Las razones por las que Raúl quiere seguir en el Real Madrid
El club, Ancelotti (con el que se lleva de maravilla) y la plantilla del filial dan por hecha la continuidad del entrenador del Castilla. Una sensación que él ratificó tras eliminar al Barça.

Pese a que una amplia mayoría, futbolística y periodística, le ubicaban fuera del Real Madrid al acabar esta temporada situándole en infinidad de banquillos fuera de Valdebebas, Raúl González Blanco ya ha dejado claro que su prioridad es seguir al frente del Castilla por quinta campaña consecutiva. Otra cosa es lo que pase.
Las palabras de la leyenda blanca después de eliminar al Barça en las semifinales del playoff de ascenso a Segunda fueron el trueno definitivo en mitad de tanta incertidumbre: "Raúl es el Real Madrid; quedarse es lo que creo que va a pasar", dijo el técnico el pasado domingo en sala de prensa. Sus declaraciones confirmaron, a falta de la oficialidad, la sensación que tenían desde hace dos semanas la dirección deportiva del club, su equipo de trabajo más cercano y varios de sus futbolistas de más confianza. Salvo sorpresa inesperada u oferta irrechazable, Raúl no cambiará su hoja de ruta ascienda o no al filial. Le sobran los motivos. Su círculo más próximo alega razones familiares, personales y profesionales de peso.
Raúl tenía -y sigue teniendo- encima de la mesa varias propuestas de enjundia para dirigir a otros equipos en España y en el extranjero. Varias de ellas en Primera. De hecho, en el pasado mercado invernal el Leeds ya llamó a su puerta desesperado, pero decidió no embarcarse en una aventura en la Premier tan seductora como peligrosa. La precaución es uno de los motores que quiere que gobiernen su carrera como entrenador. Otros clubes, como el Espanyol, también habían preguntado por él a modo de sondeo antes de lanzarse a por Luis García, al que ficharon de lo que será el Real Madrid C. Y en Alemania, donde le adoran tras pasar por las filas del Schalke, le llevan guiñado el ojo varios años. Sin embargo, su prioridad siempre ha sido ir poco a poco y seguir creciendo en Valdebebas. Acabar esta temporada el 25 de junio también le anima a seguir. No quiere hacer esperar tanto a ninguna novia y, sobre todo, no quiere dificultar la planificación del filial de cara al próximo curso.
Eso sí, estas propuestas que le han llegado desde la Navidad de 2022 le han hecho dudar en algún que otro momento. Entre otras cosas porque no vive ajeno a lo que se dice o se escribe y, según varias fuentes consultadas, percibe que no goza de toda la confianza que le gustaría. "Es el entrenador del pueblo pero no de la directiva", se atreve a decir off the record un importante miembro del departamento de captación de Valdebebas bien informado. La realidad es que hay otros entrenadores en la casa que tienen más fuerza dentro del club. O al menos que, viendo ciertos movimientos, gozan de más simpatía dentro de la entidad.
Esta realidad obligó al entorno de Raúl a animarle a recapacitar, con el objetivo de que valorase de verdad cada una de las ofertas, ya que igual era una buena idea probar fuera del Madrid y reivindicarse. Aun así, el exdelantero siempre estaba más inclinado a seguir en Madrid, donde está muy cómodo dentro y fuera de la Ciudad Deportiva (su nivel de pádel, al que juega a diario con exfutbolistas, va a más) y donde sus hijos son felices después de haber vivido muchos años en el extranjero, completando decisivamente su formación académica.
Las charlas de Ancelotti
Más allá de lo familiar y lo personal, los que conocen bien a Raúl repiten una y otra vez que, para él, entrenar al filial es todo un privilegio. No hay un lugar más cercano para dirigir algún día al primer equipo, como sueña. Un deseo para el que, por cierto, ya se ve totalmente preparado. Exponerse fuera es mucho más arriesgado y no es garantía de que vaya a servir para volver por la puerta grande. Fuera del Real Madrid hace mucho frío.
