Santi Denia, el pensador solitario que no quiere espías en su entrenamiento

Bucarest (Rumanía). Santi Denia tiene este sábado la oportunidad de su vida. A sus 49 años y tras ser campeón de Europa sub-17 (2017) y sub-19 (2019) le ha llegado su primera oportunidad en el fútbol profesional, al frente de la Selección española sub-21. Un triunfo ante Suiza en cuartos dejaría casi garantizado el billete para los Juegos, el principal objetivo en este torneo y que permitiría cumplir a Santi el sueño de dirigir a la Olímpica el verano que viene en París.

Por eso, el técnico mide cada detalle. Antes de los entrenamientos, después de dar una breve charla inicial, mantiene la misma rutina: se aleja de su cuerpo técnico y también de sus propios jugadores para dar paseos por el campo en solitario. Medita todo lo que viene y en ocasiones llama a David Gordo, su segundo entrenador, para comentar con él algunos detalles de los que rondan su cabeza.

Durante la primera fase del entrenamiento, esa en la que los internacionales hacen rondos y juegos para entrar en calor, Denia opta por la soledad. Una tranquilidad en la que revisa su libreta, donde tiene apuntados los ejercicios tácticos que tocan ese día, y repasa mentalmente los últimos mensajes que quiere lanzarles a los jugadores antes de un partido tan importante.

Este viernes en el Superbet Arena de Bucarest, donde se jugará el España-Suiza de cuartos, el seleccionador español añadió otro detalle a su rutina cuando vio en las gradas, durante los 15 minutos que se permitía el acceso a la Prensa, a un grupo de periodistas suizos. 

Santi Denia torció el gesto y se dirigió a Pablo Martín Reyes, antiguo teniente del Ejército de Tierra y actualmente Jefe de Seguridad de la RFEF, para pedirle que se diera una vuelta por las gradas cuando los periodistas tuvieran que abandonar la sesión. "No creo que lo hagan, yo nunca lo haría, pero nunca se sabe", le dijo el seleccionador al militar después de las indicaciones.

El miedo del seleccionador español, detallista como pocos, era que algún periodista suizo pudiera grabar la sesión y después mostrarla al cuerpo técnico del rival de la Rojita. En la previa del encuentro ese temor crece más que en ningún entrenamiento, porque los ejercicios son muy suaves en el apartado físico y se hace muchísimo énfasis en la táctica.

España, en la sesión de hoy, ha trabajado el posicionamiento que deben tener en ataque y en defensa y también las jugadas de estrategia. Este punto es el que especialmente quiere mantener en secreto Santi Denia, que sabe que este tipo de partidos muchas veces se resuelven por detalles a balón parado. Que el rival sepa las jugadas que están ensayando restaría un arma importantísima de la Selección, que tiene a especialistas para botar ese tipo de jugadas y también para rematarlas (Pacheco, Miranda, Paredes…).

Son ya muchos torneos a sus espaldas en categorías inferiores y Santi Denia sabe de la picaresca de todos, periodistas incluidos, cuando se trata de ayudar a tu país y restar armas al contrincante. De ahí que en esos largos paseos antes del comienzo de cada sesión piense en cada pequeño detalle, también en los posibles infiltrados.