MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Santi Segurola habla de su relación con el Real Madrid y Florentino Pérez: "Golpea fuerte pero tiene mandíbula blanda"

En esta tercera entrega de la charla con el periodista vasco, que gira en torno al Real Madrid, se declara "detractor de la Superliga".

Santi Segurola es actualmente comentarista en RadioEstadio Noche, en Onda Cero. /Onda Cero
Santi Segurola es actualmente comentarista en RadioEstadio Noche, en Onda Cero. Onda Cero
Cristina Bea

Cristina Bea

No es fácil segmentar una charla con Santi Segurola (Barakaldo, 1957) porque podría hacerse un libro entero con la cantidad de temas y anécdotas que dan todos sus años como uno de los grandes del periodismo deportivo en España. Un cronista de época al que sus palabras le han valido más de una rivalidad o relación espinosa.

Es el caso de Florentino Pérez, que centra esta tercera parte de la charla con el periodista vizcaíno, después de repasar la actualidad del periodismo deportivo, su pasado como redactor fuera del mundo del deporte y la situación de su Athletic. Ahora, además de su relación con el presidente del Madrid, pasa revista a su adiós a Marca, lo que supuso Mourinho en el fútbol español y su relación con Valdano y Guardiola.

Hay otro gran nombre propio en tu trayectoria profesional: el de Florentino Pérez. ¿Cómo ha sido y ha variado tu relación con el presidente del Real Madrid, Santi?

Bueno, mi relación con... Vamos a ver, la figura de Florentino es una figura histórica, no sólo del Real Madrid, sino del fútbol en general. Antes que él, Berlusconi detectó las posibilidades inmensas del fútbol como palanca económica, promocional y política. Recuerdo que a finales de los 80, cuando el Madrid jugaba en Milán, el que daba la sensación de club orgulloso pero pobre era el Real. Había que ir a Milán a ver la Milan Store, había que ir a Milanelo y asombrarte con la llegada de 'la Sua Eminenza', de Berlusconi, en helicóptero a los campos de entrenamiento, cómo estaba la ciudad deportiva. Digamos que Berlusconi entendió que el fútbol tenía unas posibilidades de negocio enormes y de palanca personal, política y económica brutales. De hecho, la época feliz del Milán la aprovechó para llegar a la cabeza de la política italiana con el nombre de un partido que era estrictamente futbolero, Forza Italia.

Entonces, Florentino yo creo que observó o detectó ya a mediados de los 90, cuando se presentó por primera vez a las elecciones, que las perdió porque el Madrid le ganó 5-0 al Barça en enero y Mendoza convocó elecciones y las ganó subido a la ola de aquella temporada, con Valdano al frente del equipo, el 5-0 y el liderato en la Liga. Es la última vez que Florentino ha perdido, en términos políticos. Le conocí entonces. Todavía recuerdo la primera entrevista, la primera vez que me vi con él, en el restaurante 'Chantarella', acompañado por Julio César Iglesias, y vi un hombre que se salía del margen que habíamos visto en el mundillo del fútbol. Él tenía una idea que nosotros todavía no la teníamos muy clara, pero él sí, y es que el fútbol iba a cambiar radicalmente, y yo creo que él pensaba que el que lo iba a cambiar radicalmente era él. (Se ríe).

De hecho, aquella temporada, 95-96 ya, se produce la ruptura dentro de LaLiga, la explosión de los derechos de televisión, se produce la sentencia Bosman en 1995, él sabe perfectamente que llega una globalidad y que eso va a provocar una plataforma industrial para el fútbol verdaderamente extraordinaria, que iba a ser una industria colosal, pero no solamente en España, en el mundo, y que había que sacarle rendimiento. Yo creo que lo que él sabía del Madrid, sobre todo, es que era una marca, más que un equipo. Conocía las dificultades económicas, pero él sabía que esa marca era imparable, que era la mejor marca del fútbol español. Él decía que era la mejor marca española, y lo sigue pensando, y hace un uso conveniente de esa marca según sus conveniencias (se ríe).

