Osimhen y el Nápoles afinan la puntería antes del Real Madrid

Son tiempos difíciles en Nápoles. Cuando todos los factores apuntaban al desastre, el equipo alza el vuelo en la competición casera. Los problemas aterrizaron en la costa amalfitana con el arranque de la Serie A. Primero fueron los malos resultados y luego la explosión por culpa de la polémica entre el agente de Victor Osimhen y el club partenopeo.

Tras un bache de tres duelos sin conocer la victoria, el Nápoles, que esta semana ya goleó (4-1) en casa al Udinese, parece recuperarse en el momento ideal, antes de recibir al Real Madrid el martes en la Champions. Con vistas a futuro, Rudi Garcia optó por hacer descansar a Victor Osimhen. Su recuperación fue interrumpida por el propio entrenador, que, pese a ir por delante en el marcador, decidió hacer uso del nigeriano para desatascar el partido en la segunda mitad.

Pero antes de su salida fue Simeone quien atosigó y desgastó a los zagueros del Lecce. No consiguió su ansiado tanto, pero el rol desempeñado en el encuentro fue de vital importancia. El primer gol del partido se originó desde sus botas. El hijo del Cholo fue objeto de falta y Leo Ostigard aprovechó para abrir la lata en el 16'.

Tras un final de primera parte muy poco atractivo para el público, el técnico napolitano decidió acudir a Osimhen para solventar un encuentro de esos que se enrocan fácilmente. El nigeriano no tardó en marcar (51') tras entrar en la reanudación después del descanso y completaron la fiesta Gianluca Gaetano (88') y Matteo Politano, de penalti (95').

Tras solventar un encuentro trampa antes de la jornada de Champions, el Nápoles descansa con la puntería bien afinada y un objetivo claro: asaltar el Santiago Bernabéu.