Detrás de la venta del Terrassa se esconde un armador de barcos griego con un "montón" de dinero: "Si se quieren llevar el club a otra ciudad..."
Los propietarios piden 1,75 millones a cambio del paquete mayoritario de acciones.

El Terrassa FC anunció este lunes que el club está en venta. Así lo han decidido sus propietarios: el empresario local Jordi Cuesta Blas y el millonario griego Constantinos Tsakiris. En su comunicado oficial, la entidad ponía sobre la mesa, con absoluta transparencia, las condiciones para que se lleve a cabo la operación: 1,75 millones de euros para adquirir, como mínimo, el 92% de las acciones del club.
Para entender este noticia, que llega justo después de que el Terrassa cayera en casa ante la SD Ibiza, se quedara prácticamente sin opciones de alcanzar el play-off de ascenso a Primera RFEF y parte de la afición pidiera la marcha de los propietarios, hay que echar la vista atrás y retroceder hasta el desembarco de Tsakiris al club, de la mano de su amigo Jordi Cuesta, egarense de pura cepa. El griego llegó a la entidad en 2020 y se hizo con un pequeño paquete de acciones a través de una inversión que entonces permitió equilibrar las cuentas y dar viabilidad a un proyecto que tenía como objetivo devolver a los egarenses al fútbol profesional.
Y es que no hay que olvidar que el Terrassa, el equipo identificativo de la tercera ciudad más grande de Cataluña, es uno de los clubes históricos de la región y ha estado 15 temporadas en Segunda División; la última en la 2004-05, con el mito Monty, Quique Martín y Morales bajo palos. Años después, entró en ley concursal a causa de una mala gestión económica e impagos con los acreedores y los futbolistas, y se tuvo que refundar.
¿Quién es Constantinos Tsakiris?
La fortuna del empresario de Grecia, un país definido por sus miles de kilómetros de costa, le viene del mar, de la industria naviera. Nacido en Atenas en 1971, Constantinos Tsakiris, que habla siete idiomas, es propietario de Paradise Navigation, un negocio de gestión de buques para el transporte marítimo de petróleo y gas. En 2006 decidió invertir en el fútbol como ya lo hicieran otros armadores de barcos compatriotas suyos, caso del controvertido Vangelis Marinakis, en el Olympiacos.
𝗢𝗙𝗜𝗖𝗜𝗔𝗟 ❗ Els accionistes majoritaris del club, Constantinos Tsakiris i @JordiCuesta_, posen a la venda el @TerrassaFC
— Terrassa FC (@TerrassaFC) March 24, 2025
✍️ https://t.co/BZqfEwU9p9
☁️ #ToquemElCel
Su primera aventura como dirigente fue en el Panionios, el club del que es aficionado desde niño y en el que fue propietario hasta 2011. Ahí solía ver los partidos junto a los ultras y lo primero que hizo cuando tomó las riendas de la entidad fue devolverle al equipo su nombre original: Panionios GSS. También firmó un acuerdo de colaboración con el Espanyol para intercambiar jugadores y conocimientos. Constantinos Tsakiris se desplazó personalmente hasta Barcelona para sellar el pacto a través del cual, el club blanquiazul traspasó a Sito Riera, del filial, a este conjunto de las afueras de Atenas. También le cedió a Wellington Baroni, un lateral brasileño fichado del AA Iguaçú que nunca llegó a debutar como perico y que tampoco cuajó en Grecia.
Pese a perder varios millones de euros en el Panionis, posteriormente Tsakiris estuvo en negociaciones para comprar el Dinamo de Bucarest. La operación no cristalizó y en 2020 llegó a Terrassa. Con un perfil bajo, siempre a la sombra, paulatinamente fue adquiriendo más participaciones hasta convertirse en el máximo accionista del club en 2022, poniendo 1,2 millones de su bolsillo y alcanzado el 72% de las acciones de la entidad que ostenta a día de hoy.
“No tengo dinero infinito, pero sí un montón”
En una de sus pocas comparecencias públicas en Terrassa, en 2023, Tsakiris dibujó las líneas maestras de su proyecto. Aseguró que su gran objetivo era devolver al club, que estaba en Segunda RFEF, a Segunda División, pues solo el profesionalismo es rentable en el fútbol español y únicamente con dos ascensos se garantizaría el futuro de la entidad. No se marcó una fecha para lograrlo, aunque argumentó que su compromiso no sería eterno: "Yo no tengo dinero infinito, pero sí un montón [lo cifró entre 4 y 5 millones] que puedo poner en este proyecto. Es una cuestión de tiempo. Cuando el dinero se termine, me iré. Tenemos cuatro, cinco, siete años… en esta ruleta que se llama fútbol para llegar a Segunda". Su plan de ruta era subir a Primera RFEF en la 2023-24, establecerse en la categoría en la 2024-25 y asaltar Segunda División en la 2025-26.
Acerca de los rumores de una posible marcha del Terrassa de la ciudad egarense, Tsakiris fue tajante, aunque comentó que llegado el momento miraría por sus propios intereses: "Os puedo prometer que no vamos a desplazar el club, pero cuando me tenga que ir yo se lo venderé al comprador que me dé el dinero. Y si esta persona se quiere llevar el club a otra ciudad, yo me voy… Pontius Pilatus [se lava las manos]".
Ese momento, en el que el griego se ha cansado de perder dinero y ha decidido irse, ha llegado. Además, con urgencia. Pero tal y como aseguró entonces -"os prometo que no voy a dejar deudas"- lo hará sin trampa ni cartón. Y con un ejercicio de transparencia absoluto, según se desprende del comunicado publicado ayer por el club en el que se confirma que la totalidad de los gastos están cubiertos hasta el 30 de junio de 2025.