El papel destacado de Florentino.RELEVO | EDICIÓN: PABLO MUÑOZ

Vio antes que nadie hacia dónde iba el fútbol y cuando gana la presidencia en julio del 2000 lo hace llevándose al mejor jugador del Barça, pagando una cantidad que en aquel momento parecía absolutamente desorbitante, y en las cuatro temporadas siguientes ficha a los mejores jugadores de sus principales rivales. Ficha a Figo del Barça, ficha a Zidane de la Juve, ficha a Ronaldo del Inter de Milán y no tanto desde el punto de vista futbolístico, pero sí desde el punto de vista industrial y comercial, ficha a la figura del Manchester United, a Beckham, que probablemente no era uno de los quince mejores jugadores del mundo, pero sí era el número uno en el ámbito del marketing y la publicidad. Y todo esto unido al asunto de la venta de la ciudad deportiva, que yo sinceramente lo interpreto como un pelotazo de primera categoría, coloca al Madrid en una situación extraordinaria, le devuelve no solamente al lugar simbólico como marca, sino ya en todos los aspectos: económicamente, deportivamente… Le coloca en una situación de preponderancia con respecto al resto de los equipos, excepto esa lucha que tuvo con el Barça por la supremacía.

"Creo sinceramente que Florentino es un fanático. Un día le dije: 'Estoy seguro de que tú eres más fanático que Lopera y Gil'"

Dicho esto, te quiero decir que no solamente es un personaje muy inteligente, no solamente es un personaje muy poderoso, no solamente sabe hacia dónde va el fútbol, no solamente conoce cómo se mueve el fútbol y las tripas, las entrañas del fútbol, no solamente es un gran empresario que tiene acceso a lugares que el resto de los presidentes no tienen acceso... No solamente eso, sino que además se siente poderoso, sabe que es muy poderoso, y creo que es un personaje que, por otra parte, tiene otra vertiente: yo creo sinceramente que es un fanático. Yo recuerdo que un día en una conversación con él le dije: 'No me da la sensación, estoy seguro de que tú eres más fanático que Lopera y Gil', que por cierto estaban en la pomada todavía, porque debajo de esa imagen que puede resultar anodina, de ese hombre que parece que nació con un traje azul y una corbata, detrás de todo eso hay un hombre que vive el Madrid de una forma exaltada.

Y a los hechos nos remitimos en los últimos tiempos. Es sectario, por naturaleza, usa el poder de forma que puede llegar a ser inclemente, y me parece que es, por una parte, un personaje histórico porque ha transformado el fútbol, ha transformado el Madrid, es invencible. Donde no se vea, dentro de las bambalinas, no hay manera de derrotar a Florentino. Una vez Beguiristain, director técnico del Manchester City, por ejemplo, en el tema los fichajes, y te estoy hablando de uno de esos clubes que tienen relación con él con el Golfo Pérsico y con el petrodólar, me dijo: 'Cuando el Madrid entra a una negociación, ya sabes lo que tienes que hacer, apartarte', y es así, porque Florentino sabe cómo hacer las cosas y cómo apartar a la gente.

Sabe lo que es el reclamo del Madrid en el mundo del fútbol. Sabe cómo manejarse en el mundo de interiores: en el mundo de la judicatura, en el mundo de la empresa, en el mundo de la política, en el mundo de la organización, hasta hace poco de las organizaciones deportivas…

Ahora bien, creo que es intolerante, creo que utiliza su poder de forma para mí decepcionante con respecto a la prensa, creo que asusta, creo que se le tiene miedo, creo que no hay que tenerle miedo, simplemente hay que elogiar lo que hace bien y si alguna vez, por lo menos en mi caso, he creído que cosas que ha dicho o ha hecho no me gustan, pues decirlo. ¿Eso tiene un precio? No lo sé. Hay mucha gente que dice que sí, yo no me atrevo a decirlo. Creo que la presión existe y que es fuerte, pero que hay que seguir adelante.

Segurola y la parte negativa de Florentino.RELEVO | EDICIÓN: PABLO MUÑOZ

Hay otra cosa que me parece interesante con respecto a Florentino y es que si detrás de las puertas, en los despachos, es invencible, lo que le asusta es la calle. No es que le asuste, no le gusta la calle. Diría que Florentino golpea fuerte pero tiene la mandíbula blanda cuando se trata de la reacción de la gente. Es muy cuidadoso con la imagen, quiere que se le vea como un personaje sin fisuras y a veces la gente, el pueblo llano, le ha encontrado fisuras y lo lleva muy mal.

"Florentino golpea fuerte pero tiene la mandíbula blanda cuando se trata de la reacción de la gente"

Si hay que hablar de tres derrotas de Florentino, la primera es en 2006, cuando dimite. Él dice que se va porque había sido muy paternalista con las estrellas, que había sido un padrazo. Yo creo que la razón es porque los dos o tres últimos años anteriores habían sido un desastre. Todavía recuerdo que el Madrid de Florentino en aquel ciclo termina con López Caro de entrenador y Benito Floro de director deportivo, que era algo inimaginable con el Florentino de cuatro años antes, eso es así. Y los resultados no iban bien y la gente sacaba pañuelos y 'Florentino, vete ya'. Y una derrota precisamente con el Arsenal, 0-1 en el Bernabéu, y una derrota con el Mallorca en Palma, y se va, se va porque el ambiente no era bueno con él, no era el Florentino intocable, era un Florentino discutido. Se va en enero y todavía había que jugar el segundo partido con el Arsenal. Todavía recuerdo la expedición del Madrid, que no sabía muy bien quién la dirigía, quién iba y cómo se montaba todo aquello para ir a Londres. Creó una confusión enorme, porque consideró que su imagen estaba cuestionada.