Pero Raúl no se queda en el Castilla porque tenga prisa, haya visto señales de que al primer tropiezo serio de Ancelotti dará el salto o sepa que, por ejemplo, Zidane arrancó su legado desde su misma posición. La relación de Raúl con el italiano es exquisita y le desea lo mejor. Otra cosa será en 2024... Lo que sí tenía claro Raúl es que si Carletto continuaba, sus posibilidades de seguir en el Castilla aumentaban porque ha trabajado con él muy a gusto durante toda la temporada y se han respaldado mutuamente. Su sintonía es total. No como sucedía con el propio Zizou, donde sólo había educación, protocolo, cortesía y poco más pese a haber sido compañeros en el Madrid de los Galácticos.
Ancelotti ha sido uno de los que más ha insistido a Raúl para seguir en Valdebebas(como el propio Raúl lo hizo con Carletto para que no aceptará la oferta de Brasil), al estar muy agradecido por su trato, cariño, cercanía y sobre todo por su manera de trabajar, siempre pensando más en la progresión de los canteranos y en el primer equipo que en los resultados del filial.
Ambos se reúnen todos los días antes de los entrenamientos para pactar el trabajo a realizar por el grupo, para concretar junto a los médicos los planes para los lesionados y para debatir qué canteranos suben al primer equipo. Incluso para consensuar quiénes deben ir a la próxima gira de pretemporada en EEUU (Mario Martín, Nico Paz, Álvaro, Arribas…). Ancelotti está muy agradecido por la predisposición y ayuda de Raúl. Y no es una pose. Varios futbolistas reconocen que es habitual escuchar en el vestuario del filial, de boca de su entrenador, que cinco minutos con el primer equipo, un simple entrenamiento o una convocatoria es mucho más importante que 90 minutos o un gol en Primera Federación.
Una gran progresión
Raúl ya lo ganó todo como jugador del Real Madrid. En su palmarés hay tres Copas de Europa, dos Mundiales de Clubes, una Supercopa de Europa, seis Ligas y cuatro Supercopas de España en las 16 temporada en las que estuvo en el primer equipo. Ahora, su trayectoria en el Real Madrid como entrenador tampoco está siendo nada mala a falta de dar el salto al profesionalismo. La remontada ante el Barcelona de ayer ha disparado su popularidad y ha calmado a los que más dudaban. Ahora sólo está a un paso de llegar a la élite y se jugará todo ante el Eldense en la final a doble partido.
Raúl comenzó en el Cadete B en 2018 y pronto se vio obligado a dar el salto al Juvenil B tras el despido fulminante de Álvaro Benito. A la temporada siguiente, debido al baile en los banquillos del filial por la salida de Solari al primer equipo para suplir a Lopetegui -un movimiento que llevó a José Manuel Díaz al banquillo del filial-, terminó con el siete al frente en la temporada 2019-2020. Desde entonces lleva en el cargo. Mientras, se sacó la Licencia UEFA Pro para entrenar ya a equipos profesionales.
Sabe, como todos, que esto no ha hecho más que empezar. Una de las razones que más peso tienen en su decisión de continuar, que aún se debe confirmar oficialmente, es descubrir talentos, poblar el primer equipo de canteranos y ayudar a los futbolistas en su crecimiento. Justo lo que hicieron con él en su día. El resto, algo que no depende de él, no le ocupa ni le preocupa. Valga como ejemplo el baile de entrenadores que iba a haber en la cantera si salía y que ahora, si cumple su deseo, se frenará... La idea del Madrid es que Arbeloa, después de su triplete, no se mueva del Juvenil A. En cuanto a Pau Quesada, su trabajo con el Cadete A fue extraordinario y, aunque se la pegó al intentar subir al RSC a Segunda Federación, está muy bien considerado en el club, donde creen que lo mejor sería dejarle en el tercer filial para que lo guíe desde el principio e intentar conseguir el ascenso.