ÁRBITROS CTA

'Rapist', 'Fuck'... los árbitros se buscan la vida para pitar con el B1 de inglés: "Nos tiran al ruedo, no nos dan herramientas"

El CTA les ha dado dos años para certificar que han alcanzado ese nivel, y todos los colegiados ahora mismo ya lo han alcanzado.

Jude Bellingham y Mason Greenwood, en el Coliseum./AFP
Jude Bellingham y Mason Greenwood, en el Coliseum. AFP
Sergio Fernández

Sergio Fernández

¿Hasta qué punto es importante el nivel de inglés de un árbitro sobre el terreno de juego? Puede parecer un asunto menor, al menos en aquellos colegiados que no pitan a nivel internacional, pero no lo es. Y ya ha dado que hablar esta temporada. Aquel one, two, three, four, de Mason Greenwood que era sólo eso, y no un fuck you ("que te jodan"), como interpretó Figueroa Vázquez hizo que el Comité de Competición le quitase la roja que, sobre el césped, había recibido el jugador británico.

"El repetido visionado de las imágenes, en efecto, ha permitido a este Comité concluir, más allá de toda duda, que la acción que motivó la expulsión no se produjo tal y como la describió el colegiado y, en definitiva, probar el error material manifiesto en el relato arbitral. Dichas imágenes demuestran que efectivamente el jugador dijo "One, two, three, four, fuck", dijo el Comité. En fin, un error que puede pasar el corte como normal, en medio de las pulsaciones y el jaleazo ambiental de un partido. Pasa bastante.

La última ocurrió ayer, aunque fue bastante diferente. El Getafe denuncia que el jugador del Real Madrid, Jude Bellingham, llama rapist (violador) a su futbolista Mason Greenwood. Según adelantó la cadena Ser, incluso lo denunció a LaLiga a raíz de un vídeo que se viralizó en redes sociales. Por ahora, desde la patronal, han encargado un informe pericial de lectura de labios para confirmar los hechos, o directamente no entrar, ante la posibilidad de que los que diga sea rubbish, o cualquier otra cosa.

En realidad no tienen nada que ver una jugada con la otra: ni aparece en el acta, ni por ahora ningún operador ha ofrecido imágenes más claras del suceso. Es muy habitual que los futbolistas se digan de todo tapándose la cara durante los partidos y, salvo que se refleje en el acta o quede perfectamente demostrado mediante una denuncia, no suele ocurrir nada.

¿De dónde viene esta polémica? Mason Greenwood ya fichó por el Getafe envuelto en una fuerte polémica tras haber sido apartado tras meses por el Manchester United. Fue detenido, acusado de presuntas agresiones a la que ahora es su pareja. Sin embargo, esta decidió retirar los cargos contra él, que fueron "de violación y asalto". No fue suficiente para el conjunto inglés, que no quiso que siguiera en su plantilla y terminó a las órdenes de Bordalás. Deportivamente, está haciendo una temporada fantástica, aunque no ha dejado de estar envuelto en la misma polémica con la que llegó.

Se hicieron públicas fotos de su novia, Harriet Robson, con moratones en las piernas, el labio partido y manchas de sangre. El jugador quedó en libertad tras informar la Fiscalía que no había sido declarado culpable. En España ha recibido el rechazo de varios campos en los que ha jugado, como cuando en El Sadar le gritaron "muérete", tras pitarle durante todo el encuentro.

Nivel B1 de ingles por contrato

Volviendo a la cuestión inicial: ¿Es importante que los colegiados tengan un nivel de inglés razonable para arbitrar? La respuesta más obvia es sí. En un fútbol globalizado conocer expresiones que se utilizan en todo el mundo muchas veces es más que necesario para dirigir correctamente un partido.

Consultada la RFEF sobre la obligatoriedad del nivel de inglés, la realidad es que tienen por contrato un razonable B1, que posibilita tranquilamente un nivel de conversación normal, y es el equivalente, al menos, a tres años de estudios en una escuela oficial de idiomas.

"La RFEF tiene una programa de formación en inglés para sus empleados y los/as árbitros/as de 1ª y 2ª división masculina y 1ª División femenina son empleados de la RFEF. Los/as árbitros/as de estas categorías deben tener un certificado B1 obligatoriamente según se estipula en su contrato de trabajo. De camino a esa categoría, también hay formación: el programa de Talentos y Mentores (árbitros de Tercera Federación que ascienden a Segunda Federación) pasan un examen de inglés (comprensión de un audio, de un texto, vocabulario y reglas de juego en inglés)", explican fuentes del Comité Técnico de Árbitros.

"En UEFA los árbitros de nuevo acceso tienen que pasar un examen de nivel mediante una empresa externa, que cuando la apruebas ya tienes el apto y te pueden designar. En España se pide el B1. Todos los árbitros y las árbitras profesionales han tenido dos años para actualizarse y certificar ese nivel y ahora mismo todos lo tienen acreditado", explican.

“Eso es mentira”

"Eso es mentira", explican a Relevo algunas fuentes arbitrales. "No lo han llevado a rajatabla nunca. Eso sólo lo pone en los contratos. Hay gente que llega a internacional y no habla todavía bien inglés. Los contratos están hechos para que luego puedan despedirte a la mínima. El tema del inglés, para una persona que vive todos los días de la semana en el fútbol, tiene que ser básico que hable y entienda inglés", añaden las mismas fuentes.

"Se exige en el contrato pero luego no se cumple. Con el español y el inglés, en el mundo del fútbol eres Dios. Allá donde vas lo entiendes todo. Pero aquí no siempre se cumple. La estructura arbitral no da herramientas a los árbitros. Los tira al ruedo. La única herramienta que ayuda es un programador neurolingüistico, que les pide que usen terminología anglosajona porque queda más bonita. El loop, el high behind, todo eso... Si quieres preparar a los árbitros para esos vídeos que van a ser públicos, lo que tienes que hacer es facilitar que todos los árbitros del España del fútbol profesional sepan inglés", explican.

"El único examen de inglés que te hacen es cuando llegas a internacional, vas al curso de UEFA y te sientas a hablar con ellos en inglés. Pero en FIFA y UEFA todo es inglés. En España no se hace absolutamente nada. Incluso hace años, cuando venía a Santander alguien a hablarnos, el hotel nos daba la opción de ponernos traductores simultáneos. Hay que saber inglés por decencia, no por contrato", finaliza.

En el Comité Técnico de Árbitros no están de acuerdo con esta versión de los hechos: "Tienen que pasar pruebas de inglés en los seminarios en España y a nivel internacional es que todo en UEFA y FIFA es en inglés. Es decir: o hablas inglés, o no te designan. No recuerdo traductores simultáneos en las reuniones arbitrales en los últimos cinco años", aseguran.

En lo que sí coinciden ambos relatos es en que los árbitros en España tienen que acreditar ese nivel B1 por su cuenta, como ocurre en muchos otros empleos. Es decir: que lo tienen que tener de formación propia, o estudiarlo por su cuenta.