MUNDIAL 2030

Rifirrafe del Deportivo con A Coruña a cuenta del Mundial 2030: "No se ha tenido en cuenta la sostenibilidad del club"

El equipo no acudió al acto de presentación de la sede porque considera que no fue avisado con tiempo y que el proyecto puede ser lesivo para sus aficionados.

Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, en el acto de presentación de la sede. /EFE
Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, en el acto de presentación de la sede. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

El reparto de sedes de un Mundial siempre es una cuestión compleja que deja heridas por el camino. Las ciudades que no estarán, como Valencia, que lo tiene muy difícil, o Vigo, se duelen por su ausencia, no formarán parte de la gran fiesta del año 2030 y esa desaparición duele. Son los damnificados más obvios, pero parece que no los únicos. El campo de fútbol del Deportivo de La Coruña, Riazor, sí formará parte del evento, pero el club no parece demasiado contento con la manera en la que se están llevando a cabo estas cosas. 

Este sábado se ha presentado en la ciudad el proyecto de sede, pero lo que tendría que haber sido un acto de celebración y concordia ha tenido un resbalón. El Deportivo no ha acudido a la cita en la que sí hubo representantes del ayuntamiento, la diputación provincial, el Gobierno, la federación española y la gallega.

"Las agendas de nuestros representantes institucionales nos impiden asistir a dicho acto debido al poco tiempo de preaviso, ya que nuestro responsable de protocolo recibió la invitación de la alcaldesa Inés Rey este pasado viernes por la tarde, más exactamente a las 17:24 horas. Solo unos minutos antes, la vicepresidenta Michelle Clemente y el consejero delegado habían sido informados en sus teléfonos, a través de WhatsApp", lamentaba el club en un comunicado.

Es evidente que hay un problema más profundo en esto, pues algo tan importante como esto de lo que se habla nunca se encalla por un problema de agenda. El Deportivo explica de dónde viene su enfado. "No se ha tenido en cuenta ni las prioridades de los aficionados, que se verán privados de sus espacios en el campo, ni la sostenibilidad del Club", explica en el comunicado la entidad.

Consideran que, por el momento, las cosas no se están haciendo bien y aseguran estar "comprometidos a hacer siempre lo mejor para la ciudad y para el deportivismo"; pero entienden que "este modus operandi por parte del Concello no es institucional ni pertinente", por lo que instan a las autoridades a "avanzar hacia un diálogo basado en el respeto mutuo, de una forma seria, profesional y pública, por el bien de la ciudad y del club".

El problema final está en la disposición del aforo en Riazor. La entidad blanquiazul señala que su "prioridad" es mantener el estadio con un aforo de 32.471 localidades, acorde al tamaño de sus abonados; mientras que la FIFA exige una reforma del estadio y le obliga a aumentar su aforo para llegar a los 40.000 espectadores como requisito para participar en el Mundial.

La alcaldesa, de momento, busca la concordia y en sus palabras trata de rebajar la tensión, "Quiero agradecer enormemente la colaboración que nos han prestado estos dos años y estoy segura de que vamos a seguir por ese camino", dice. La tensión existe, pero con el premio del Mundial la concordia es más sencilla.