Alexis Ruano y su experiencia en Arabia: "Pasé seis meses espectaculares y tres en los que me hicieron la vida imposible"

Playa Aruba es el destino actual de Alexis Ruano (Málaga, 1985). No, no es una playa como tal, es el nombre del chiringuito que regenta "con varios amigos" el exfutbolista malagueño en Los Álamos, en Torremolinos. "Yo siempre he tenido ganas de montar un chiringuito. Siempre me ha gustado estar en ese ambiente en plan comiditas, hamaquitas, tardeos, fiestilla. Siempre me ha gustado ese rollo y una vez que más o menos decidí que mi carrera iba a terminar, estuvimos hablando y fuimos adelante. Creía que era oportuno ahora que ya estaba en Málaga, aquí acoplado con mi familia, mi gente y mis amigos. Fue en plena pandemia. La gente nos decía que estábamos locos, pero bueno, nos arriesgamos y tuvimos la suerte de que ha funcionado todo de maravilla. Ojalá siga así durante mucho tiempo", reconoce satisfecho Alexis, con quien charlamos, ya en casa, tras una reunión en el chiringuito, en el que él mismo está al frente los seis meses en los que está abierto, los seis meses que duran ahora sus temporadas, de abril a octubre.

El exfutbolista ha cambiado el césped por la madera del local y la arena de la playa. Ha evitado el impás incierto de la vida después de colgar las botas. "Una vez que terminé mi carrera deportiva necesitaba también estar entretenido, haciendo cosas, porque yo hablaba con mis compañeros y todos me decían: "Oye, una vez que termina tu carrera, hay momentos que lo pasas mal, que pierdes la costumbre de ir al entrenamiento, las concentraciones… A mí, la verdad que gracias a Dios no me ha pasado, porque siempre estoy entretenido con mis cosas y mi familia, mis niños, aprovecho más tiempo con ellos y la verdad es que lo llevo bastante bien", asegura el excentral. Ahora, hablando de entretenimiento, se ha subido al tren de Iker Casillas en la Kings League.

 

Alexis dejó el fútbol en la campaña 2019-2020 tras diecinueve temporadas en la élite entre Málaga (2004-06), Getafe (2006-07), Valencia (2007-10), Sevilla (2010-12), Besiktas (Turquía, 2016), Alavés (2016-18), Al-Ahli (Arabia Saudí, 2018-19) y Racing de Santander (2019-20), donde vivió "un año muy complicado, tuve muchas lesiones y dije: 'Mira, para estar así, prefiero estar en Málaga, en mi tierra'. Me hubiera gustado retirarme en el Málaga. Estuve esperando una última llamada, pero hasta el día de hoy no ha llegado", reconoce pesaroso el boquerón.

El paso del defensor por Arabia Saudí marcó su destino después del fútbol. "Tenía oferta de Málaga para firmar aquí, pero al final entre una cosa u otra no llegaba la oferta firme, llegó la de Arabia Saudí y me tuve que ir. Los últimos meses allí no lo pasé bien. No estaba junto a mi familia, junto a mis amigos. A los jugadores que habían firmado conmigo en esa época, tanto como el entrenador, los echaron. A mí también me hicieron durante dos o tres meses la vida imposible allí, pero bueno, yo aguanté", explica.

También, el porqué de esa vida imposible. "Me fui con Jurado. El entrador era Pablo Guede, Fandi era el segundo entrenador. Estuvimos durante seis meses espectacular allí, pero le echaron, bueno, "lo habían echado", entrecomilla (les invitaron a irse), "y cuando ya no está ese grupo, te van apartando. Es que allí es muy diferente la forma de pensar que aquí en España o en LaLiga. Una vez que tú vas con un entrenador y viene otro nuevo, pues cambian todo. Allí el límite de extranjería eran seis jugadores y el otro entrenador traía jugadores nuevos y, bueno, por 'h' o por 'b' teníamos que salir. Pero bueno, yo aguanté". 

Aguantó, pero sin mujer y sus dos hijos. "Durante un tiempo te van renovando el visado. En esa época, a mi familia le tocaba renovarlo. No querían que siguiéramos y a mi familia me la mandaron para España. Eso por lo visto es muy normal allí. Te trastoca un poco, pero tuve que aguantar porque había firmado allí dos añitos. Digo: "Mira, aguanto un añito por lo menos y ya me voy para España. Y así fue. Durante los tres últimos meses, imagínate, yo allí solo, el inglés lo llevo horrible… Lo importante es que aguanté", reitera un Alexis que no se extraña de que muchos jugadores de renombre vayan a seguir llegando al país. "Ya sabes que son muy poderosos y las ofertas que hacen son muy tentadoras", reflexiona.