La segunda derrota, en mi opinión, todo esto son ideas mías que, evidentemente, habrá gente que no esté de acuerdo, pero es así. La segunda es la Superliga, que es un proyecto que va a persistir y va a persistir y quizá, no sé si más pronto que tarde, acabe por instalarse en el fútbol, no creo que ahora ni en los próximos años, pero ésta es una idea de Florentino, absolutamente suya, con gente amiga dentro del mundo de los negocios, con Key Capital y compañía, y además con una aceptación de primeras en los despachos… Se llevó y logró que firmarán seis clubes ingleses, tres italianos, dos españoles para un proyecto que rompía la organización del fútbol que hemos conocido hasta ahora. Hay que decir que todo eso, además, coincide con la pandemia, que se llevó en secreto y de alguna manera traicionando los mismos acuerdos que los clubes habían firmado para regenerar la Liga de Campeones.

¿Y qué es lo que ocurre? Se dice que fue Macron y que fue Boris Johnson y que fue no sé qué. Bueno, ellos dijeron lo que tenían que decir, pero los que hablaron claro fue la calle otra vez, y a la calle inglesa no le gustó. Aquí en España, y a mí eso me decepcionó, no hubo una respuesta de los clubes que si esto se hubiera concretado, iban a caer a un estado de postración total. Porque el fútbol español no solamente es de Madrid y Barcelona. De hecho, si miras la selección que gana la última Eurocopa, es una selección casi periférica, con una aportación buena del Barça, una aportación pequeña del Madrid y que de alguna manera fotografía la importancia de todo lo que no es el Madrid y el Barça en el fútbol, que eso me parece muy importante, y todo esto en mi opinión corría riesgo con la Superliga.

"Soy un detractor de la Superliga porque entiendo el fútbol como un elemento sustancial de la vida sociocultural y hasta política en Europa y en España, particularmente, estableciendo vínculos durante más de cien años. Todo eso se iría al carajo"

Cada uno que piense lo que piense, yo pienso eso. Soy un detractor de la Superliga porque entiendo el fútbol como un elemento sustancial de la vida sociocultural, yo diría, y hasta política en Europa, en el mundo en general y en España, particularmente, estableciendo vínculos durante más de cien años. Todo eso se iría al carajo. Lo que para eso es la calle, son los ingleses, la gente del Chelsea que cuando conocen la noticia y el Chelsea tiene que jugar, se plantan delante del autobús que va a entrar en Stamford Bridge y no le dejan pasar. Y la respuesta del resto de los aficionados, de los hinchas ingleses, es la misma. No solamente es la misma, sino que hacen que sus presidentes o sus dirigentes pidan públicamente perdón, y muchos de esos dirigentes son americanos que dicen 'ah, es que nosotros no habíamos entendido, nosotros dirigimos, somos propietarios de equipos de la NBA y pensábamos que tal…'

Y ahí tienes a Kroenke en el Arsenal pidiendo disculpas, y vimos al del Liverpool pidiendo disculpas, y vimos a Glazer en Manchester pidiendo disculpas, y lo más gracioso del caso es que JP Morgan, que era el banco americano que iba a financiar todo esto, que estaba detrás de toda esta operación, también pide disculpas. Es la primera vez que veo a un banco pidiendo disculpas, que no habían entendido bien y tal. Todo fue un desastre, pero el desastre tiene que ver con la reacción de la gente. Una vez más la gente le coloca en un problema a Florentino. No le gusta la calle.

Y el tercer elemento es el barrio. También es la gente la que está comprometiendo un proyecto en el que yo creo que Florentino depositó toda su visión de lo que debería ser este negocio y el futuro del Real Madrid pero, claro, el barrio, que ha convivido con el Bernabéu y con el Madrid saludablemente durante 40 o 50 años, ha considerado que había excesos que no se debían permitir. Hay que decir que no solamente ha sido Florentino, que Almeida ha colaborado y Borja Caravante, el jefe de esta sección del Ayuntamiento, han colaborado de una forma para mí muy fea y muy desagradable. Y, claro, este barrio que -yo vivo aquí, al lado del Bernabéu- es un barrio de derecha y de ultraderecha, fundamentalmente, el 90% de los votantes, madridista total, pero considera que esto es intolerable. Y están en los tribunales y se han tenido que parar por ahora provisionalmente los conciertos, y de ahí esa idea de que siempre el problema mayor de Florentino está cuando la gente reacciona negativamente a lo que él propone, y que en las instancias interiores siempre se le acepta. Y esto me parece interesante en la figura de Florentino.

