, pero son pinceladas que te acercan más a lo que es el sueño de ser futbolista profesional. En esa primera temporada estuve con Antonio Rivas en el banquillo y no empecé bien. Me costó adaptarme y estuve un par de meses chupando banquillo; pero cuando empecé a coger ritmo, jugué todo con él.

¿Quién estaba en ese equipo de los que ahora nos puedan sonar?

Pues en ese Madrileño A jugaba con Mario Soriano; Marc Tenas, ahora en el Alavés; Alberto Soto, ahora en Portugal; con Isaias Navarro, en Zaragoza; Javi Asenjo, que ha estado este año en el Recre; Saldaña, ahora en el Cartagena; Adrián Gómez, que milita en el Valladolid; Gonzalo Camello, Adrián Expósito, Carlos Rojas o Rafa Núñez, que juegan los dos en el Almería...

Te acuerdas perfectamente de todos…

Sí, guardo mucho cariño a ese primer año y sigo manteniendo la relación con ellos.

Al año siguiente, con la Youth League, ya coincides en la defensa con Marco Moreno (habitual en la dinámica de entrenamientos del primer equipo actualmente) y con jugadores como Roro Riquelme, ¿no?

Sí, con Marco, efectivamente. Con Roro fue un poco diferente, porque coincidimos en la Youth League solamente, porque él es un año más mayor. Estábamos con Carlos González de entrenador, que ahora dirige al Atlético de Ottawa. Hicimos un añazo, pero la pena fue no acabar por el tema de la COVID. Éramos un equipo defensivamente muy sólido y nos pusimos a tres del Madrid: teníamos que ir todavía a jugar a Valdebebas, pero ocurrió lo de la pandemia.

Al año siguiente, con apenas 20 años, te marchas a jugar a Segunda División B, en La Nucía. ¿Qué buscabas exactamente?

Cuando eres Juvenil es otra historia. Es una broma el fútbol de verdad, en comparación con lo que veníamos jugando. Obviamente, te estás enfrentando en juveniles con gente que es de tu edad, pero a excepción de los partidos ante el Madrid, o rivales de canteras grandes o los de la Youth League, apenas compites realmente. No existe una exigencia real a términos competitivos todos los domingos. Por eso, cuando te enfrentas a gente que tiene diez años más que tú, gente mucho más experimentada en todos los sentidos y que saben muchas más cosas es cuando aprendes en realidad. Me surgió la oportunidad de irme cedido y creo que salir fuera de un filial, para rodearme de gente más experimentada y que sabe mucho más de lo que es una vida futbolística, te puede enseñar muchas más cosas.

Pasaste de un vestuario de niños a hombres. ¿Qué es lo que aprendiste nada más llegar?

Al no haber entrado nunca a un vestuario así iba con la incertidumbre de qué iba a pasar, pero me acogieron todos bastante bien. Fue cedido también ese año otro amigo del Atleti, Soto, que ahora está en Portugal. Fue un año de la hostia. Si me tengo que quedar con algo, por ejemplo, es que en el Atleti te enseñan a sacar el balón jugado, a defender los perfiles y demás, pero en La Nucía me enseñaron más a lo que es luchar, el pelear, en definitiva, las pillerías que hacen los centrales.

Dime alguna.

A ver, no pillerías sino cómo defender, si el delantero es de un perfil, si es más pequeñito o más alto, a ser más contundente defensivamente, a no complicarme en muchos momentos cuando el resultado lo requiere… Ese tipo de cosas que cuando eres joven no las percibes y necesitas el consejo de gente de 30 años o más, que te dicen esas cosas para mejorar. Estoy muy agradecido a todo lo que aprendí allí.

"Tú puedes tener 19 ó 20 años, pero tampoco soy gilipollas y sabía por dónde me venían los tiros"

MANU LAMA Sobre su experiencia en Segunda B con La Nucía

Dicen que un central no puede ser bueno si no tiene cara de mala leche…

Eso es un poco también lo que me decían allí. Que por ser joven iban a tirar más por mi lado, pero tú puedes tener 19 ó 20 años, que era lo que tenía, pero tampoco soy gilipollas y sabía por dónde me podían venir los tiros.

En La Nucía estuviste con César Ferrando, que fue entrenador del Atlético de Madrid en la temporada 2003-04…

Sí, me enseñó bastante. Es lo que te estaba comentando, me decía que no me complicase y estuvo muy bien porque es un tío muy cercano. Fue un año muy bueno.

Lo único negativo de tu Erasmus, en la 2020-21, fue esa fractura de peroné que sufriste.

