Marcos López acusa a Robert Moreno de "ir por detrás" y "pasar por encima de cualquiera" para explicar su salida de la Roma de Luis Enrique

En febrero de 2012, el analista y agente Marcos López abandonó la Roma, club al que llegó de la mano de Luis Enrique en junio de 2011 para hacer de secretario técnico. En esa época mucho se habló de su salida del equipo, a media temporada, y de su ruptura con el estricto entrenador asturiano, que desde entonces ha acumulado varios capítulos parecidos. Más de diez años después de aquello, Marcos López ha esclarecido los hechos y ha argumentado las causas que motivaron su huida de Roma en el programa Fuera Caretas.

"Fue una grandísima experiencia y una época difícil", se arrancó el comunicador asturiano. "Mi papel era de secretario técnico. Yo tenía que informar a la propiedad del club de los jugadores que quería fichar Luis Enrique, y de los jugadores que quería fichar el club decirles porque no servían. Por ejemplo, no tenía juego de pies, pues no servía. Lo que pasa es que Iván de la Peña se sale del proyecto y al poco tiempo me tengo que incorporar al staff. Ahí hay una duplicidad entre secretaria técnica y entrenador asistente", contextualiza López, que tejió buena relación con parte de los futbolistas, incluido Francesco Totti.

"Yo tenía contrato hasta final de temporada y se iba renovando año a año. Pero claro, yo iba planificando el año siguiente porque yo estaba en la dirección deportiva. Y tenía que ser honesto porque yo ya sabía que Luis Enrique no continuaría. Y yo no podía estar planificando el curso siguiente. No me apetecía estar engañando a todo el mundo. Y estar en una posición de sí, pero no", reveló el exayudante del actual entrenador del PSG.

En esa decisión de Marcos López coincidieron varios factores: "tenía que escolarizar a mi hijo; era hacerlo en España o en Italia. También estaba el tema de La Sexta i el futbol… Antonio Esteva me mandaba mensajes y yo tenía cierta nostalgia. Y, además, me di cuenta de que si yo emprendía mi camino con Luis Enrique, no iba a tener control de mi vida. Y a mí me gusta tener control de mi vida".

Una de las causas que más pesó sobre la decisión de Marcos López fue la del círculo de trabajo de Luis Enrique: "Consideraba que las personas que le rodeaban no tenían los valores que podía tener Luis. Y tampoco los que tenía yo. Y después se demostró y todo el mundo conoce las historias... Tuve una conversación con Luis, le dije que lo iba a dejar, que entendía que las personas que le rodeaban no eran de mi agrado y que me iba".

López le puso nombre y apellido: "Robert Moreno cenaba en mi casa, venía a mi casa… se intentaba ayudar a todo el mundo, pero yo veía que no, que no... porque al final lo que importaba era llegar pasando por encima de cualquiera. No es mi manera de ser. Lo que conseguí nunca fue a base de pisar a nadie, sino trabajando y mejorando. Yo veía que las historias se confundían, que los mensajes llegaban alterados. Hubo alguna historia con jugadores, donde vi que esta persona fue por detrás. Y tenía todas las pruebas para intentar destrozar mi relación con la gente del club. Cuando lo vi, lo expuse claramente, se lo dije a él. Y me fui".

En su ruptura, López exculpa al entrenador: "La gente cree que fue Luis Enrique y no fue Luis Enrique. Lo último que hice fue darle un abrazo. Quizás entendió que era un poco egoísta por mi parte y seguramente no lo haya aceptado, pero fue una decisión de mi vida. Entendí que si ya tienes una familia, un valor profesional, tienes tener el control de ti mismo. Y ser responsable de lo bueno y de lo malo. Creo que nunca tuve ningún problema con Luis Enrique. Es más tiene una foto con mi hija muy divertida. Y la veo con cariño".

Marcos López se marchó de Roma para volver a La Sexta, y seguir trabajando en los medios de comunicación, y en la Real Sociedad, como lo hacía antes de irse con el asturiano a la capital italiana. Cerró este capítulo en el programa Fuera Caretas, dejando muy claro que él se marchó de la entidad con la conciencia tranquila: "He sido capaz de alegrarme cuando le ha ido bien. Luis Enrique es una persona dura, de convicciones… no es fácil el día a día con él. Mucha gente ha salido de su entorno. Pero la relación siempre fue buena y no hubo engaños. Hice lo correcto y el tiempo me ha dado la razón. Los que sabemos realmente lo que pasó allí dentro, saben lo que hay. Si me encuentro con el psicólogo… le miro a los ojos. No tengo que agachar la cabeza. Esa es una gran alegría".