"Florentino es un personaje de muy difícil convivencia saludable, con una relación medio tóxica o tóxica con el periodismo y siempre desde una posición de partida de poder implacable"

Por lo demás, es un personaje fascinante porque es un hombre de estos tiempos digamos ultraliberales en el aspecto económico y yo creo, sinceramente, que por una parte ha sido un gran presidente, o es un gran presidente, y por otra parte, es un personaje de muy difícil convivencia saludable, con una relación para mí medio tóxica o tóxica con el periodismo y siempre desde una posición de partida de poder implacable.

En esa relación tóxica con el periodismo, volviendo la vista atrás precisamente a esas presiones externas que apuntabas antes, ¿puedes concretar alguna? ¿Puedes revivir algún momento especialmente? Porque ahora lo vemos con esa carta contra los árbitros, vemos Real Madrid Televisión, vemos ese «el mundo contra mí», ¿pero llevado a la presión del periodismo y de los periodistas?

Sí, pero esa posición del Madrid me extraña. La entiendo como un ejercicio excesivo, como si tuviera prisa por algo, y me parece que el Madrid nunca fue un club quejica y ahora es un club francamente quejica. Por lo menos sus dirigentes se quejan por todo, todo les parece mal: le parece mal la UEFA, le parece mal LaLiga, le parece mal la Federación, le parece mal el resto de los equipos, le parece mal los horarios, le parece mal… (Acompaña la enumeración con el brazo). Por parecerle mal, le parece mal hasta el Balón de Oro, L'Équipe. Yo creo que se vio muy mal en Europa la reacción del Madrid ante la designación de Rodri como Balón de Oro y esa pataleta yo creo que en el mundo de sus congéneres, de sus pares en Europa, produjo casi irritación, y creo que fue un gesto eso de no viajar a un premio en el que le daban el premio al mejor equipo de Europa, que cuatro de sus jugadores estaban entre los cinco mejores jugadores de Europa, y eso me pareció un acto bastante grosero, imposible de pensar en el Madrid de toda la vida.

Siempre ha sido el club institucional, el club referente, el club que permanecía un poco ajeno a las quejas de los demás, y ahora es una constante para mí fea y yo diría que desagradable, y diría que en gran medida injusto, con una utilización verdaderamente deplorable de Real Madrid Televisión como órgano oficial y órgano propagandista, que a mí cuando me dicen que se ve poco… Se ve poco pero se difunde mucho a través de las terminales periodísticas, y no me gusta que la gente vaya al partido bajo sospecha, bajo la sospecha de que hay un personaje o unos personajes que les van a tangar el partido.

Me parece coactivo, me parece impropio de Real Madrid. Bueno, se dice y parece que estás cometiendo algún tipo de pecado capital, y creo que en realidad lo que se está gestionando es un modo de ver, de interpretar la realidad por parte de un sector creciente del madridismo que está muy alejado de la realidad.

Te estás escapando de contarme ninguna presión…

Bueno… ¿Qué quieres que te diga? Yo tuve buenas relaciones cuando le nombraron presidente, 2002, 2003. Digamos que era una relación yo creo que normal. Yo dirigía la sección de un periódico importante, él era presidente del Madrid, de vez en cuando nos veíamos, a veces comíamos. Sé cuál era su carácter, porque lo he visto en acción, por decirlo de alguna manera, y las opiniones que tiene. Aquellas cintas grabadas de una forma absolutamente deplorable por José Antonio Abellán, hay que decirlo así, no se puede por la vida con un grabador oculto, pero lo que escuchamos era el verdadero Florentino Pérez, eso es la realidad, a mí no me sorprendieron. Y ya viste cómo hablaba. ¿Hablas de prisiones? Pues ya sabías a quién quería quitar en aquellas cintas, ya sabías a quién quería poner, ya sabías la estrategia que quería trazar. Si te refieres a mí, pues he sentido la típica presión difusa, pero no me puedo quejar en absoluto.

Antes de pasar a un tema más amable, lo último, tu despido de Marca, ¿cómo lo recuerdas? ¿Cómo lo viviste?

