La norma del 50% que escuece en el vestuario del Real Madrid
Jugadoras y club se reparten los ingresos al 50% por los derechos publicitarios, una medida que ha alejado y aleja a estrellas.

El fútbol femenino avanza a pasos agigantados. Las futbolistas se han convertido en un reclamo publicitario y muchas de ellas cuentan con una legión de fans a sus espaldas. Una evolución que también se traduce en las relaciones contractuales entre las jugadoras y los clubes. Donde antes apenas aparecía la fecha del inicio del contrato, su extinción y el salario, han entrado en juego muchos más aspectos.
Uno de ellos, y que ha generado un latente malestar en parte del vestuario del Real Madrid, es la cesión por los derechos de imagen de las futbolistas. Según ha podido saber Relevo, cuando una jugadora firma un contrato con la entidad madridista, en materia de derechos de imagen, ambos se reparten la mitad de los ingresos. Es decir, el 50% es para la jugadora y el otro 50%, para el club, independientemente de que haya negociado o no el patrocinio.
Y es este detalle el que trae de cabeza al vestuario madridista, que no lo ve con buenos ojos y siente que le perjudica. En un equipo en el que el rango de salarios abarca desde los 30.000€ hasta los 130.000€, en algunos casos, los ingresos publicitarios mejoran de forma sensible los beneficios de las jugadoras. Además de incrementar su notoriedad pública y ayudarles a construir su imagen, cada vez más demandada por las grandes marcas.
Un ejemplo. Una marca deportiva le ofrece a una jugadora un patrocinio a razón de 20.000€ por temporada. Si firman, el Real Madrid ingresaría 10.000€ y la jugadora, los otros 10.000€. Sin embargo, a esa cantidad habría que restarle alrededor del 20% en materia de retenciones, por lo que la cantidad se ve reducida considerablemente.
Además, el club también se reserva el 'derecho a veto'. Es decir, si una marca ofrece una cantidad de dinero que el club no considera rentable, tiene el poder de rechazarla unilateralmente. En ocasiones, esos ingresos sí que son interesantes y beneficiosos para las jugadoras... aunque para el club sean insignificantes.
Cabe recordar que estos requisitos son informados a la jugadora antes de que firme su contrato y son normas que se efectúan también por igual en el masculino. Sin embargo, la gran diferencia de sueldos entre ellos y ellas hacen que estos ingresos sean de mayor relevancia para ellos. Y, además, ellas necesitan una mayor visibilidad, con el fútbol femenino en pleno crecimiento.
Prohibidas las colaboraciones a cambio de producto
Otro de los puntos de conflicto es la prohibición del club a las jugadoras de aceptar colaboraciones a cambio de publicitar los productos en sus redes sociales particulares. Significa que las futbolistas sí que pueden recibir el material, pero en ningún caso mostrarlo en sus canales, lo que termina de apartar a muchas marcas de ellas, puesto que no reciben ninguna visibilidad.
De esta forma, las jugadoras han visto como empresas de material deportivo (cintas de correr, productos para mejorar su día a día e incluso marcas tecnológicas) no han sido capaces de cerrar una colaboración con ellas. Un detalle que aumenta el descontento de las jugadoras, y también de sus agencias de representación, en este ámbito.
El Barça, más permisivo
Mientras, en el Barça la situación es diferente, siendo el club blaugrana más permisivo y flexible. A pesar de que también mantienen la regla del 50%, incluyen un importante matiz: tan solo se llevan la mitad de los ingresos de los patrocinios que hayan negociado, no del resto. En esos casos, en los que la jugadora por ella misma (o a través de su agencia de representación) ha alcanzado un acuerdo con una marca, la futbolista ingresa el 100% del importe.
Además, también les permite las colaboraciones a cambio de producto, sin ningún tipo de restricción. Son libres para subir lo que consideren necesario, o lo que dicte el acuerdo al que hayan llegado con la marca, en sus redes sociales. Un hecho que le da independencia a la jugadora a la hora de atraer, administrar y hacer crecer su marca personal.
En el caso del Real Madrid, esta circunstancia, lejos de ser una nimiedad, ha podido ser determinante a la hora de que el club blanco fichase a jugadoras de clase mundial. De hecho, fue uno de los motivos -entre muchos otros- que alejó a Kosovare Asllani, la primera 'galáctica' del Real Madrid femenino, del club capitalino.
El tema de los derechos de imagen y la falta de visibilidad provocó un gran descontento de la delantera sueca. Esto, sumado a la oferta de renovar con el mismo salario y pagando ella misma la comisión a su agente, hizo que Asllani tomara la decisión de salir de Valbebebas. Y su pérdida no es el único daño colateral de esta norma del 50% en la sección femenina. Este requisito echa para atrás, junto con el salario, que no alcanza las cifras de clubes como Barça, Lyon, PSG, City, Chelsea o Wolfsburgo, entre otros, a las estrellas de primer nivel internacional que piensan en el Real Madrid como posible destino.