Inzaghi, Spalletti y cómo en el fútbol puede cambiar todo en dos semanas

Hace poco menos de un mes, todos estábamos pensando en un Spalletti campeón de Serie A, posible asalto a semifinales de Champions League y una renovación clara para seguir haciendo crecer al Nápoles por Europa. Casi mil kilómetros más al norte, en el Suning Training Center de Appiano Gentile, la casa del Inter, Inzaghi era criticado por sus flojos partidos en Serie A y una regularidad en liga que brillaba por su ausencia.

Hoy en el Diego Armando Maradona se enfrentaban un Nápoles ya campeón pero que se quedó fuera de Champions en cuartos y un Inter que se recuperó en Serie A, conquistó la final de la Coppa Italia y venció casi sin problemas a su derbi ciudadano en semifinales de Champions, metiéndose en la final por primera vez desde 2010. Cuánto ha cambiado el fútbol en pocas semanas, y eso tiene consecuencias.

Con todo este panorama, Zhang, presidente del Inter, confirmó la presencia de Simone Inzaghi la próxima temporada en el equipo. Un voto de confianza para un entrenador que no tuvo regularidad en liga, es verdad, pero que en las competiciones de eliminación directa está dando la talla más que nunca. Ganar la Coppa Italia contra la Fiorentina el próximo miércoles pasa a ser una obligación, mientras que competir en la final de Champions contra el Manchester City será lo mínimo que se le pida al equipo, que sabe que no es favorito pero que igualmente tendrá sus opciones de dar la gran sorpresa.

El proyecto del Inter, con la Champions casi garantizada (salvo hecatombe, a pesar de la derrota en el día de hoy) para la próxima temporada, tiene el futuro asegurado. Salvo alguna oferta irrechazable por alguno de sus mejores jugadores (Onana, Bastoni, Barella, Lautaro Martínez), la idea del club es mantenerlos a todos los importantes y traer refuerzos de calidad para seguir creciendo. La clave para los propietarios es mantener las cuentas a raya y para que eso ocurra hay que ir a Champions todos los años.

Por otro lado, en el sur de Italia las cosas se presuponían muy felices,con el Scudetto conseguido tras 33 años, con una plantilla que todavía tienen potencial de crecimiento, con la idea de crear un estilo y manera de jugar en Italia, pero aunque parecía que sí tras lo que comentó Spalletti de su cena con De Laruentiis... ¿seguirá el entrenador la próxima temporada?

La realidad es que el club no se ha comunicado públicamente por la continuidad de su entrenador. De manera unilateral el club puede decidir que el entrenador siga una temporada más, pero la idea era juntarse para extender y mejorar ese contrato. Era un premio a un cuerpo de trabajo que demostró ser capaz de sacar lo mejor de la plantilla.

De Laurentiis es uno de los presidentes más peculiares de toda la Serie A. Acostumbrado a manejar sus tiempos, quiere tener todo bajo control. Las palabras del máximo mandatario en Sky Sports hacen dudar de todo: "Es un fuera de serie, pero en la vida la libertad es un valor que no tiene precio, no hay que cortarle las alas a nadie y nadie me las tiene que cortar a mí. Lo importante es estar agradecido". ¿Qué quiso decir con eso? El único que lo sabe es él.

Spalletti, por su parte, antes del encuentro contra el Inter demostró que quiere quedarse en el club y que no negoció con otros equipos: "No rechacé subidas de sueldo, no tengo que pagar cláusulas, no recibí ofertas para entrenar en otros lugares, ni las espero. Quien lo escribe, escribe falsedades o, peor, lo que le han dicho que tiene que escribir".

Ante estas dudas, en Italia ya hace cábalas de lo que puede ser el futuro y piensan en posibles sustitutos. La Gazzetta dello Sport habla de Gasperini, entrenador de la Atalanta como máximo candidato, la vuelta de Rafa Benítez al club o la llegada de Italiano, entrenador de la Fiorentina. Además de que Conte y De Zerbi son dos de los posibles sueños del máximo mandatario del club.