¿Por qué valió el gol del Real Madrid Castilla pese a haber dos balones en el campo?
Un segundo esférico fue arrojado desde el sector de aficionados del Atlético Baleares.

El Real Madrid Castilla coge aire en la clasificación del grupo 2 de Primera Federación a costa de un Atlético Baleares hundido en la tabla. El filial madridista se impuso en Palma de Mallorca con un autogol de Villapalos, que introdujo en su propia portería un libre lateral ejecutado por Nico Paz. Una jugada que generó las protestas del conjunto balear al aparecer dos balones en la imagen.
El segundo esférico fue lanzado directamente desde el sector de aficionados del Atlético Baleares situado justo detrás de la meta defendida por Jero Lario. Sin embargo, este no interfirió en ningún futbolista, por lo menos, mientras el primer balón se encontraba en disputa por alguno de ellos.
Villapalos, que despejó contra su propia portería, recibió, poco después, el impacto de ese segundo balón arrojado desde la grada, pero se produjo ya cuando la primera pelota tocó la red. Es decir, para nada había condicionado su acción inicial, la del despeje fallido hacia atrás. Por eso mismo, el árbitro del encuentro, Manrique Antequera, dio validez al tanto pese a las protestas de los jugadores locales. La decisión del colegiado andaluz está respaldada por las Reglas del Juego, marcadas por la International Board (IFAB).
Regla 5. El árbitro.
Un segundo balón, un objeto o un animal entre en el terreno de juego durante el partido; en este caso, el árbitro deberá: detener el juego (y reanudarlo con un balón a tierra) únicamente si interfiriera en el juego, excepto si el balón fuera a entrar en la portería y la interferencia no impidiera que un defensor jugara el balón; se concederá gol si el balón entrara en la portería (incluso si se produjo contacto con el balón), a menos que la interferencia hubiera sido causada por un miembro del equipo atacante.
De hecho, el Comité de Competición multará al Atlético Baleares al haber sido siso recogido el incidente en el acta: "En el minuto 72, un sector de la grada justo detrás de la portería local donde se encontraban seguidores locales (unos 20 seguidores en número), identificados como tal por sus vestimentas y cánticos de ánimo al citado equipo, se lanza un balón al terreno de juego con el balón principal en juego y en una acción próxima a gol. Antes de reanudar el encuentro, se avisa de que se deponga ese tipo de actitud por megafonía, no ocurriendo ninguna incidencia más posteriormente. El encuentro estuvo parado durante 30 segundos mientras se mandaba el mensaje por megafonía". Por ello, además, fue expulsado el delegado de campo, al ser considerado responsable del lanzamiento de un balón en una acción de gol.
Tras el partido, Jaume Mut fue preguntado por esa situación, aunque el técnico del cuadro balear no quiso entrar a valorarlo al no haberse percatado bien de ello, como reconoció.