FÚTBOL

El 'padre' futbolístico de Nico Paz viaja a la chilena que lo cambió todo: "Era calladito, pero ahí nos dimos cuenta de que hablaba en el campo"

Ángel Marrero formó parte del cuerpo técnico que dirigió al mediapunta argentino en sus dos últimos años en la cantera del Tenerife.

Nico Paz, en el Alevín del Tenerife en la temporada 15-16./CEDIDA
Nico Paz, en el Alevín del Tenerife en la temporada 15-16. CEDIDA
June Lavín

June Lavín

El de Nico Paz (20 años) sigue siendo uno de los nombres del momento. El mediapunta formado en el Real Madrid anotó el gol del Como en el empate ante el Parma (1-1) y se hizo con el galardón de MVP, después de completar una actuación notable que culmina una semana de ensueño, con el debut con Argentina como guinda del pastel. "Nunca había visto un talento así", sintetiza Ángel Marrero, que formó parte del cuerpo técnico del alevín del Tenerife que dirigió al 79. Pese al paso del tiempo, casi diez años, recuerda que, en aquel momento, ya se trataba de un futbolista "especial y diferente".

Ángel Marrero coincidió con Nico Paz en la temporada 14-15 y 15-16, los dos años en categoría alevín que catapultaron al argentino y le situaron en el mapa. "En el campo... [piensa] era bestial. No era muy hablador de primeras, tenía que coger confianza porque era calladito e introvertido, pero es un proceso muy largo. Entra al campo y pasan cosas", explica. Precisamente en uno de esos cursos ("creo que fue en infantil de segundo año"), el canterano blanco anotó "setenta u ochenta goles" que demostraron que, "aunque Tenerife produzca futbolistas muy buenos", el mediapunta argentino sobresalió. "Yo nunca había visto nada así", cuenta.

De los setenta u ochenta goles que recuerda, se detiene en uno de ellos: "El mejor gol que le vi fue una chilena después de un centro del área de Aniol [todavía en la cantera del Tenerife]. Fue un gol que me recordó a Hugo Sánchez, aunque no se parecen en nada [risas]. Es una acción que te hace darte cuenta de que es un chico especial, porque no cualquiera mete ese gol". La superioridad de Nico Paz en el Tenerife pasó a ser "una realidad" y contribuyó a que el equipo levantase el trofeo de liga unos meses antes de que el hispano-argentino aterrizase en La Fábrica en verano de 2016.

"Al Madrid no se le puede decir que no", bromea Ángel Marrero, que recuerda que el club blanco realizó un "seguimiento exhaustivo y muy largo" para fichar a un Nico Paz que, en aquel momento, ya se había convertido en una de las grandes esperanzas de la cantera del Tenerife. "Sabíamos que no iba a durar mucho, pero lo importante es que él y su familia tomaron una decisión que les hizo feliz. Creo mucho en los procesos naturales, y Nico lo es. Tiene una familia increíble y eso es fundamental, el acompañamiento de la estructura familiar". En el caso del tinerfeño, le acompañaron en Madrid y, desde hace unos meses, también a Como, en la región de Lombardía.

La curiosa relación de Nico Paz y Aitor Sanz, capitán del Tenerife

Más de ocho años han pasado desde que Nico Paz abandonó la disciplina del Tenerife. Lo hizo después de despuntar en la cantera y llamar la atención de un Madrid que no se lo pensó. Sin embargo, sigue estrechamente ligado al club y, además, mantiene una curiosa 'relación' con Aitor Sanz, capitán del primer equipo que, en aquel momento, realizó sus prácticas como entrenador en el alevín en el que estaba el 79 del Como. En el cuerpo técnico que dirigió a Nico Paz en infantil de segundo año, además de Ángel Marrero (segundo por la izquierda en la fila del centro), se encontraban Onésimo (tercero por la izquierda en la fila del centro) y Aitor Sanz (cuarto por la izquierda en la fila del centro, justo delante de Nico Paz, segundo por la derecha en la fila de arriba). "Es curioso, sí, porque ahora Aitor es capitán del primer equipo", añade Marrero.

Nico Paz y Aitor Sanz posan en la foto de equipo del Infantil del Tenerife. CEDIDA
Nico Paz y Aitor Sanz posan en la foto de equipo del Infantil del Tenerife. CEDIDA

"Ojalá verlo triunfar", desea Ángel Marrero, ya instalado en Madrid, después de que el club blanco se hiciese con los servicios de su hijo Adrián (Alevín A). "Casualidades de la vida, ahora nosotros también estamos aquí y me toca verlo todo desde el otro lado [desde el lado familiar y no futbolístico, como le ocurrió con Nico Paz]. Hay que ir poco a poco", finaliza.

Ahora, mientras Nico Paz crece a pasos agigantados en la Serie A a las órdenes de Cesc Fábregas, cada vez con más galones y protagonismo, Ángel Marrero, que dirigió al mediapunta argentino en el Tenerife, contempla desde la distancia su éxito ("de vez en cuando hablo con su padre") y observa, orgulloso, los primeros meses de su hijo Adrián en La Fábrica.