Tras su paso por el Racing no quiso aguantar más, verbo muy repetido sobre el final de una carrera que califica de "etapa maravillosa", en la que llegó "con el equipo de mi tierra a Primera división" y ha estado "en grandes equipos como Valencia, Sevilla, Besiktas y Getafe". "Tengo buenos recuerdos de todos los clubes por los que he pasado. Me han tratado de maravilla, he tenido compañeros maravillosos y ahora tomé la decisión con mi familia de que ya no quería estar vinculado al mundo del fútbol. Quería desconectar y dedicarme a otra vida", rememora.

Desde la distancia física y temporal que le da su adiós al fútbol, revivimos recuerdos del canterano andaluz, quien confiesa que el Málaga es el equipo de su vida y su corazón, pero que el que le catapulta fue el Getafe. "Fue una etapa muy bonita. Ángel Torres me ayudó muchísimo. Para mí ha sido como un padre, porque yo recuerdo que salí con 18 o 19 años para allá y me trató muy bien. También es verdad que Manolo García Quilón, que fue mi agente durante toda mi carrera, la persona de confianza, siempre me ha aconsejado bien, y para mí ha sido el que me ha encaminado un poco en mi trayectoria y siempre se lo voy a tener agradecido por todo el cariño y por todo el trato que me ha dado. Y tuve compañeros que me ayudaron como Pablo Redondo, Dani Güiza, Nacho… Hicimos allí un equipo muy grande, llegamos a la final de Copa. Un equipo que llevaba dos años en Primera división, dos añitos", afirma.

Una final de Copa de la temporada 2006-2007 en la que cayeron por 1-0 ante el Sevilla en el Santiago Bernabéu y en la que que Alexis no jugó, castigado por Bernard Schuster. El alemán era su entrenador en el equipo azulón y quien también quiso serlo la temporada siguiente en el Real Madrid. Los blancos y el Barça pugnaron por hacerse por Alexis, tras dos temporadas más que notables en el Getafe. El Valencia fue el que se llevó el gato al agua, no sin dimes y diretes que relata el excentral.

"Mijatovic era el director deportivo en aquella época, y estuvieron hablando, porque Schuster se iba para el Madrid. Pero claro, yo tenía un precontrato ya firmado con el Valencia. Entonces, ellos me decían que tenía que hacer todo lo posible para romper el contrato con el Valencia. A ver, imagínate, cuando te viene un equipo como el Valencia, que era mitad de Liga y yo decía: "Si el Valencia es un equipo también importante, puedo dar un salto de calidad a nivel compañeros como Silva, Albelda, Baraja, Cañizares, Curro Torres, Morientes…" Era un equipazo. Después es verdad que llegó el Madrid y Schuster me lo decía: "No firmes con nadie que te llevo para el Madrid conmigo porque quiero que seas tú y Sergio Ramos centrales del Real Madrid". Pero al final de temporada, intentaron, intentaron, pero no se pudo hacer", reconoce el malagueño, quien relata entre risas aquella ausencia en la final copera.

 

"Me castigó en la final de Copa porque ya se enteró de que había firmado algo con el Valencia, un precontrato, y no jugué ese partido. Me dolió, me dolió mucho. Pero bueno, yo también entendí que él quería que yo fuera con él. Después me lo encontré en Turquía, en Besiktas, cuando vino a visitar a Ricardo Quaresma y a varios jugadores allí, y estuvimos hablando y bien. Siempre me lo recordará. "¿Me dejaste tirado, ¿eh?" Pero bueno, son cosas que pasan y ya está. En esa época la verdad es que estaban muy bien mirado, la gente me quería y el Madrid se fijó en mí, y el Barça incluso también. Uno siempre lo piensa (que podía haber jugado en esos equipos y haber ganado más títulos), pero no fue así, el destino quería otra cosa y ya está. Por circunstancias no pudo ser y estoy encantadísimo de que estuve en el Valencia tres años maravillosos. Nunca me arrepentí. Siempre con lo que hago voy a muerte hasta el final, pase lo que pase", asevera el exfutbolista, que también reconoce cómo se marchó a Turquía para dos años y medio y duró seis meses. "Fuimos campeones de Liga, pero había muchos atentados, el golpe de Estado me pilló allí también. Hablé con mi repre y le dije que quería salir, que estábamos inseguros", expresa.