Había dificultades económicas en el periódico y decidieron prescindir de mí, y prescindieron de varios otros. Es la primera vez que me han despedido de un periódico y, como decía Camacho: 'Uno sabe que es entrenador de verdad cuando le han despedido de su trabajo alguna vez'. (Sonríe). Sinceramente, creo que también tenía que ver con las relaciones con el Real Madrid. No se me veía como un periodista amable, económicamente tenía un contrato bueno, no hay por qué negarlo, por eso me habían fichado. Y le estoy muy agradecido, sinceramente, al Marca. Pasé años complejos pero muy buenos, pasé momentos en Juegos Olímpicos y tal, creo que hice un buen trabajo. Era tan reconocible en el Marca como lo había sido en El País, escribía con la misma satisfacción con la que escribía en El País.

Pero, bueno, tomaron una decisión y hay que aceptarla, las cosas son como son. Me fui y pronto recibí ofertas para colaborar en diversos medios. Recuerdo que también, y ahí coincidí contigo, por parte de Mediapro, que es para lo que menos preparado estaba, porque yo nunca había trabajado en medios audiovisuales. En la radio sí, pero como tertulio, como comentarista no. No voy a presumir de aquello porque no puedo presumir, había muchos mejores que yo, pero fue una buena experiencia, era un mundo desconocido para mí y me encontré con personajes geniales como Axel, como mucha gente de producción, Jose Sanchis… Gente magnífica, no podría citar a todos, que me ayudaron más de lo que yo merecía que me ayudaran (se ríe), pero necesitaban ayuda. Con la salida de Marca al final te preguntas ¿qué voy a hacer ahora? ¿Voy a poder hacer algo? ¿Qué significa en mi trayectoria? Y, sinceramente, duele, me dolió, claro, pero estoy contento con cómo me ha ido mi vida profesional después, muy contento, diría que casi hasta feliz.

Un asterisco sobre esto que hablábamos anteriormente, antes de que te pregunte por Jorge Valdano, con el que también coincides en esa época en beIN Sports (y en media vida), porque hablabas de los conciertos, como vecino del barrio que eres ¿tú has sentido esa molestia con los conciertos? Y no sé si me permites contar, si no, lo omitiré, tu devoción por Taylor Swift, que es una de las pocas grandes estrellas a las que les ha dado tiempo a pasar por el Bernabéu.

A mí me gusta mucho la música, de hecho, en Radio Marca tuve un experimento, un programa de música nocturno que se llamaba 'Kalimotxo'. Siempre me ha gustado, no he sido un crítico musical, simplemente me gusta la música y he tenido la fortuna de que me han dado alguna vez espacio para que hable de música, pero de una forma totalmente amateur. Y sí, me gusta Taylor Swift. La que me ha puesto sobre la pista es mi hija pequeña. Entonces, claro que era una bomba. El nuevo Bernabéu, realmente, casi se inauguró por Taylor Swift.

Hay que decir que todavía no está acabado, los alrededores llevan ya para casi seis años. Es un escorial lo que estamos viendo ahí. Y los conciertos sí, claro que los sentía. Yo vivo a 100 metros del Bernabéu. Quizás la única ventaja es que la fachada de mi casa mira al norte y la fachada de este bloque que mira al sur ve directamente el Bernabéu. Y sí, recuerdo incluso las pruebas de sonido, a las 11 o las 12 de la mañana, los trailers, la gente. Después de los conciertos no era un barrio muy habitable.

"Yo vivo a 100 metros del Bernabéu. Y sí, recuerdo incluso las pruebas de sonido, a las 11 o 12 de la mañana, los trailers, la gente. Después de los conciertos no era un barrio muy habitable"

No es esa hora y media o dos horas del fútbol que la gente va, que se escucha el gol… Es una convivencia que el Madrid y el barrio han tenido durante 80 años. Esto era una novedad, y era una novedad que, por ejemplo, en el aspecto acústico era muy dolorosa. Hay gente que vive, hay gente que trabaja, hay gente joven, hay gente mayor, hay gente enferma, hay gente que tiene que desplazarse, que muchas veces ni podías entrar en tu plaza de estacionamiento, que los niveles acústicos eran insoportables, que hay 5.000 estudiantes en tres colegios en un radio de 200-300 metros, que el primero, el más grande, los Agustinos, está prácticamente enfrente, que hay hospitales cerca, hay una iglesia, precisamente, la iglesia de los Sagrados Corazones. El sacerdote, el párroco, no está muy contento con lo que ha visto, con lo que ve.

