El punto oculto de la "propaganda" de la Superliga: un ejercicio de simulación

Se fían tanto de las simulaciones matemáticas en la Superliga que hasta les dan crédito cuando los datos se rebelan contra sus fundadores. En la anterior propuesta de competición, la que provocó la rebelión de las hinchadas en Inglaterra, uno de sus estudios numéricos predijo que el Manchester City, Bayern Múnich (que jamás aceptó entrar, pero que estaba en ese cálculo) y el Liverpool eran, por ese orden, los favoritos para alzarse con la competición elitista. El Real Madrid ocupaba la quinta plaza, justo por detrás del FC Barcelona.

Esta nueva propuesta de la Superliga también se sustenta en cálculos, los de la permanencia en una primera división (la verdadera Superliga) que aspira al elitismo. ¿Quién partiría desde esa primera categoría: los más poderosos amparados por el coeficiente UEFA, como ya trataron de hacer en 2019? ¿Con un sistema de ascensos y descensos, qué probabilidades tiene el campeón de Bélgica o el cuarto de LaLiga en llegar a la primera competición? ¿A qué darían acceso las ligas nacionales: a jugar la primera división (improbable) o a disputar la cuarta o tercera categoría? Todas estas respuestas no están en el primer mandamiento del decálogo publicado ayer por la Superliga, que parece que ha abierto la competición, pero por una rendija.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, calificó de "panfleto" el planteamiento de A22, compañía que trabaja con el Real Madrid, el FC Barcelona y la Juventus en la creación de esa hipotética competición continental. "Este modelo 'abierto' con varias divisiones basado en la meritocracia es reservar la primera división a los GRANDES CLUBES. Esta primera división no tiene acceso directo desde las ligas nacionales. Se pretende trasladar el modelo vertical de las Ligas Nacionales a Europa, lo que supondría la destrucción deportiva y económica de las Ligas Nacionales", señaló en una carta abierta.

En la misma, el presidente de LaLiga se refirió a la propuesta como "un nuevo golpe de estado de los grandes clubes para hacerse con el control total y convertir el fútbol europeo en un deporte para la élite, no para todos". Tebas recordó los datos de las competiciones domésticas: "Las ligas nacionales representan hoy el 75% de los ingresos generados en el fútbol europeo. Hay más de 40 ligas y asociaciones profesionales en Europa, más de 1.500 clubes profesionales, más de 53.000 futbolistas profesionales, más de 75.000 empleados no deportivos que, en conjunto, generan más de 25.000 millones de euros en ingresos y muchos puestos de trabajo a su alrededor". En esa línea, las Ligas Europeas apoyaron, con otro comunicado, el actual modelo del fútbol continental y dejaron claro que jamás han sido consultados por A22.

La campaña de comunicación de A22 llega a menos de dos meses de que se pronuncie el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) acerca de si existe o no una posición de abuso de la UEFA y de la FIFA, como sostienen desde la sociedad promotora de la Superliga. "Esto es una acción de relaciones públicas y propaganda más que otra cosa, saben que lo tienen muy complicado en el Tribunal de Luxemburgo", apunta una fuente del ámbito jurídico europeo a Relevo.

El propio Melchior Wathelet, exabogado general del TJUE y partidario de las ideas de la Superliga, lo advirtió en un acto en Bruselas el 13 de enero: "Soy pesimista con la sentencia". Lo más probable es que el Tribunal siga el informe no vinculante del abogado general griego encargado del caso, Athanasios Rantos, y que es favorable a la UEFA.  En aquella serie de eventos contraprogramados en Bélgica ya hablaba Tebas de los planes de la Superliga con un sistema de ascensos y descensos. Aquel día, como en la carta de hoy, lanzó un aviso: "No se dejen engañar". Como sabe el Real Madrid, el dominador de Europa con sus 14 Copas y, según aquel estudio, quinto favorito para la Superliga: los números, a veces, también mienten.