El rocambolesco formato de la nueva Champions League contra el que va la Superliga
Está basado en el sistema suizo. Desde A22 aseguran que es injusto y que va contra el espectáculo.

La Superliga no pierde el tiempo. Mientras espera el dictamen del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, quien debe decidir si la UEFA tiene poder sancionador contra los clubes que promueven la nueva competición, trabajan en buscar soluciones para frenar lo que consideran el declive del fútbol tal y como se conoce. Y en esta guerra contra el sistema establecido, una de esas batallas es contra el sistema suizo que propone la nueva Champions, que entrará en vigor a partir de la 2024/2025.
¿Qué es el formato suizo? Se trata de un sistema de liga que se utiliza en deportes como el ajedrez y en el que se empareja a los rivales según su puesto en la clasificación. En el mismo, se enfrentan todos contra todos, pero siguiendo un parámetro. Los que ganan suman un punto, los que empatan medio y los que pierden, ninguno. En la siguiente ronda se enfrentarían entre ellos los que tienen un punto, los que tienen medio y los que no tienen. De esta forma, siempre acabas jugando contra los que tienen los mismos puntos que tú o están cerca en la tabla.
La nueva Champions plantea que haya una liga de 36 equipos con este formato. Cada uno de ellos tiene asegurados ocho partidos en esa primera fase. Los ocho primeros acceden directamente a los octavos de final mientras que del octavo al vigesimocuarto pelean en un Play-In a doble partido por acceder a la siguiente ronda.
Un sistema ciertamente rocambolesco que desde A22 denuncian por diferentes motivos. El primero es que va contra la igualdad en la competición, ya que eliminas la ida y la vuelta y que, por lo tanto, a un equipo le pueden tocar partidos más accesibles en casa y contra rivales de mayor entidad a domicilio sin posibilidad de réplica. Otro punto que consideran negativo es que ganando cuatro partidos da para pasar el corte de octavos y esto podría suponer que los clubes se dejen llevar gran parte de la primer ronda. Por último, tal y como lo plantea la UEFA, aumentaría aún más un calendario completamente saturado de partidos, yendo en contra la salud de los jugadores y de la propia competición.
Este fue uno de los muchos motivos que supuso la ruptura entre los clubes partidarios de la Superliga y la UEFA cuando se trabajaba en la nueva Champions. A22 considera que es un formato injusto y que no va ni en favor de la competición ni del espectáculo. Añaden que, sea cual sea el que plantee para el nuevo torneo, no será con este sistema que consideran anticuado y solo apto para deportes como el ajedrez.
Los dirigentes de la competición huyen en estos momentos de dar detalles de cómo se plantean la Superliga. Las reuniones al respecto llegarán una vez el TJUE dicte sentencia y la intención es ser respetuosos con su decisión. No proponer nada hasta que llegue. Será días después de la comunicación oficial cuando tienen pensado presentar su idea de torneo.
Cabe destacar que es difícil que fallen a su favor, pues un abogado de la Unión Europea ha dado la razón a la UEFA en un informe previo y lo normal es que coincida con el dictamen final. Sin embargo, la sensación es que la Superliga ha planteado un debate en el fútbol europeo respecto a su formato de competición y a su gobernanza. La batalla va más allá de lo que será la nueva Champions, sino de la importancia de los clubes en la misma y hacia donde se dirige el deporte rey en el Viejo Continente.