El Barça que creó Laporta donde lo importante no es ganar, sino transformar personas: "Este proyecto es un regalo"

En el fútbol no siempre lo más importante es ganar. Y menos cuando enfrente nace un proyecto de la envergadura del Fundació Barça Genuine. Un equipo de fútbol formado por hombres y mujeres con discapacidad intelectual. Un proyecto transversal creado en junio de 2021 para avanzar hacia la integración de las personas con otras capacidades. "Tenemos mucha ilusión y ganas de aprovechar esta oportunidad de poder jugar en el Barça y de disfrutar de la experiencia", cuenta a Relevo Mercè Portabella, una de las entrenadoras que se ha incorporado al equipo esta misma temporada.

Fue una de las propuestas de Joan Laporta en el programa electoral. Más que fútbol. El proyecto vio la luz de la mano de Maite Laporta. "Este proyecto es un regalo", explica Miquel Puig, actual responsable del Fundació Barça Genuine y exdirector de La Masia. "Ha superado nuestras expectativas. Es un proyecto que te enriquece profesionalmente, pero también en lo personal", añade.

La estructura que hay detrás nada tiene que envidiar a la de un club profesional de primer nivel europeo. El Fundació Barça Genuine, que tiene el respaldo de todos los estamentos del club, cuenta con dos entrenadores y una entrenadora, tres psicólogas, dos fisioterapeutas, un entrenador de porteros y un responsable de comunicación. El equipo blaugrana es de los pocos de la competición que intenta repartir de manera equitativa los minutos que juegan los futbolistas. "Estamos muy orgullosos de tener un equipo mixto y muy diverso", explica Miquel Puig.

El trabajo de todos los responsables del staff en un grupo tan especial es indispensable. El papel de las psicólogas del equipo es crucial. "Estamos muy pendientes de cada uno, cómo se comporta cuando le toca salir a jugar y cómo gestiona el descanso. Es muy importante la comunicación", explica a Relevo Mònica Sinyol, una de las tres psicólogas del equipo.

"Uno de los momentos más complicados es el aceptar la frustración y cómo asimilarla. Cuesta hacerles ver la realidad. Tienen bloqueos que dándoles apoyo y acompañándoles les ayuda mucho. Son chicos que tienen muchos altibajos, hay algunos más estables que otros. Les damos las herramientas necesarias para que aprendan a gestionar las emociones y conozcan sus límites", cuenta Mònica.

"Son personas que no tienen filtro ni dobles intenciones. No hay hipocresía, no simulan un papel que no son. Lo que tienen en el corazón es lo que transmiten. Pero eso también es complicado. Hay que saber interpretar muy bien las caras, las miradas, los gestos, el lenguaje no verbal, para entender qué está pasando y qué respuesta puedes dar", añade Miquel, el responsable del proyecto, que tiene claro que "las emociones son de piel de gallina o gallina de piel como decía el maestro Johan. Están muy a flor de piel y todo se vive con muchísima intensidad".

Trabajar con un grupo así enriquece mucho y llegas a valorarlo todo mucho más. "Nos enseñan muchas cosas que a veces se nos escapan. Tienen otra sensibilidad. Trabajamos con personas que tienen un grado de discapacidad distinto. Algunos no tienen las emociones pronunciadas y las vamos trabajando poco a poco. Tienes que buscar el momento oportuno para hablar con ellos, que estén relajados y lo puedan entender", destaca Mònica.

Ganar reconforta. Pero en este proyecto es secundario. "Tenemos unos objetivos finales como cualquier otro equipo. Buscamos dar lo mejor individualmente y a nivel grupal. Es muy importante pasárselo bien. Es una experiencia increíble. El objetivo es disfrutar y crecer a todos los niveles", nos cuenta Mercè Portabella.

Los entrenadores y entrenadoras están muy encima. "Somos sus referentes. Les ayudamos a aprender y crecer. Nosotros también aprendemos de ellos. Es un proyecto grupal que no podría funcionar sin todos los que trabajamos alrededor", explica Mercè que también reconoce que "somos una familia tanto dentro como fuera del campo. Sumamos y crecemos juntos con el apoyo de las familias que se han volcado mucho. Es un proyecto de oportunidades y tenemos que aprovecharlas".

"Como cualquier persona que haga deporte lo que quiere es ganar, pero al final lo más importante es que a los chicos y chicas les ha cambiado la vida. El éxito de este proyecto está precisamente en esta transformación interna y personal, en hacerlos sentir que son capaces de hacer muchas cosas", explica orgulloso Miquel Puig.

Una de las cosas que más fascina al ex director de La Masia es la evolución de la mayoría de los muchachos. "Es gratificante. Personas que cuando llegaron prácticamente no se comunicaban o personas que prácticamente no podías ni tocar, y ahora vienen y te dan un beso o te explican cualquier anécdota o problemas. Este es nuestro éxito".

Los jugadores y jugadoras son la base de este proyecto. Berta Sió cuenta a Relevo que "es un sueño hecho realidad. Lloré cuando dijeron que me cogían. Ojalá mi abuelo estuviera aquí para verlo. La vida me ha cambiado para bien. Antes era distante y ahora no. Me ha ayudado mucho".

Hablando con muchos de ellos coinciden en la familia que han formado. "Esto es como una familia. Lo más importante es pasarlo bien y jugar a fútbol. Disfruto mucho. Mola llevar la camiseta del Barça. Es un regalo de la vida. Es bestial. He cambiado a mejor. Antes protestaba mucho y ahora me controlo más", cuenta Marc Povedano, uno de los jugadores que lleva en el equipo desde la primera temporada.

"Ha crecido mucho a nivel personal y ha madurado gracias al Barça. Le ha ayudado para seguir hacia adelante con su vida. Nos da mucha tranquilidad estar bajo el paraguas del Barça", comenta Isabel, la madre de Adrià Alonso uno de los jugadores con síndrome de Down.

Enric, el padre de Sasha, que se ha incorporado este curso al equipo destaca el valor del proyecto. "En un equipo de futbol normal, juegas, entrenas y te vas. Aquí hay un valor añadido, un apoyo y un equipo de gente que está por ellos. Sasha ha conseguido un trabajo gracias a uno de los patrocinadores de la Liga. La rutina de entrenar el miércoles y jugar el domingo le va muy bien. En casa está mucho más tranquilo y centrado".

La vida de todos ellos ha cambiado, el de los chicos y chicas del equipo, las familias y todos los miembros que forman parte del proyecto Fundació Barça Genuine. El "Mes que un club" late más que nunca con este tipo de iniciativas, que también existen en otras entidades, y que ayudan a integrar en la sociedad a personas con discapacidad intelectual a través del fútbol.