Segurola y los conciertos en el Bernabéu.RELEVO | EDICIÓN: PABLO MUÑOZ

Bueno, éstas son las cosas de la vida barrial que conviene solucionarlas, y si el barrio considera que el Madrid se ha extralimitado con eso y con los aparcamientos que no figuraban en el proyecto inicial, pues eso se discute y, si es necesario, se lleva a los tribunales y ya está.

¿Qué me cuentas de Jorge Valdano? Con el que seguro que hablas de música, de fútbol, de libros…

(Se ríe). Yo con Jorge es que he estado muchas veces, no nos vemos tanto como la gente cree, pero nos gusta de vez en cuando comer. Suelo hablar a menudo con él, como con mucha gente, con muchos amigos, con muchos periodistas. En este aspecto, me parece que fue muy importante lo que significó Jorge para el periodismo. A veces no nos damos cuenta, pero Alfredo Relaño tuvo una idea genial cuando empezó a publicarle artículos en El País en los años 80, cuando todavía era jugador, porque no solamente eran textos muy cuidadosos, elegantes y, además, profundos, no era nada hueco el asunto. Tiene la mirada de un jugador y luego de un entrenador y, luego, de alguien que es un gran observador del fútbol, y esto no era habitual en el paisaje en el periodismo deportivo. Luego hemos visto más gente, pero él abrió un camino.

Además, yo creo que el fútbol español era en muchos aspectos fascinante pero primario. La discusión era que no había discusión. Por ejemplo, la selección española. ¿Y qué representaba la selección española? La furia, que es la nada. La furia es una condición de ira, hasta mala para jugar, y él empezó a discutir o a plantear qué opinaba del fútbol, qué tipo de mirada tenía sobre el fútbol español y el fútbol en general, y a partir de ahí yo creo que El País fue importante en eso en los años 80, se empezó a generar un debate general sobre cómo interpretar el fútbol, cómo verlo, cómo escribirse a diversas escuelas o a diversas miradas, y creo que fue enriquecedor el cambio que se produjo en el fútbol español.

Tenemos una amistad que empieza a acercarse a los 40 años. Recuerdo la primera vez que estuve con él, fue en un partido de juveniles de la selección rusa contra el Athletic de Bilbao en San Mamés (levanta los hombros y se ríe). Había un jugador que le interesaba mucho, que había oído hablar de él, Mijailichenko, y en el Athletic Juvenil yo creo que estaba Eskurza… Fue a San Mamés, acababa de dejar el fútbol, estamos hablando del año 88. Incluso intentó volver para jugar el Mundial del 90 y no lo consiguió.

Hemos tenido una gran amistad, para mí ha sido un placer tenerle como amigo. Es una persona inteligente, sabe moverse en este mundo, es curioso, tiene un gran poder para escuchar y para saber a través de lo que escucha hacia dónde se dirige el fútbol, es eclético en este sentido, sabe escuchar incluso a la gente que no concuerda con sus ideas, se puede debatir con ellas, quizá yo soy un poco más intolerante (sonríe). Es una relación que ya no sé cómo definirla, porque ha estado, por ejemplo, hasta en el Madrid en una época en la que yo tenía dificultades con el Madrid, pero así y todo hemos sabido tener las ideas claras y saber que cada uno ocupa su lugar, y en este sentido le estoy muy agradecido a su comprensión.

Formáis tal tándem que Julia Otero (se ríe) me parece que ha tenido una visión igual de maravillosa para ficharos para su programa, no para hablar de deportes, sino de cultura, de la vida… La aplaudo.

Yo, fíjate, no he hecho muchos amigos en el fútbol, prácticamente no conozco a ningún agente, creo que no tengo el teléfono de ningún agente de fútbol. Jugadores, pues con unos he tenido un poco más de afinidad, porque los he visto sobre todo en la época de la selección cuando viajas con ellos, pero no tengo amistades prácticamente en el fútbol. Tengo que reconocer que sí con Guardiola, que le conocí también hace muchos años, nada más y nada menos que hace 31 años, y siempre pensé que era un personaje singular, excepcional, ya desde jugador veía que tenía en la cabeza una arquitectura que a mí me sorprendía, y un motor y un vigor y una pasión y unas ideas que, evidentemente, a mí me resultaron fascinantes ya como jugador, porque sabía que estaba trazando algo para el futuro. Y no tengo la menor duda de que es el mejor entrenador de la historia, que ahora que está atravesando tiempos más delicados pues también supongo que sacará conclusiones, que la vida también a veces te lleva a lugares casi desconocidos, aunque hay que decir que como jugador Guardiola tuvo momentos extraordinarios por paso también momentos difíciles. Sabe de qué va esta vaina y le tengo una admiración sin límites, pero no te creas que conozco… prácticamente a nadie más. Sí a veces cuando se retiran.

