La conexión random entre Víctor Valdés y Ávila llega con una hemeroteca incendiaria y la tranquilidad del que se juega la vida
El exportero del Barcelona llega a Segunda RFEF con el objetivo de meter al equipo en playoff, pero sin exigencias y confianza plena en su trabajo.

Victor Valdés ha protagonizado una de las noticias más sorprendentes de toda la semana con la confirmación de su fichaje por el Real Ávila de Segunda Federación. El que fuera guardameta del Barcelona vuelve a afrontar una gran aventura en los banquillos, tras cuatro años sin dar señales de vida en su ámbito. Un movimiento que ha sorprendido a propios y extraños hasta el punto de que media España se podría preguntar: ¿cómo ha llegado una propuesta así a un futbolista mítico de nuestro campeonato? Más todavía por las formas: el club ha destituido al que hasta ahora era su entrenador Miguel de la Fuente a dos jornadas de la conclusión de la fase regular de la cuarta categoría en la escala nacional, lo que bien podría parecer una decisión precipitada y temeraria. Sin embargo, con la hemeroteca en la mano, todo parece bajo control.
Según ha podido saber Relevo, no ha sido un movimiento ni mucho menos orquestado, pero tampoco improvisado. El club llevaba tiempo siguiendo a Víctor Valdés, con el que mantenía una gran relación profesional y al que más de una vez había tanteado para ver si en un futuro estaría dispuesto a coger las riendas de la entidad. Ese fuerte vínculo es el que ha hecho posible un movimiento que se meditaba de cara a un futuro, quizás de cara a la próxima temporada, si no llegaban a ir las cosas bien con el que era el técnico, pero siempre partiendo de una toma de contactos que ya se había producido. Dicho lo cual, no es que se haya destituido a Miguel de la Fuente porque se tenía cerrado al ex del Barcelona, sino que las circunstancias han llevado al adiós prematuro de su ya exentrenador y Valdés ha asumido con valentía un reto profesional de gran escala. No es un salvador que venga a rescatar al equipo de nada.
Desde la entidad confían ciegamente en su progreso y su trabajo, pero no le marcan metas precipitadas ni aluden a una exigencia inmediata. Bien puede parecer que el fichaje de Víctor Valdés es un salvoconducto, una solución desesperada para dar el salto a Primera Federación de forma inmediata y que todo lo que no sea así será considerado un varapalo. Ni mucho menos. El Real Ávila es consciente de que toda nueva etapa necesita un período de aclimatación y trabajo y no se puede dar por hecho que un recién llegado va a dar el salto y convertir al equipo desde el primer día en una máquina y un engranaje perfecto. Por supuesto que es su ilusión y lo lucharán hasta el final, si bien hay un trabajo por delante y unos plazos que todos van a respetar. Cabe destacar que el equipo ya no tiene opción alguna de ascenso directo y que se encuentra en la cuarta posición de la tabla de su grupo de Segunda RFEF con 49 puntos en el casillero. Por debajo, Rayo Cantabria y Deportivo Fabril, ambos con 48, ponen en jaque su posición de playoff.
Esta noticia no te la esperabas.
— Relevo (@relevo) April 24, 2025
💥 Víctor Valdés vuelve de las sombras... ¡y dirigirá al Ávila en Segunda RFEF!@JonasPerezE 🤝 @junelavin6 https://t.co/RJOQGVLCC0
Claro que en Ávila confían en mantener ese estatus, pero tampoco es una obligación. No hay que olvidar que el equipo es un recién ascendido. Desde luego, es un alivio porque coge un conjunto de playoff y no uno que se está jugando la vida. Malo sería que estuviera en descenso, creen desde la entidad. Precisamente por ello se le ha firmado el contrato que se le ha firmado: no es solo por una temporada, sino por lo que queda de esta, independientemente del resultado, y la próxima. El objetivo es consolidarse, hacerse fuerte y pensar en que el futuro a largo plazo puede estar en Primera RFEF o incluso en el fútbol profesional. Correr es el primer paso hacia el error.
La hemeroteca da la razón
Víctor Valdés, que ya se pone manos a la obra con la primera plantilla, afronta el reto con muchísima ilusión. No es para menos. Algo debe haber detrás para que haya asumido el proyecto tras años sin enrolarse en ningún banquillo. Miguel de la Fuente sale con un total agradecimiento por parte de club y ciudad, ya que consiguió llevar al equipo a Segunda RFEF 22 años después del último ascenso y consagrarlo como uno de los mejores en defensa de todo el país. Ahora, con un bloque firme, era el momento de dar un paso más con todo un ilustre a los mandos.
Las tres derrotas consecutivas comprometían ya no tanto el objetivo, sino el estado de euforia en el que venía subido el Ávila en los últimos meses. Podía dar la sensación de equipo caído y de ahí la decisión para tratar de aprovechar las grandes sensaciones del año en ese tramo final.
Las decisiones valientes son las que han caracterizado al Real Ávila en los últimos tiempos. Su director deportivo, Joan Farías, el más joven de todo el panorama nacional, tomó en su momento la atrevida determinación de destituir al técnico Rubiato, un clásico de la ciudad, que llevaba muchos años y era muy querido por la gente. En su momento, hubo una gran polémica, ya que el mandatario vino a decir en rueda de prensa algo así como que hay jerarquías en el club y que los recién fichados debían entrar en el once. Nada más lejos de la realidad, se trató de una confusión con el idioma. Pese a esas dudas iniciales, la directiva acabó ganándose el cariño de todos, los fichajes dieron la talla hasta convertirse en referentes de la categoría y fueron remando en la misma dirección hasta el ascenso final.
📢 𝗖𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗢𝗳𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹 | Víctor Valdés nuevo entrenador.
— Real Ávila CF (@RealAvilaCF) April 24, 2025
👉 El Real Ávila C.F. anuncia que Víctor Valdés será el nuevo entrenador del primer equipo hasta el final de la presente temporada y la siguiente campaña. Valdés, tras retirarse del mundo del fútbol,… pic.twitter.com/q19HhV8Y3R
"Los haters en la ciudad… No es fácil. Es una capital de provincia y la gente es muy muy fanática del club. La destitución de Rubiato la tomé porque no veía que el equipo fuera a más. Con el cambio pensé que el equipo podía pelear en playoff, por el ascenso. Rubiato hizo su trabajo bien, pero el equipo no iba a más. Unos que tenían mucho tiempo hicieron pegatinas por mi dimisión, algo así del fútbol negocio… Tenía claro lo que tenía que hacer. Yo traje a jugadores a este club y no podía dejarlos tirados. En ningún momento me planteé dimitir. He dicho en muchas entrevistas que si no conseguía ascender me iría, era mi palabra. Y es lo que ha pasado", dijo en su momento en una entrevista en Relevo.
Más de un año después, el Real Ávila parece tocar techo en Segunda Federación, pero nunca descarta dar un paso más. Por eso, llega Víctor Valdés, un mítico del fútbol español que se ha pasado a los banquillos. Un reto fantástico que ahora tiene por delante, en una capital de provincia y con un aspirante a meterse en la tercera categoría. Casi nada.