Sí, me lesioné en el último partido en casa, en el Camilo Cano, nuestra casa, en una jugada rápida. Fue una acción que peina el lateral y voy al cruce, el tío como que se cae y a la que va a tirar desde el suelo, meto la pierna entre sus dos piernas y me hizo como una tijereta. Me quedé ahí. Me intenté levantar, pero noté que la cosa era algo más que el típico calmante; me intenté levantar, pero nada; sabía que algo no iba bien. Fue una rotura de peroné y de los ligamentos del tobillo.

¿Cuánto tardaste en volver a jugar?

Ocho o nueve meses, porque me pilló el verano de por medio.

Ahí es donde se frena un poco tu proyección, ¿no?

Mi intención antes de lesionarme era estar un año cedido para volver al Atleti, pero justo el Atleti hace un año malo y desciende a Tercera. Lo que pensé es que estaba lesionado y creí que lo mejor para la recuperación era trabajar con los servicios médicos del club, que son muy buenos también a nivel de readaptación y preparadores físicos, y cerca de mi familia, en Madrid. Fue un poco como lo había pensado porque hasta enero no empecé a encontrarme bien físicamente y a jugar bastantes partidos y minutos, prácticamente todo. Y, bueno, ascendimos (a Segunda RFEF) y ahí fue un poco todo.

Ese año acariciaste también la dinámica del primer equipo porque Simeone te convocó para los partidos del Levante y la Real Sociedad.

Todos los que formábamos parte del filial normalmente te suelen llamar para entrenar con el primer equipo. Vas tocando el primer equipo: lo tocas una semana tres veces y luego estás dos semanas sin volver a subir con el primer equipo. Pero vas tocándolo poco a poco…

¿Con quién te hizo más ilusión entrenar?

Koke, Griezmann… Ves al Cholo de cerca y a toda esa gente que llevas viendo por la tele desde que eras muy pequeño. Y ver a todos esos jugadores entrenando es cierto que, de primeras, te pilla un poco como de imprevisto y dices: "Joder, toda la gente que veía por la tele está entrenándose ahora conmigo".

Y siendo central, ¿en quién te fijabas de pequeño?

Hombre, pues el Atleti cuando era pequeño tenía muy buenos centrales como Godín, Miranda y el propio Savic, que parece que no, pero lleva ya muchos años.

Y esta temporada, en diciembre, te marchas al Fuenlabrada. Hasta 2025 y diciendo adiós al Atlético. ¿Por qué?

En el verano se habían mostrado también muy interesados, pero no sé por qué motivo no se pudo dar. Luego empecé con el Atleti y tuve la lesión muscular. Y en diciembre surge de nuevo la oportunidad, aun sabiendo que estoy lesionado. Creí que fue el momento de dar un paso adelante e irme a este equipo, que el año pasado militaba en Segunda División. Salió la oportunidad y me apetecía bastante. Me gustaba mucho el club desde fuera y una vez dentro, reafirmo todo lo bueno que pensaba. Aquí hay un grupo de la hostia y, sobre todo, un entorno que creo que muy pocos clubes lo tienen.

Manu Lama habla de su nueva etapa en el Fuenlabrada, su paso por La Nucía, el Atlético de Madrid y la relación con su padre.

Sigues en Madrid y pudiendo completar tus estudios…

Hombre, mi opción número uno es el fútbol y representa la vía que más me gusta. Los estudios los puedo compatibilizar en cualquier lado. Siempre le puedes sacar tiempo a todo.

En el Fuenlabrada no has gozado de muchos minutos…

Es lo que te digo, vine lesionado y llevaba dos o tres meses out. Tenía que meterme caña para estar al máximo nivel. Las lesiones musculares son muy traicioneras y a mí me operaron del tendón del isquio, justo debajo del culo. He tenido mala suerte porque se me ha acabado la temporada, pero ahora en pretemporada quiero llegar como un avión.

Conseguisteis la salvación en el último partido de la temporada, sufriendo mucho. Puro Atleti…

Sí. Cuando un equipo baja de Segunda División a Primera RFEF, la permanencia no es el objetivo; pero a medida que van pasando los partidos, los objetivos cambian. Lo que más me llamó la atención del Fuenlabrada es que era un bloque unido, a pesar de que los resultados no acompañaban. No nos creíamos el mejor equipo de la categoría, pero tampoco nos echábamos las manos a la cabeza o nos poníamos a llorar cuando perdíamos.

Tu padre ha narrado fútbol desde los tiempos de Fernando Hierro hasta la actualidad. ¿Te da muchos consejos o no se mete?

