REAL MADRID

Salvar al soldado Vinicius: el rombo ahoga a la estrella

El brasileño no se ha mostrado cómodo en los tres partidos que ha disputado iniciando desde dentro.

Vinicius Jr ante Raphinha. /GETTY
Vinicius Jr ante Raphinha. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

La teoría de la manta en el fútbol es (casi) universal. Si quieres tapar algo, siempre descubrirás una parte que no quieres que se muestre, y como elegir es, sobre todo, renunciar, el Real Madrid debe decidir qué hace con su jugador más determinante y el futbolista que más puertas le abre a lo laergo de los 90 minutos. El sistema que ha predominado en los tres partidos de pretemporada ha sido el ya analizado rombo, uno que aleja a Vinicius de su zona de influencia y le obliga a ganarse la vida en espacios mucho más arestes para su juego. ¿Merece la pena?

Ancelotti tiene un dilema. Y honestamente, no es sencillo. Cuenta con seis centrocampistas de primerísimo nivel que van a tener que ser importantes, cada uno distinto y con virtudes y carencias que cambian al equipo. Jugar con el 4-3-3, significa que tres de tus centrocampistas van a estar en el banquillo, y en un equipo que solo cuenta con dos delanteros titulares, meter a un tercero implica contar con pocos revulsivos en la parte alta. La solución es clara: sacrificar a un delantero a favor de un medio extra. Y el Real Madrid, en un ejercicio de lógica, ha olvidado su principal fortaleza: Vinicius.

El brasileño es el mejor extremo del mundo. El más decisivo cuando recibe y martillea con conducciones profundas y amenazantes, a cualquier altura y en cualquier minuto. Un extremo puro, de recibir siempre de cara, aunque no sea siempre abierto, pero sí con el juego por delante, alguien que necesita un apoyo cercano para poder trazar su jugada. Es algo que en el 4-3-1-2 no tiene, o no con tanta recurrencia. Si Rodrygo baja a participar, ¿Quién rellena el área?

Rodrygo desciende y Vinicius queda comno 9, fijando a la defensa, sin espacio para maniobrar y muy controlado por Araujo y Koundé.  WYSCOUT
Rodrygo desciende y Vinicius queda comno 9, fijando a la defensa, sin espacio para maniobrar y muy controlado por Araujo y Koundé. WYSCOUT

No es tanto que no le salgan las cosas a Vinicius, sino que su participación cae en picado. Le cuesta saber generarse situaciones para recibir cuando tiene que girarse, y referenciar no solo lo que tiene delante, sino sobre todo lo que tiene por detrás. Siendo su contacto con la pelota irregular en muchas ocasiones, cuando tiene que agilizar teniendo a una marca que le corte el paso por detrás, suele quedarse corto, porque el propio posicionamiento impide que pueda recibir donde más letal es: abierto y de cara.

Mientras Rodrygo sí está más cómodo en esa posición al poder participar en sus zonas favoritas sin tener que abrirse a banda, Vinicius no encuentra esas facilidades. Y eso se aprecia viendo el cambio de rendimiento del brasileño con la entrada de Joselu y la vuelta al 4-3-3, cuando destrozó a Sergiño Dest en cada intervención y estuvo a punto de marcar un gol. La pregunta es si este esquema es algo transitorio o ha venido para quedarse.

Aun así, Vinicius sigue siendo peligroso cuando el Real Madrid es capaz de encontrarle corriendo a la espalda de la línea defensiva aprovechando que en muchas ocasiones, tanto Rodry como Bellingham distraen y atraen a los centrales rivales. Al partir desde dentro, Vinicius puede trazar desmarques que le lleven más cerca del gol. Pero surge una duda. ¿Quién aprovecha esta ventaja?

Cuando Vinicius ataca tras desmarque, el Real Madrid tarda en cargar el área porque nadie la ocupa ni fija  alos centrales. WYSOCUT
Cuando Vinicius ataca tras desmarque, el Real Madrid tarda en cargar el área porque nadie la ocupa ni fija alos centrales. WYSOCUT

Si antaño el Real Madrid ya tuvo problemas ante equipos que concedían pocos espacios, sin un delantero que fije y permita más margen de maniobra a los atacantes, este mal se redobla. El área está menos ocupada y se tarda más en llegar a las situaciones de remate, lo que limita las situaciones de gol de los blancos. Pese a que ante el Barça forzasen hasta cinco disparos al palo, la mayoría de ocasiones llegaron de disparos lejanos.

Vinicius desmarcándose. WYSCOUT
Vinicius desmarcándose. WYSCOUT

Pero cuando los de Carlo Ancelotti pueden correr, Vinicius sigue siendo devastador, inicie desde fuera o desde dentro, convirtiendo en anecdótico el punto de partida del atacante del Real Madrid. El Barça lo sufrió al adelantar la línea y no llegar a tiempo a la hora de presionar al poseedor de la pelota.

Vinicius es tan bueno que se generará situaciones de gol parta de donde parta. Pero el Real Madrid deberá preguntarse si la mejor forma de elevar el nivel de su jugador más determinante es alejándolo de su zona de influencia, aunque esto sea un reto que lo pueda llegar a convertir en un mejor jugador. Carlo Ancelotti tendrá que decidir entre retar a su estrella o volverla a situar allí donde el equipo le miraba siempre que se quedaba sin ideas.