En su etapa en el conjunto valencianista también hubo otro entrenador, Ronald Koeman, y otra Copa del Rey, la que el Valencia le ganó por 3-0 a su exequipo, el Getafe, que quedaron para siempre marcados en su trayectoria y en su recuerdo, en una temporada complicada por la situación de Albelda, Cañizares y Angulo, apartados del equipo por el neerlandés, y para él también individualmente. "Era una situación complicada porque a ti no te gusta ver a compañeros que están pasando por ese momento. La decisión la tomaba el entrenador y los jugadores no podíamos hacer nada, simplemente apoyarlos. Encima, yo en esa época estaba lesionado", recuerda.

  "Yo había llegado, estaba jugando y de repente contra el Mallorca, recuerdo, un salto de cabeza con Dani Güiza, al caer, me lesioné a la rodilla. Gracias a Dios que tuve cinco meses, que no fue tampoco un año entero. Pero yo no estaba mucho tiempo ahí en el vestuario, estaba con los médicos, con los fisios y no convivía bien, bien con ellos. Pero era complicado, fue un año que era mejor borrarlo. La Copa, quieras o no, fue bonito. Tuve la suerte de recuperarme, de recuperarme bien y poder jugar esa final", rememora.

La jugó cuando no contaba con ello, el polo opuesto de lo que había vivido la campaña anterior con Schuster. "Me sorprendió el día de la final que saliera titular. Tengo buenos recuerdos porque, para mí, un partido clave como una final, de repente te pones de titular, pues imagínate. Yo estaba 'atacaíto'. Cuando me vi ahí digo: "Madre mía, ¡que juego!", confiesa entre risas Alexis. Era su primer partido después de la lesión. "Llevas cinco meses con la rodilla que, quieras o no… Ya estaba bien, pero el primer partido, una final de Copa, pues te da mucha presión. Gracias a Dios me salió bien y nos fuimos para Valencia con la Copa". 

Un triunfo al que contribuyó también con un tanto. Marcó el segundo de los tres goles del título che: "Fue el minuto 12, recuerdo perfectamente. Fue muy en el inicio del partido y eso es quieras o no te tranquiliza, te da más seguridad. Salió un gran partido y nos fuimos con una victoria, fuimos campeón de Copa, a pesar de que no se pudo celebrar, por circunstancias, y después despidieron a Koeman".

El Valencia destituyó a Ronald Koeman y Voro se hizo cargo del equipo, a dos puntos del descenso a falta de cinco jornadas para el final del campeonato. "Ese año se sufrió. Este año, también", reflexiona Alexis, que va a vivir con desazón la última jornada de Liga, en la que dos de sus exequipos, Getafe y Valencia, se juegan la permanencia. En una "tan, tan, tan gorda" no se ha visto nunca el malagueño. "Ese año estuvimos ahí, estuvimos cerca pero tampoco a este nivel. Es verdad que cuando cogió el equipo Voro se ganaron varios partidos y salimos de ahí, pero el Valencia, con la afición que tiene, bufff. Ahora mismo, a intentar salvarse, porque tiene plantilla para ello y tiene un gran entrenador para sacar al equipo", asegura Alexis sobre un Rubén Baraja con el que compartió vestuario y al que le une una gran amistad. "Cuando yo llegué allí él también estaba con Quilón y me apoyaba un poquito en él, porque yo era un niño. Y con David Silva, igual. Estábamos todos los días juntos, y con Baraja, igual. A día de hoy lleva dos años viniendo a mi chiringuito, viene a verme", cuenta.

Esta vez será Alexis quien vea a Baraja el domingo "en casa, es para verlo en casa tranquilito". Aunque lo de "tranquilito" es sólo una forma de hablar ante una última jornada que "va a ser increíble. Mucha tensión, muchos nervios. Buah. La verdad es que la Primera división este año ha sido una auténtica locura y ojalá que se salven el Valencia y el Getafe, y perfecto. Son dos equipos que siempre están en mi corazón porque me han dado la vida y he vivido momentos muy bonitos", reconoce Alexis, que no se moja en cuál será el equipo que acompañe al Elche y al Espanyol en el descenso a Segunda. "Mientras que se salven los dos…", dice el exfutbolista, que ya sabe lo que es ver descender esta campaña a Primera RFEF a su Málaga.

"Es el equipo de mi tierra, el equipo al que yo siempre le voy a estar agradecido porque para mí Málaga es lo más grande, pero es verdad que no se han hecho las cosas bien. Llevan varios años que están sufriendo. Ha sido un golpe duro, porque es un equipo histórico que ha estado durante veinticinco años en la élite y verse ahora en esta situación es difícil, pero de peores situaciones ha salido. Ahora, a empezar de nuevo, a hacer un gran equipo y una buena dirección del club para poder mejorar y que no vuelva a ocurrir", sentencia Alexis Ruano.