REAL MADRID

Manuel habla de todo lo que tuvo que superar tras años de silencio: "El Real Madrid me salvó la vida"

Quien fuera canterano del club blanco durante 10 temporadas, superó un cáncer de testículo. "No soportaba que la gente me mirara con pena", dice.

Manuel Cedenilla, en su casa en Talavera de la Reina /Pablo Muñoz
Manuel Cedenilla, en su casa en Talavera de la Reina Pablo Muñoz
Isabel Pacheco
Pablo Muñoz

Isabel Pacheco y Pablo Muñoz

"El Real Madrid me salvó la vida". A Manuel Cedenilla la vida le golpeó con fuerza aquel mes de junio de 2013. Con 15 años, y cuando el talaverano era una de las grandes promesas de la cantera del Real Madrid, el joven lateral izquierdo recibió una noticia de impacto: 'Tienes un tumor en el testículo'.

Vídeo sobre la historia de superación de Manuel Cedenilla.PABLO MUÑOZ / RELEVO

 "Todo ocurrió por azar", empieza recordando Cedenilla. "Tenía ginecomastia en las mamas, que es como grasilla en el pezón y que le ocurre a muchos chicos en la pubertad. Lo que pasó es a que a mí no se me quitaba y aquello me generó complejo", cuenta. "Fui a un médico especialista y éste, al ser un tema de hormonas, me derivó a un neurólogo. Este último vio que tenía un testículo fuera de lo normal y que había algo raro".

Las pruebas confirmaron el peor presagio. Manuel tenía cáncer de testículo. "Tenía 15 años y no era consciente de lo que se me venía encima. Nadie te prepara para eso". "Una escena que se me viene ahora a la cabeza ocurrió durante un partido de fútbol en Talavera. Ahí llevaba ya unas sesiones de quimio. Estaba sentado en el banquillo, sudando e hice el típico gesto de tocarte la cabeza y la frente con las manos. Cuando vi que las tenía llenas de pelo... Fue uno de los momentos donde dije 'hostia, esto va en serio".

«No soportaba que la gente me mirara con pena»

Diez años más tarde de aquel diagnóstico, el que hasta hace unas semanas fuera jugador del Langreo recibe a Relevo en su casa de la Talavera de la Reina sin perder esa sonrisa que no desapareció de su rostro en el momento más duro de su carrera. "Hace unos años no me gustaba hablar sobre ello. Pero no por que me importara, sino porque no soportaba que la gente me mirara con pena. ¡Pena de qué!, pensaba yo. Pena el que no tiene para dormir en un colchón", dice con esa madurez que ya le caracterizaba cuando con sólo ocho años entró a formar parte de la cantera del Real Madrid.

"Durante la quimio, no podía con el olor de la comida del hospital. Me daban ganas de vomitar"

Manuel Cedenilla Excanterano del Real Madrid

Cedenilla, que nunca había hablado abiertamente de la enfermedad ante los medios, no tiene miedo a hacer memoria. "¿Sabes una cosa de la que me acuerdo? Cuando estaba ingresado en el hospital, mientras me daba las sesiones de quimio, no podía con el olor de la comida. Se me metió internamente y cada vez que la olía me daban ganas de vomitar. Podía tirarme tres o cuatro días sin ingerir ningún tipo de alimento sólido. Cuando volvía a casa tras varios días en el hospital lo único que quería era jamón".

Y continúa el relato con una sonrisa. "Llegué a ser Tendring Topic en Twitter. Arbeloa, Morata, Nacho Fernández, jugadores del Castilla como Chéryshev... Todos me mostraron su apoyo en redes sociales". Porque Cede, como le llaman cariñosamente sus amigos, salió victorioso del partido más importante de su vida: logró vencer al cáncer. "En el momento en el que ocurrió no me dio tiempo a ser consciente de lo que estaba pasando. En lo único que piensas es en sobrevivir".

Una segunda operación de 14 horas y 60 grapas

Pero hasta llegar a ese ansiado "estás curado", el camino resultó duro para un Cedenilla que tendría que volver a pasar por el quirófano seis meses después de aquella operación de testículo. "Después de la primera intervención en la que me extirparon el testículo tuve que hacerme un PET-TAC para ver la evolución y comprobar si la quimio había quemado el tumor. Tras lo mal que lo pasé con la quimio esperaba un punto de alivio en los doctores. Pero en la cita que tuvimos me dijeron que había metástasis y que había que abrir. Me dijeron que podía tener secuelas graves y que no sabían cómo iba a salir la operación. Ese momento fue muy duro. No me lo esperaba".

De nuevo le tocaba lidiar con una dura batalla. "El doctor lo pintó muy mal porque realmente la operación era muy compleja. Fue una intervención de 14 horas. Estuve cuatro días en la UCI y luego 14 días en el hospital. Esos días, con 60 grapas en la tripa, mil tubos... Me sentía totalmente inútil y más una persona como yo, que era muy activa".

"Cuando saltaba al césped el sol me mataba, pero aún así terminaba el entreno"

Manuel Cedenilla Excanterano del Real Madrid

El proceso fue lento. "Había días que no podía estar de pie y momentos en los que no podía levantarme de la cama". recuerda. Pero al igual que hiciera durante las sesiones de quimioterapia, Manuel volvió a sacar fuerzas para seguir adelante.