"No tengo amistades prácticamente en el fútbol. Tengo que reconocer que sí con Guardiola, que le conocí nada más y nada menos que hace 31 años. Siempre pensé que era un personaje singular, excepcional"

Digamos que las únicas amistades que he tenido en el fútbol han sido con jugadores -amistad o llámalo como quieras- que estaban al borde de la retirada, mientras estaban en el zénit no, pero si los he admirado, lo he dicho casi al final de su carrera, cuando era difícil. Por ejemplo, a mí un jugador como Cazorla, cuando vuelve después de aquella lesión brutal, de estos dos años sin jugar, que casi le amputan la pierna, llega al Villarreal y pensé: 'Tiene 33, 34 años, viene de no jugar, ¿cómo vendrá?', y veo que no solamente vuelve al Villarreal poco a poco, es que de repente se convierte en el mejor jugador del Villarreal, y tuve el placer de comentar algunos partidos suyos. Lo único que muchas veces pensaba era: 'Si el Villarreal lo tiene fácil, lo único que tiene que hacer es darles la pelota a Cazorla'. Luego a veces los jugadores te agradecen algunos comentarios. Esto es a lo máximo, ya no he ido mucho más allá.

Al principio de la charla hablabas precisamente de las sombras de las redes sociales, tuviste Twitter y en un momento determinado las cerraste, Mourinho mediante. ¿Cómo ha sido tu relación con esas sombras de las redes?

Me inscribí en Twitter después del Mundial que ganó España, en 2010. Era una novedad Twitter, llevaba un año, no mucho más, todo el mundo estaba pendiente de Twitter y a mí había algo que me sorprendía ya desde el principio: era que gente valiosa, gente conocida, gente veterana, empezaba a estar más preocupada por saber el número de seguidores que tenía en Twitter que por otra cosa, y eso a veces les llevaba a extralimitarse en sus comentarios en Twitter, porque es un lugar de confrontación, para ganar más adeptos. El caso es que entré en Twitter y fui bastante activo, hay que decir la verdad, y lo que ocurrió fue, curiosamente (se ríe), que llegó Mourinho al Madrid y si Twitter era un lugar feo ya, en muchos aspectos, Mourinho lo hizo feísimo, absolutamente desagradable.

"Si Twitter era un lugar feo ya, en muchos aspectos, Mourinho lo hizo feísimo, absolutamente desagradable. Twitter es un arma de destrucción masiva"

De hecho, tenía un jefe de relaciones, de comunicación, ahora no recuerdo el nombre, que tenía un avatar con un bulldog, que era iba a decir un criminal en su manera de expresarse. Se emponzoñó todo. El Madrid de Mourinho generó una ponzoña muy grande, envenenó todo aquello y yo me retiré de Twitter, llevaba muy pocos meses, y dije: 'Hasta luego, no quiero saber más de esto'. Y desde entonces ni he participado ni he mirado ni tengo Twitter ni ganas de tenerlo. Me parece que ha deteriorado el paisaje humano de este siglo, por no hablar del paisaje político. Es un elemento, un arma de destrucción masiva Twitter. ¿En manos de quién está ahora? De este señor, Elon Musk, que lo está utilizando de una manera demencial, en mi opinión, favorable a sus intereses, claramente, pero son intereses para mí espúrios. Eso es lo que pienso y ésa es mi relación, no tengo más. Bueno, tengo WhatsApp, si se considera red social, pero no tengo grupo de nada, o sea que…

Grupo de familia sí, ¿no? ¿O tampoco?

Sí, tengo grupo de familia, por supuesto. De vez en cuando hay que comunicarse con la familia, que no todos están cerca de mí. Mi hija mayor vive en Barcelona.

Eso te molesta de las redes sociales y creo que tampoco te sentó bien la broma con Rafa Alkorta como protagonista en 'Vaya risa', que tengo entendido que te enfadó con Juanma Castaño. ¿Cómo fue aquello? ¿Qué pasó?

Estábamos en la pandemia, yo recuerdo que tenía que ir a hacerme un análisis para poder viajar a Barcelona para participar en los programas de la Liga de Mediapro. Eran tiempos difíciles, de mucha tensión, yo no sé conducir, tenía que coger un autobús para ir de casa, donde estaba en aquel momento, a Bilbao y andaba con prisa. Había sonado un teléfono por la mañana cuando me desperté, número desconocido, que no me gusta y no lo cogí, pero volvió a sonar dos veces más y tenía miedo de que le hubiera ocurrido algo a algún familiar, porque la insistencia ya no era normal.

