El Inter de Lautaro gana la Coppa y le manda un aviso a Guardiola

Había partido grande en el Olímpico de Roma. En Italia, la final de Coppa no rota, siempre se disputa en la casa de Roma y Lazio, en la capital. Hoy uno de los fondos pertenecía al Inter, el otro a la Fiorentina, dos equipos históricos que también disputarán finales europeas próximamente y que ponían todo lo mejor para conseguir el primer título de la temporada.

Tras el himno, comenzaba la batalla futbolística y el país protagonista fue Argentina, no Italia. Porque Nico González comenzó abriendo el partido a los tres minutos y Lautaro Martínez empató el encuentro y marcó el segundo tanto antes del final de la primera parte. El Inter de Inzaghi se convertía en bicampeón de Coppa y llegará con la confianza por las nubes al que será el gran objetivo del equipo, la final de Champions League contra el Manchester City.

Vivir una final de Coppa Italia en Roma es una cosa increíble. Durante el día las aficiones se dan cita en la ciudad, la previa se disfruta mucho y el Stadio Olímpico aprovecha estas situaciones para mostrar un espectáculo de luces y fuegos artificiales. Las aficiones sacan su mejor 'tifo' para alentar a los suyos. Un detalle es que las redes de las porterías son verdes, blancas y rojas, en homenaje a la bandera de la República de Italia.

Se perdió el Mundial en el último momento debido a una lesión y fue un palo durísimo para él, pero se repuso, volvió a Florencia y llevó a su equipo a las finales de Coppa Italia y Conference League. El fichaje más caro de la historia de la Fiorentina tardó tres minutos en abrir la final. En el Artemio Franchi los argentinos son ídolos, un tal Gabriel Omar Batistuta hizo vibrar a la afición 'viola' y ahora otro rioplatense quiere quedar en el recuerdo. A pesar de su gol, el equipo no pudo conseguir la victoria. Dentro de unos días tendrá revancha contra el West Ham en Praga.

El jugador más en forma del Inter en estos momentos es Lautaro Martínez. 27 goles esta temporada, superando los 25 de la pasada. El exjugador de Racing está en el mejor momento de su carrera y su equipo lo agradece. Porque sí, para que todo luzca hay que meter goles, pero el de Bahía Blanca juega de espaldas, en corto, en largo, por arriba, por abajo. Es el alma de este equipo, un equipo que ya siente suyo. El primer objetivo, la final copera, ya está conseguido. Ahora quiere replicar a su ídolo Diego Milito y levantar la Copa de Europa en Estambul.

"Hola querido Pep, mi nombre es Simone Inzaghi y te prometo que no te lo voy a poner nada fácil si quieres ganar tu primera Champions con el Manchester City, porque yo quiero ganar la primera de mi carrera con el Inter". Este podría ser un mensaje del entrenador 'nerazzurro' para Guardiola, aunque el catalán sabe de las fortalezas y debilidades del equipo italiano, los conoce muy bien.

La Fiorentina ha dado la cara desde el minuto uno hasta el minuto noventa. Italiano ha hecho un equipo firme, que es capaz de competir con todos los rivales y en muchas situaciones distintas, por eso mismo es un equipo que ha llegado a dos finales esta temporada. El último título de la Fiorentina fue en el año 2001, justo antes de la bancarrota del club. Para una ciudad tan futbolera como Florencia son muchos años, pero Italiano y sus jugadores han demostrado mucho orgullo en este encuentro y en unos días tendrá otra posibilidad de volver a ser campeón cuando enfrente al West Ham en Praga, donde estará en juego la final de la Conference League.

El exjugador del Real Madrid entró en el minuto 75 para buscar el gol del empate. Haciendo dupla con Cabral en ataque, el serbio se movió bien y tuvo dos grandes oportunidades, primero en el minuto 80 y otra dos minutos después. En la primera ocasión, Handanovic, histórico del Inter con 38 años, sacó una mano milagrosa. En la segunda, el cabezazo del delantero centro se fue cerca del palo izquierdo del portero del Inter. Pero el serbio lo siguió intentando y en el descuento tuvo otra oportunidad de cabeza que se fue fuera. Sus lágrimas al final del encuentro demuestran lo difícil que ha sido para él el final del encuentro.