No me da consejos. A ver, cuando estamos viendo fútbol en casa sí dice cosas, pero lo que viene siendo consejos a mí no me suele dar muchos consejos. Prefiero que tampoco me los dé. Es verdad que cuando estamos viendo fútbol en casa podemos comentar un poco más, pero otro tipo de aspectos. Pero a mí no me dice gran cosa, no se mete mucho.

¿Y el tema de las redes sociales cómo lo llevas? ¿Se meten mucho contigo por ahí? ¿Te incomoda el tema?

A ver, el tema de mi padre y las redes sociales no me afecta para nada. Llevo conviviendo con ello toda la vida. Tengo 22 años y llevo 22 años conviviendo con esto. Si todavía no te has hecho a la idea a estas alturas, estás perdido. El tema de comentarios si leo alguno, me río. Pero no me afecta, tanto si es positivo como negativo.

Elegiste no esconderte con un simple "Manu" en la camiseta y optaste por llevar el "Lama".

Sí, aquí en el Fuenla y en el Atleti. No tengo ningún problema. O sea, me pueden insultar más poniendo Lama, sí; pero también es mi apellido, así que no tengo problema. Es lo que te digo. Llevo 22 años con ello, si no me acostumbro a estas alturas, estoy perdido.

Y, ¿crees que te ha perjudicado en algunos momentos? Por ejemplo, pienso que Giuliano Simeone jugaría en el Atleti si no fuera hijo del Cholo…

Claro, puede ser esto que comentas de Giuliano. No sé si me habrá perjudicado o no. Puede que sí que haya sido un lastre, pero también una motivación para mí, es decir: "Voy a enseñar a todos estos listos que dicen que no sé qué, de que estoy jugando aquí...". Ya te digo, puede ser un lastre, pero también una motivación más para demostrar más todavía lo que soy.

Se te ve con carácter: para el fútbol no vale cualquiera.

A ver, es un poco lo que te he dicho antes. Hablamos de un lastre, pero también de una motivación para seguir jugando.

¿Llegará un día en que en una retransmisión de Manolo Lama narre una jugada de Manu Lama?

No sé si llegará ese momento, pero lo que tengo seguro es que me va a repartir palos por todos lados. Eso lo tengo seguro. Pero bueno, no sé: sí estaría bien.

Como estudiante de tercero de Periodismo, ¿cómo crees que voy a titular la conversación que estamos teniendo?

(Risas) No sé, no me metas en esto.

Bueno, ¿cómo titularías entonces tu propia entrevista?

No sé, eso te lo dejo a ti, que eres el bueno. No te lo voy a dar todo hecho.

¿Cómo ves el Periodismo deportivo?

A ver, estoy ahora mismo sacándome la carrera, me gusta; pero estoy centrado en el fútbol y en aprobar los exámenes que me quedan.

¿Dónde te pones más nervioso? ¿Antes de empezar un partido o antes de hacer un examen?

Bueno, esa la tengo clarísima. Cien por cien me pongo mucho más nervioso en un examen que jugando un partido, que es donde considero que me desenvuelvo bien. Mi opinión es que en los exámenes poca gente se desenvuelve bien.

¿Consumes Prensa deportiva?

Consumo más fútbol porque sí me gusta ver las grandes Ligas como Italia, la Premier o LaLiga; y luego me gusta ver partidos de Primera RFEF o de Segunda Federación. Consumo más fútbol que programas deportivos.

Tu excompañero, el guardameta rojiblanco Iturbe, por ejemplo, entrena ya a chavales. ¿Te llama la atención en un futuro eso de entrenar?

A lo mejor, pensar en eso hoy en día es demasiado pronto, pero no es algo que descarte. Podría ser.

¿Dónde se ve Manu Lama dentro de diez años?

Hombre... Espero que haya dado mi máximo para estar en las categorías más altas de nuestro fútbol, porque es lo que más me gusta y lo que, además, disfruto.

Es difícil vivir del fútbol: algunos de tus amigos y compañeros ya no están en esta carrera…

Sí, te vas encontrando con gente por el camino que parece que es muy buena, pero quizás no reúne todas las características, las físicas y las psicológicas. Por muy bueno que seas técnicamente, si luego psicológicamente no te encuentras centrado, es muy complicado que llegues a jugar al fútbol.

Gracias por atendernos en plena época de exámenes. ¿Cuál te queda por afrontar?

Redacción Periodística. Yo creo que la sacamos.

Partido a partido, como el Cholo, ¿no?

Sí, ¡eso es! (risas).