Finalmente, cogí el teléfono y se puso una persona. Que yo a Alkorta le conozco y sé el tono de voz que tiene y sé la manera de comportarse, pero le veo muy poco, cuando digo muy poco es de años en años. La última vez fue en un funeral de un compañero mío de Onda Cero que murió en Portugalete. Ahí coincidimos, con Ferreira, todo bien, perfecto. Es decir, sé quién es, sé cómo se explica, sé que participaba en la COPE entonces, en el programa, y de repente un tipo que me sonó a Rafa Alkorta y que se presentó como Rafa Alkorta, cosa que puede parecer muy divertida, pero ya es tramposa, muy tramposa, me empezó a preguntar por unas declaraciones que yo había hecho la noche anterior en el programa de Onda Cero, sobre el Athletic. No recuerdo qué declaraciones, con De la Morena.

Y me pregunta y yo le explico: 'Oye, pues mira Rafa, esto es lo que dije y tal'. 'Es que yo no te escuché y me han dicho que no sé qué, no sé cuándo'. En un momento determinado me pregunté '¿tan importante va a parecer?' Me conoce perfectamente lo que yo puedo decir, que no había dicho creo que nada especial y de él no había dicho nada, pero como era director deportivo del Athletic pensé: 'A lo mejor le preocupa lo que se dice del Athletic'.

Y (sonríe) en un momento determinado la conversación siguió y siguió, fueron cuatro o cinco minutos, y ya me pareció que lo que me preguntaba no tenía tanto que ver con sus intereses, sino con sacar información… de algo. Me pareció raro en él. No lo entendía, pero lo pensé. Me empezó a preguntar por Bielsa. Yo conocía a Marcelo Bielsa y eran preguntas que tenían que ver más con buscar, rastrear, escarbar para ver qué tipo de información podía sacar.

Dije: 'Bueno, esto es muy raro'. Colgué. 'Hasta luego, hasta luego'. Puedes llamarme ingenuo, pero no tenía por qué sospechar que el que se hacía pasar por Rafa Alkorta no fuera Rafa Alkorta. Al día siguiente un amigo mío me llama: 'Oye, ¿qué tal? ¿Dónde estás?'. Pues 'en tal sitio, ¿por qué?'. 'Ayer no pude escucharte en la radio'. Le digo: '¿En qué radio?'. (Se ríe). 'En el programa de Juanma Castaño'. Le digo: 'No, ahí no intervine yo'. 'Sí, sí, es que los imitadores te han sacado y tal'. Y me pareció muy feo. Yo conozco a Juanma Castaño desde hace muchos años, desde que empezaban en Gijón, y estuvimos en la SER. Creo que fue para mí desagradable por su parte que permitiera eso y le llamé, le llamé por la noche, a la una y media de la madrugada cuando terminó el programa.

Le dije: 'Mira, Juanma, ha pasado esto', y dice: 'Bah, eso es una tontería'. 'Bueno, a ti te parecerá una tontería pero a mí me deja en mal lugar (hace cara de desagrado), y sobre todo con respecto a ti'. 'No, nada, es una tontería. Además, yo no tengo nada que ver con eso'. Le dije: '¿Por qué no tienes nada que ver con eso? Tú eres el director del programa, tú controlas el contenido de ese programa, tú has permitido que salga esto'. 'Bueno, tal, no sé qué'. Le dije: 'Pues mira, lo siento, pero para mí es muy, muy, muy decepcionante'. Hay gente que se toma unas libertades que no se pueden tomar. Y eso de que todo es muy simpático, pues no es muy simpático. Eso para mí fue un desagradable, y siento tener que decir eso de Juanma, pero es lo que ocurrió.

"En algún momento he dicho: 'Ojalá supiera conducir', pero es que creo que hubiera sido un peligro"

Santi Segurola Periodista deportivo

Y dices, Santi, que no conduces. ¿Cómo es esto?

Tengo muy poca destreza, en todo. Soy muy despistado y siempre pensé: 'No voy a estar cómodo conduciendo, voy a ser un peligro'. (Se ríe). Nunca me ha interesado el mundo del automóvil, me las he rebuscado para ir en cualquier medio de transporte, trenes y autobuses me conozco todas las líneas (sonríe), y ni tan siquiera intenté sacar el carné de conducir. Digamos que para un periodista no sé si es una buena idea, porque hay que moverse. (Se ríe).

Totalmente. En algún momento seguro que lo has echado de menos…

Sí, en algún momento he dicho: 'Ojalá supiera conducir', pero es que creo que hubiera sido un peligro público.