SEGUNDA RFEF

Impagos, una deuda de "4 millones"... y riesgo de quedarse sin campo: el Lleida tiene tres meses para evitar su liquidación

El club catalán está en negociaciones para encontrar nuevos inversores y escapar del concurso de acreedores.

Luis Pereira junto a Marc Torres, que explicó la realidad del Lleida. /CF Lleida
Luis Pereira junto a Marc Torres, que explicó la realidad del Lleida. CF Lleida
Marc Mosull

Marc Mosull

La foto del fisioterapeuta del Badalona Futur atendiendo a Neyder Lozano, del Lleida, en el encuentro entre ambos clubes del pasado domingo ilustra la situación límite que vive el conjunto de la terra ferma, cuyo primer equipo, en Segunda RFEF, acudió a Premià de Dalt sin fisio porque el que tenía abandonó hace unos días la entidad por los impagos que sufren los jugadores y los empleados del club. Una anécdota que es la punta del iceberg en la crisis que amenaza con llevarse por delante al CF Lleida y que están padeciendo especialmente sus trabajadores.

"Es muy duro. Hay jugadores que se van a vivir con otros compañeros porque no pueden pagar sus alquileres. Otros están tirando de los padres. Los futbolistas están pasando muchas dificultades. No sabemos como se alimentan, no sabemos mucho de lo que pasa fuera y aquí tampoco tenemos dinero para cuidarlos", relató el entrenador Iñigo Idiakez sobre la realidad de la plantilla de un club ahogado por las deudas y los problemas institucionales, que se trasladan de los despachos al césped: "La dificultad que tenemos para centrarnos en el fútbol es tremenda. Hables con quien hables, también en las oficinas, es de dinero. Imagínate que vas a casa y te preguntan todo el rato si cobrarás o ves que no tienes para comer…".

Luis Pereira es el máximo accionista y presidente. Compareció a finales de la semana pasada junto a Marc Torres, adjunto a la presidencia y portavoz, para explicar la gravedad del asunto, con absoluta "transparencia" y "sin querer poner excusas", y para anunciar que el Lleida entraría en preconcurso de acreedores para "parar el tiempo y renegociar" sus deudas, al tiempo que busca capital externo para la entidad: "Queremos tener futuro. El Lleida es un club atractivo y estamos hablando con dos grupos de inversores de fuera de Lleida que tienen interés en aportar capital".

El plazo que se ha fijado la entidad es de tres meses: "Si no se encuentra una solución el problema, indefectiblemente presentaremos concursos de acreedores". Eso supondría con casi total seguridad "la liquidación del club, a no ser que apareciese alguien y asumiese toda la deuda con Hacienda y Seguridad Social".

El recuerdo de la desaparición de la UE Lleida

El resumen es que si el Lleida no arregla sus problemas financieros durante los próximos tres meses, estaría prácticamente condenado a desaparecer, como ya sucediese en 2010, cuando la extinta UE Lleida, que llegó a jugar en Primera División, se acogió a la ley concursal… y salió con los pies por delante, pues un año después de iniciarse el proceso un juez ordenó su liquidación.

De sus cenizas nació el CF Lleida, club refundado y heredero legítimo de la UE Lleida, y que en 2022 también estuvo al borde del colapso. Lo salvó el gallego Luis Pereira, asumiendo los más de seis millones de deuda que arrastraba al club y dotándolo de liquidez para afrontar los pagos urgentes, necesarios para seguir compitiendo. Tres años después, la película se repite… con una deuda actual que Torres cifró en torno a los cuatro millones de euros. Pereira, por cierto, anunció que "no continuaría el año que viene".

El asunto se recrudeció a principios de temporada, cuando la RFEF no retornó al club el aval para inscribir al equipo en la temporada 2023-2024, lo cual provocó que la entidad iniciara el curso con un déficit de 400.000 euros. A esa cifra hay que sumarle otros 800.000 imprevistos de deuda con la Agencia Tributaria que se le notificaron hace 15 días, al término de la inspección al club por el período de 2019-21. Todo ello ha causado "tensiones de tesorería" que complican a los dirigentes "atender al día a día del club", y de ahí los retrasos en las nóminas y los impagos que asfixian a la plantilla y que Torres espera solucionar de aquí a final de temporada.

El conflicto con el Ayuntamiento lo complica todo

El tercer factor que explica la realidad del Lleida es la retirada de un fondo de inversión con el que el club llevaba meses negociando. "Puso el freno de mano" a causa del conflicto entre el club y la Paeria (Ayuntamiento) por el uso del estadio: "El plan de negocio incluía actuaciones en el Camp d'Esports… y ya sabéis lo que pasó hace unas semanas con el campo y las manifestaciones públicas de determinada administración de la ciudad al respecto".

Como ya explicamos en Relevo, la guerra abierta del Lleida con el consistorio, con el fantasma del Atlètic Lleida planeando sobre el Camp d'Esports, provocó que la afición del club de toda la vida se echara a la calle por el riesgo de que su equipo se quede sin poder jugar en el estadio en el que lo ha hecho desde que nació, en 1939… lo cual sería un golpe prácticamente insalvable para una entidad con demasiados frentes abiertos, otro caso en la epidemia que asola el fútbol catalán y que ya le costó la vida al Reus.

"Hay un trasfondo en Lleida que es tremendo", se limitó a decir sobre este asunto Marc Torres, quien también reconoció que "un descenso a Tercera RFEF complicaría aún más la situación". La única buena noticia en las últimas semanas es que el equipo de la terra ferma ganó el pasado domingo en el campo del Badalona Futur y se alejó de la zona caliente de la clasificación. De lo que suceda durante los tres próximos meses en el campo y, especialmente, en los despachos dependerá el futuro de un Lleida que pide a gritos un salvavidas.