"Las dos semanas que tenía de descanso después de las secuencias de quimio intenté seguir con mi rutina para que mi vida no cambiara mucho y no fuera un descontrol. Continué yendo a entrenar con el resto de mis compañeros del Real Madrid aunque sí que es cierto que en los entrenos no podía ir al ritmo de ellos ni mucho menos. Hacía de comodín en muchos ejercicios, pero aún así yo seguía sintiéndome parte del equipo", dice quien pese a las dificultades nunca bajó los brazos. "Cuando saltaba al césped, el sol me mataba. Me dejaba sin fuerzas y me debilitaba muchísimo. Iba cuatro o cinco pasos por detrás de mis compañeros, pero aún así yo terminaba la sesión".

El Real Madrid se hizo cargo de todo

Arropado desde el minuto cero por familiares y amigos ("me considero un afortunado por tener a los padres que tengo"), Cedenilla no encuentra palabras para agradecerle al Real Madrid todo lo que hizo por él. "Me salvó la vida".

"Estaba en Talavera antes de salir con mis padres camino de Madrid para hacerme un PET-TAC cuando me llama el director general del Real Madrid. Me dijo que cancelara la prueba y que desde ese momento el club se hacía cargo de todo". "Cada prueba de esas tenía un coste de 1.500 euros y tenía que hacérmela asiduamente para seguir el proceso. El Real Madrid no sólo me pagó lo que nos habíamos gastado por la primera intervención y las pruebas anteriores, sino que se encargó de todo el proceso futuro. Me siguió ayudando incluso cuando ya no pertenecía al club".

Por toda la ayuda y por cómo se comportaron con la familia en el momento más complicado de su vida, Cede, pese a no terminar haciendo carrera vestido de blanco, nunca podrá ponerle un pero al Real Madrid. "Nunca me oirás decir nada malo porque el club me salvó la vida. Esa es la realidad. Gente humilde como mi familia no podían asumir esos costes. Eran inviables."

Cedenilla, junto a varios jugadores del Real Madrid cuando visitó Valdebas  Pablo Muñoz
Cedenilla, junto a varios jugadores del Real Madrid cuando visitó Valdebas Pablo Muñoz

 Jugadores del primer equipo, futbolistas del filial, directiva... Todos se volcaron con el talaverano que aún recuerda con cariño una de las sorpresas más especiales que recibió. "Me sacaron del colegio y me dijeron que tenía que hacerme una prueba. A mí, que estaba enterado de todo el proceso, no me cuadraba", cuenta. "De repente, me plantaron en Valdebebas y pensé: '¿Qué hago yo aquí a las once de la mañana? No pinto nada'. Y lo que pasó es que me dieron una sorpresa y asistí a un entrenamiento del primer equipo. Me hice fotos con los jugadores, me regalaron camisetas... Fue muy bonito".

La vuelta a los terrenos de juego y el regalo de Florentino Pérez

Tras la sorpresa, y aquella complicada segunda operación en el mes de diciembre, la Navidad trajo consigo el mejor regalo que podía recibir la familia Cedenilla. Manuel estaba limpio.

"Quince días después de la segunda intervención estaba en el sofá de casa cuando de repente suena el teléfono. Era del hospital y le comunican a mi madre que lo que habían raspado de la operación era bueno. Que estaba curado y que no había cáncer". Cedenilla, emocionado, necesitaba coger un poco de aire antes de continuar. "En ese momento mi madre, mi padre y yo nos pusimos a llorar cada uno en una esquina de la casa. Fue uno de los episodios más especiales de mi vida", recuerda mientras trata de contenerse para que no se le escapen las lágrimas. "No era mi culpa, pero yo era consciente de que estaba haciendo sufrir a mucha gente. Que yo era el responsable de su tristeza. Pasaron muchos meses, pero por fin escuchamos esas tres ansiadas palabras: Manuel, estás curado".

"Alivio y orgullo. Esas dos palabras sentí el día que redebuté con el Madrid"

Manuel Cedenilla Excanterano del Real Madrid

Tras aquella noticia esperanzadora, tocaba de nuevo empezar un proceso de readaptación. Intentar ponerse erguido, correr poco a poco, hacer pequeños esfuerzos … Fue un camino lento que culminó con otro de los momentos de máxima felicidad. En marzo de 2016, Cedenilla reedebutaba con el Real Madrid.

"Si tuviera que decirte dos palabras para definir qué sentí en ese momento te diría que alivio y orgullo. Alivio por todo lo vivido y orgullo personal. Estaban allí mis padres, mis primos, mis tíos, etc. Cuando salté al campo fue muy emocionante".

Pero el día de ensueño no terminó ahí. Con el pitido final aún aguardaba otra sorpresa. "Cuando terminó el partido se acercó el chico de prensa de la cantera. Me preguntó que cuántos éramos porque Florentino Pérez quería invitarme al palco del Bernabéu para que asistiera al encuentro que esa tarde disputaba el primer equipo contra el Villarreal. Y allí nos fuimos toda la familia", rememora con cariño a la vez que nos enseña fotografías de su redebut.

«Siempre he sido feliz»

La conversación va llegando a su fin. Podríamos seguir hablando toda la tarde mientras devoramos las galletas que su madre Raquel nos ha dejado en un hueco del salón. Ella, que mientras trascurre la charla nos espera en el porche, no puede estar más orgullosa de su Manuel. "Es la primera vez que se abre tanto", confiesa.

"¿Qué le diría al Manuel de hace 10 años? Que gracias por ser como eres, por nunca haber traicionado tus valores y seguir siendo ese niño que fuiste, eres y serás". Porque, como deja claro mientras trascurre la entrevista, Manuel siempre ha sido muy feliz. "He pasado por diferentes etapas. Momentos buenos, momentos malos, pero siempre he intentado sacarle partido a todo. No sé qué me deparará la vida, pero siempre la voy a afrontar de cara y siendo feliz".