Rocha ya ha pedido suspender su inhabilitación y se enfrentará a la Abogacía del Estado
En la RFEF, mientras, actúan como si su presidente no estuviera inhabilitado, a la espera de que se concedan medidas cautelares.

Los abogados de Pedro Rocha están intentando salvar el puesto del (todavía) presidente de la Federación Española después de que el Tribunal Administrativo del Deporte le inhabilitase para los dos próximos años. Presentaron el pasado jueves, en la sede central de los Juzgados de lo Contencioso en Madrid, sus argumentos solicitando medidas cautelares que dejen en suspenso la decisión del TAD.
Se han ahorrado, de hecho, el trámite de solicitar primero medidas cautelarísimas (mucho más rápidas pero mucho menos habituales a la hora de que un juez las conceda). Podían haber solicitado haber suspendido la inhabilitación directamente, sin que el juez escuchase los argumentos del TAD, pero han intentado el camino mucho más realista de pedir "cautelares". ¿Qué diferencia hay? Pues que en estas, el juez tiene que estudiar los argumentos de ambas partes, en lugar de sólo las de una de ellas, que es lo que ocurre en las cautelarísimas.
Y aquí viene lo complicado para Pedro Rocha: al ser suspendido por el TAD, serán Abogados del Estado los que defiendan los argumentos contra él ante el juez. El letrado Samuel Holgado será quien defienda los intereses de Rocha, y se enfrentará al razonamiento de los Abogados del Estado para intentar que suspendan cautelarmente la sentencia de inhabilitación.
No lo tienen fácil, desde luego, pero el primer paso ya lo han dado y ha sido admitido a trámite (es el proceso normal). Ahora la pelota está en el tejado de los Abogados del Estado del CSD, que serán los que, en un plazo de 10 días hábiles, remitirán sus argumentos al juez encargado y no será necesario ni que se celebre una vista entre ambas partes en sede judicial. Con los escritos enviados el juez podrá tomar la decisión de si otorga medidas cautelares, o no.
Esto no significa que entre a valorar si una parte tiene más o menos razón. Lo único sobre lo que va a decidir es si permitir que se ejecute la inhabilitación causa un daño irreparable injustificado, o no, y si es más seguro suspenderla cautelarmente mientras su juzgado entra al fondo de la cuestión (en una proceso que puede llegar a durar meses).
¿Y cuándo lo va a decidir el juez? Pues en breve: si los abogados de Rocha presentaron sus argumentos el pasado jueves, la Abogacía del Estado tiene 10 días hábiles y después, en no mas de un par de semanas como máximo, el juez habrá decidido. Hay que recordar que el mes de agosto sí es hábil para este tipo de medidas cautelares, así que no sería nada extraño que sobre el 15 de citado mes hubiera una decisión.
Para la RFEF, por ahora, Rocha sigue siendo el presidente
Mientras, en la RFEF, Pedro Rocha sigue siendo presidente a todos los efectos. Es una situación un poco extraña: el recurso de las medidas cautelares parece detener la inhabilitación hasta que el juez decida. El secretario general RFEF, Álvaro de Miguel, por lo tanto, no ha ejecutado la decisión del TAD, por ahora.
Hay quien discute que esto sea así. Sin ir más lejos, el propio denunciante que motivó la inhabilitación de Rocha: el presidente de Cenafe, Miguel Galán. De hecho llegó a anunciar nuevas medidas judiciales, en este caso contra el secretario general de la RFEF por no acatar la inhabilitación de Rocha. En medio de esta confusión, fuentes jurídicas de toda solvencia consultadas por Relevo parecen estar todas de acuerdo en que la forma de proceder, en este punto, de la RFEF es la correcta y pueden esperar al juez antes de dar por válida la inhabilitación.
Quedan, por lo tanto, unas tres semanas para saber en qué acaba la "inhabilitación de nunca acabar" del presidente Rocha. De concederle medidas cautelares el extremeño podría incluso presentarse a las elecciones previstas para septiembre y tener por delante un nuevo mandato de cuatro años que incluso le permitiría cumplir su inhabilitación (si es que le condenan) y seguir en el cargo al finalizar la misma.